Él es violinista, pianista, compositor y director de orquesta. Desde Encarnación, Paraguay, ha crecido mirando el río y desde niño ha sido su fuente de inspiración. Creo una obra musical llama Que no se enoje el Paraná. En esta charla desentrañamos cómo surgió esta pieza artística.
/ De pronto sentí el
río en mí, / corría en mí / con sus orillas trémulas de señas,/ con sus hondos
reflejos apenas estrellados. / Corría el río en mí con sus ramajes. / Era yo un
río en el anochecer, / y suspiraban en mí los árboles,… Así escribe el
poeta entrerriano Juan L. Ortiz.
Hace un par de semanas atrás la Orquesta Sinfónica de
Corrientes interpretó parte de una obra inédita para los oídos correntinos, la
obra de Kike Álvarez. El título de la misma, Que no se enoje el Paraná llamó
profundamente la atención de muchos y sobre ello hablamos con él autor por
teléfono.
“Que no se enoje el Paraná habla de la reacción de la
naturaleza a todo lo que el hombre hace para alterarla o perjudicarla. La
humanidad arrojando desechos tóxicos y basura. La naturaleza es representada
por nuestro querido río Paraná. En la música se oyen dos motivos musicales que
representan a dos personajes, el hombre
burlón que se dirige a la naturaleza y el imponente río”, así describió Kike
Álvarez sobre su propia obra.
Cabe destacar que él es violinista, pianista, compositor y
director de orquesta. Nació en la ciudad de Encarnación, ciudad situada al sur
de Paraguay en la frontera con la ciudad de Posadas, Misiones – Argentina.
Creció mirando el río Paraná. Para conocer el germen de su
obra hay que remontarse – literalmente – a los años de su infancia. Hubo un
tiempo que vestía pantalones muy cortos y se iba al patio de un colegio que estaba
frente a la terminal de ómnibus de Encarnación. En ese lugar iba hacer volar la
pandorga. Un día estaba remontando de lo más bien pero un momento se corta el
hilo y la pandorga fue a parar atrás de la terminal. Era niño y tenía prohibido cruzar la calle.
Tenía permiso para ir hasta la escuela nomás.
Como buen niño desobediente se atrevió a cruzar la calle
para buscar su pandorga. Del otro lado de la terminal hay una bajada y está la
parte más antigua de la ciudad. El casco original si se quiere de Encarnación.
Desde ese lugar apreció la ciudad pero también se amplió ahí su visión al ver
el imponente río Paraná. “Era un cuadro de una obra inmensa”, recuerda ahora
que viste pantalón largo y sigue viendo como se extiende el manto de agua azul.
Quizás ya estaba completa la imagen pero como si fuera poco pasó el tren. La imagen de Kike Álvarez se completó con el paso del tren Carlos Antonio López. Lo vio y lo pudo escuchar con todo su potencial, el tren – en el decir de Juan L. Ortiz – creció en él con su paso firme, con los años y su música. “Ese fue un momento crucial de inspiración que pude para plasmar, hacerlo cuento y después música”, afirma en esta charla.
Recorridos
de la obra
El río Paraná es uno de los ríos más grandes del mundo.
Paraguay tiene otros ríos potentes como el río Paraguay y Pilcomayo, pero Kike
Álvarez creció viendo y sintiendo de alguna manera el río Paraná. Su obra fue
estrenada en el 2016, en un encuentro de jóvenes directores que realizó la
Orquesta Sinfónica Nacional, en ese momento dirigida por el maestro Juan Carlos
Dos Santos.
El maestro Dos Santos fue quien incentivó a Kike a terminar
la obra que tenía en proceso. “El maestro me preguntó sobre la obra que estaba
escribiendo, me alentó para que termine. Ahí terminé y fui a presentarla. En el
2021 presenté la obra para competir por el premio nacional de música sinfónica
de Paraguay. Obtuvo el primer premio. Ahí ganó la música, no gané yo sino que
ganó la música”, afirma hoy entusiasmado. Es una obra que los músicos de su
país la conocen. Kike sueña ahora que la obra se siga difundiendo a nivel
región y a nivel mundial.
Cuento - El Paraná
Es un gigantesco y caudaloso río que en su manifiesto
representa a la naturaleza a través de la música y las profundas imágenes de dicho
río.
En esta historia tenemos 2 personajes cruciales que son:
Nuestro distinguido río, representado por el acorde del
Paraná (música) y la burla del hombre (ser humano) que no respeta a la
naturaleza, representada por un motivo musical (imágenes de la basura y
construcciones sobre el río).
Ambos personajes empiezan el diálogo musical y van
desarrollándose, extendiendo cada uno su discurso.
La burla grita y se expone, el Paraná se impone, esto se reitera 3 veces hasta que la burla consigue aliados, pero la naturaleza es, y será siempre, mucho más grande y fuerte.
El Paraná empieza su movimiento a través de la música e
imágenes, la burla canta a la par utilizando recursos musicales del mismo
Paraná, también aparecen personajes secundarios como: personas asustadas,
animales desorientados e imágenes tanto de la naturaleza como del desorden
hecho por el hombre.
En representación de la burla, a través del hombre, tenemos
a un personaje (actor hombre) llamado José, que incita a que la naturaleza sea
siempre violentada y abusada, lo cual demuestra su maltrato a animales y
plantas, altera cauces hídricos, impone la deforestación, crea falsos
protectores de la naturaleza, finalmente por intereses monetarios, justificando
con la mentira del progreso y el desarrollo.
El Paraná es también un personaje “ficticio” llamado Yguazú
quien manifiesta su majestuosidad en todo momento a través del mismo acorde y
las imágenes de la profunda naturaleza como, a pesar de tanto desorden puede,
de igual manera, mientras dormimos, limpiarlo todo, cuidarse y cuidarnos.
De igual manera, demuestra su enojo hacia tanto mal y tanto
maltrato, que nos da un presagio de lo que podría pasar si es que no detenemos
todo esto que plantea el “hombre”. A la cual la burla insiste con su idea, de
que el Paraná siempre es muy determinante.
El Paraná empieza otro tipo de movimiento en forma de fuga,
conectando a sus especies; animales de gran porte, árboles, viento, aves y
recursos naturales que pueden llegar a lo más alto, viendo todas las cosas que
planea hacer la burla a escondidas.
En esta parte, el Paraná se encuentra en un estado irregular con sus olas y una suave pero presente brisa, en donde aparece, poco a poco, un nuevo personaje llamado “Carlitos” que sería el tren a vapor (música e imágenes) quien, con solvencia y sobriedad, se trae consigo un nuevo perfil de lo que sería el progreso.
El Paraná lo acepta, lo abraza y lo acompaña con una
Guarania oculta. Detrás de este, aparece
un nuevo personaje mujer (soprano lírica) llamada Itacuá como la parte
religiosa, creencia de los hombres, sublime alegoría de lo que ella nos diría
“no se preocupen, todo estará bien, que así sea (amén)".
Ella también escuchó todo lo sucedido antes, por lo tanto,
su canto se basó también en aquello.
Es el momento en que ella invierte el motivo musical y La
burla escondida, ¡es descubierta!
En donde el Paraná se enoja y demuestra toda su furia en
defensa de lo que nos acecha.
La discusión entre nuestros personajes se van alterando de
manera creciente, Itacuá ve que se avecina la gran tormenta y huye cantando el
motivo musical de la burla, es allí en
donde el Paraná se impone absolutamente sobre la burla del hombre y demuestra
lo que había presagiado algún tiempo atrás, y con truenos y golpes, a la puerta
del destino, la toca 3 veces en forma agresiva y 3 veces un poco más suave.
Aquí es donde vemos llegar a la gran tormenta basada en un movimiento armónico
intenso de la parte musical e imágenes (quintas disminuidas y cuartas
aumentadas).
También se oye el primer canto de Itacuá, pero de una manera
menos armoniosa, más sufrida e intensa (percusión).
Podemos apreciar el desorden causado por La burla del hombre
y la misma naturaleza alterada y fuera de sí.
De esta manera, vemos cómo la tormenta se lleva todo, tanto
a los pájaros, personas, escombros y al mismo tren Carlos A. Lopez en donde
colisiona y aquí nuestro personaje a vapor deja de existir.
La burla, como si nada, vuelve a emitir su llamado, a lo
cual el Paraná le responde de la misma forma que siempre.
En la siguiente escena vemos cómo el Paraná está de manera
irregular como antes, con sus olas y ventisca, a lo cual el motivo de la burla
afectó a los seres humanos y la cantan con dificultad, también podemos
distinguir a la guarania oculta, así como los acordes del Paraná haciéndose
sentir siempre.
Nuevamente la burla, con un aliado, pretenden emitir su
llamado, a lo que logran nuevamente e incluso más agresivamente, la reacción
del Paraná, al final sentimos como el movimiento musical representa ya todo lo
expuesto anteriormente; personas corriendo ocultándose, animales huyendo,
pájaros migrando, en un absoluto alboroto y desorden oímos el último grito de
la burla, ya débil y anciana, a lo que el Paraná le responde con la mismísima
vitalidad que la primera vez.
Fin
Está más que claro que no tenemos ni idea de la edad que
podría tener la naturaleza ni cuánto más podría estar aquí, solo sabemos que la
vida humana es solo un pequeño soplo a su paso.
Kike Álvarez