Días atrás estuvo en la ciudad de Resistencia Seba Ibarra. Sonrisa amplia, atento, de movimientos rápidos, ese mismo día tocaron los Núñez con Ruiz Guiñazú, mientras estos probaban sonido nosotros hablamos de su presente. De su primer disco, Collage del río comentó que “en un momento, cuando comenzamos a investigar sobre chamame notamos que el río habla directamente en chamame, ya como el río mismo. El río te canta las canciones. Cae de maduro – espiritualmente - que el chamame va existir y existió en una relación intima con el río”...
Por paulo ferreyra – especial para corrienteschamame.com
Estamos en el Auditorium de la Casa de las Culturas en Resistencia. El clima afuera ha cambiado, comenzó a llover y faltan 45 minutos para el concierto de Seba Ibarra y los Núñez con Ruíz Guiñazú. Seba prueba sonido junto al percusionista Alfredo Montenegro. Nos vemos, sonrisa mediante y abraza de por medio. Nos ubicamos al final de la sala, los teléfonos amagaron interrumpir por momentos la charla pero no lo consiguieron.
En la noche Seba iba a tocar pocas canciones, temas de sus discos Collage del Río y Palimay, nada del disco que está promocionando por el momento con Mauro Siri. Entonces arrancamos por ahí.
¿Cómo surgió este disco con Mauro, Tierra Verde?
El disco Tierra Verde decimos que es un disco infantil pero es para todo la familia. Lo hicimos con Mauro Siri y era un desafió porque teníamos canciones guardadas hace mucho tiempo. Son canciones que hice para mi hijo o para chicos con los cuales trabajaba en los talleres que hacía de música. Entonces iba armando canciones en base a lo que iban diciendo los chicos o en base a lo que yo veía de ellos. Era una parte divertida, en este disco trabajé como si fuera un compositor, un cantante o músico, suena raro porque en mis discos siempre trabajé como productor. Siempre estoy trabajando en todos los detalles, en la parte de la canción, el estudio, a qué estudio íbamos a ir, cómo íbamos a fabricar los discos y eso en este disco lo hizo otro. Entonces – para cualquier músico – sería un disco más, pero para mi fue tan divertido hacer que siento que es más de Mauro Siri que mío. Es un disco mío pero lo hicimos comunitario, entre varios.
En tus composiciones siempre hay cosas sociales, ¿por qué?
Esto me di cuenta después . El disco que haces referencia es Palimay, todavía en este momento vengo cayendo de dónde sale ese disco. Son cosas que pasaron en esta región y en el país.
Donde también hay una fuerte presencia del folclore nacional.
Es bueno que a pesar de todo hayamos sabido apreciar nuestra música, dejando de lado el bombardeo mediático que recibimos de otros corrientes artísticas. Hubo un momento en el que el folclore era lo que más se escuchaba en Argentina, 50 o 60, fue un momento de auge del folclore así como se lo conoce. Después vino el auge de otras músicas, algunas venidas de afuera, después el rock, después la cumbia. Ahora en este momento, debido a algunos músicos en particular se vuelca la mirada sobre el folclore con la mezcla de instrumentos nuevos y las nuevas tecnologías.
Cabe remarcar que se está abriendo camino en los nuevos paisajes, porque el paisaje común del campo ya se mezcló bastante con otras cosas que vienen de la industria. Yo he mezclado mucha cosas en mis discos siendo un poco tierno también, en mis canciones el paisaje no esta tan intervenido. Por eso un barco, una bicicleta y tractores, cuando hay un apagón de electricidad, las cosas que nos rodean están muy metidas en mis canciones.
Hay imágenes que siempre están en nuestra mente. Por ejemplo cuando se corta la luz y sos pequeño. Cuando pasan los autos y estas así a oscuras y pensas que ya vuelve la luz pero no, es el auto. Uno conversa con los vecinos y hay una vecina que te gusta, cosas así son las que trato, quizás no estoy hablando de ahora, de una netbook o de un celular, cosas sencillas que siguen pasando y que están relacionadas con cosas que están instaladas, la electricidad está instalada. Yo toco con los instrumentos eléctricos entonces está bueno hablar de eso, porque forma parte de mi mundo. Eso fue siempre una postura.
En el chaco estamos muy abiertos a los ritmos folclóricos, todo eso también está volcado en tus discos. Es intencional o sale solo.
Es un poco inconsciente, porque si fuera consciente debería tocar bien cómo se toca un chamame, bien como se toca una chacarera, debería saber bien como son esas cosas. En realidad yo las hago por instinto. Porque no quiero captar como se toca realmente sino quiero transmitir la sensación que produce un chamame, no tocar como se toca realmente un chamame. Pienso que habrá otras personas que tocarán realmente bien un chamame. Lo mío es buscar el camino, permitir que mis influencias salgan tranquilas, y eso me permite estar en el Chaco como decís vos. Porque el Chaco es un poco esa mezcla de cosas que no se define bien si somos guaraníes, te vas más cerca de Santiago y la influencia de esa provincia es tremenda, el acento de la gente como habla es increíble. Te vas para el sur y la cosas es más santafesina, tirando más a lo porteño. En cuanto al acento como se habla y eso como uno habla también sale en la música – en el sonido que le vas dando a las cosas. Entonces mi música sale así, esto me lo permite mi ser chaqueño.
En tu primer disco apareció Pseudo,¿ te gusta ese chamame, se puede decir que fue El Chamame que compusiste, con mayúscula?
Bueno ese tema Pseudo habla justamente de que no se tocar chamame. Ese tema salió una noche pensando un poco en mi vida. Tengo un tío de los Santos Rodríguez, él canta con Coquimarola. Muchas noches de mi infancia se armaban unas fiestas en la casa de mi tía muy interesantes. Ese sonido y eso de tocar chamame toda la noche. Lo que quise hacer es transmitir esas sensaciones, más que lo que tocaban.
Y te explico algo que no le expliqué a nadie. Yo tenía una banda de rock en Resistencia, “A la delta” se llamaba. El guitarrista de esa banda era mi mejor amigo. Sigue siendo mí mejor amigo. Yo consideraba que con él la banda estaba realmente formada. Él se fue a Machagay, se casó y se fue para allá. Después la banda se terminó, porque todos tuvieron que hacer diferentes cosas. En un momento yo me encuentro lejos de Resistencia, estaba en Buenos Aires en ese momento. Entonces digo voy a empezar a hacer otra cosa. Yo tocaba rock con él y seguí tocando rock con otra gente. Pero llegó un punto donde dije voy hacer otra cosa. Me siento hacer un tema y lo primero que se me ocurre es dedicarle a él que está lejos en Machagay. Entonces esto sale como una carta, mira amigo este chamame – que no es chamame – pero voy a ir por acá. Una cosa de “te cuento amigo mío que voy a ir por acá con la música. Escribo y sale el chamame, te lo dedico y le digo a la gente que no es un chamame verdadero, para que ya se abstenga de pensar que es un chamame. Salió así. Eso marca un punto de inflexión. Fue uno de los primeros temas que salió.
Esto que mencionabas antes tiene que ver también con los conceptos y aquellos chamameceros que de algún modo abren la puerta para decir quién es o no es chamamecero.
Yo no me la doy de chamamecero y esto tiene algo bueno. Por ejemplo, yo puedo ver como se toca desde hace años el chamame y tener la conciencia de eso, entender la música y la gente desde esa perspectiva. Tengo mi carta de presentación a flor de piel.
Ahora en Corrientes hay algo en particular que no permite que otro se venga o se acerque así nomás. Raúl Barboza o Teresa Parodi, chamameceros que no son de Corrientes y que no se sabe bien qué onda con Corrientes. Bueno, lo de Teresa más particular todavía porque ella nació ahí. Para mí lo ideal sería mantener lo tradicional y a su vez abrirse para las cosas nuevas. Instalarse en Corrientes es difícil, porque Corrientes defiende mucho su chamame. Yo no vengo a cambiar nada, se lo dije una vez a un señor – yo agarro algo que ya esta y lo uso para explicar un paisaje, quizás, o para explicar una situación. Cada provincia tiene sus virtudes y sus defectos también.
Algo que se nota en tus discos y en tus presentaciones en vivo es la buena onda, el optimismo. ¿Por qué?
Es una apuesta. Durante un tiempo – y viendo distintos materiales - te vas enterando de cosas que nos agobian y porque teniendo tanto sufrimos generalmente. Entonces creo que una de las cosas que pude captar o aportar es preguntando – sabiendo lo que nos pasa – ¿cómo lo soluciono? Entonces me di cuenta que no de las cosas que falta es la estima y que esas cosas están al alcance de tu mano. Algunos están todo el día mirando qué buenos autos tienen en Estados Unidos y no se dan cuenta de las cosas valiosísimas que tienen a su lado. Para colmo si te das cuenta no se lo decís al otro, no lo tomas como un valor, porque estamos permeables a otras culturas. Mi aporte es eso, ver con optimismo las cosas que están buenas y vamos a cuidarlas, porque si perdemos eso la cosas va hacer más fea todavía, por eso el optimismo y la buena onda si se quiere.
En algunos casos ponemos canciones que no son tan buena onda pero viéndolo desde un punto de vista así, esto es lo que hay, fíjate. Hay que cuidar.
En todo esto hay un diálogo muy importante entre la música y los textos. Estás preparando un disco nuevo, este sí sería el tercero.
Estamos trabajando en el tercer disco. Este disco se aleja más incluso del primer disco que fue el más chamamecero de todos. En un momento en que hacíamos investigaciones sobre el chamame, descubrimos que el río habla en chamame directamente, ya como el rio mismo
En ese disco –Collage del Río – está el tema “Niño Paraná”, entre otros.
Claro, esas cosas tiene ese disco, el río te canta las canciones. Cae de maduro – espiritualmente - que el chamame va existir y existió en una relación intima con el río. Lo que paso en el segundo disco es que quise hablar más de Resistencia como ciudad, una ciudad más o menos grande que está a la costa del Paraná, con lagunas, con toda su idiosincrasia y sus colectivos. Ahora el tercero es un poco más amplio. Vamos un poco más por la música. Esa fusión se mezcla más lo latinoamericano y hay cosas que vamos a tratar de meter. Es una apuesta importante. Hay otra vez una cosa que se parece a un chamame y porque esta bueno seguir por ese lado para marca la identidad. Porque sale y porque hablamos de algo de acá. Yo voy a hablar del chamame que va directo al corazón. El tercer disco mezcla central en el medio del chaco, donde no se define bien si es una chamame o una zamba, si es algo que viene de Brasil, de todas las influencias del chaco. De todo lo que escucha uno por estas latitudes.
¿Un pequeño adelanto nos podes dar?
Una letra de un poeta Chaqueño que vive en Corrientes. La poesía se llama “Cero”, es de Tony Zalazar. En la poesía habla de cuando era chico y mato un colibrí para hacer una especie de té para el dolor de muela. Entonces se le mezcla las palabras y empieza un chamame especie cumbia medio vieja. Hay palabras dadas vueltas porque el recuerdo se le hace tan fuerte, que se mezclan las palabras, se le mezcla la pluma cuando la está hirviendo con las palabras, esta bueno el concepto. Quizás antes de tocarlo haya que explicarlo un poco. Es una mezcla de chamame muy antiguo, cuando uno trae el recuerdo de antes y se mezcla con las cosas de hoy. Tony Zalazar es de Barranqueras, y me imagino su vida de chico sonando en las radios esas cumbias viejas y el chamame viejo, chamame de antes, mezcla de música de barrio.
Groso Seba Ibarra! sinestesia para mis sentidos!
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