sábado, 26 de noviembre de 2011

“El público es ingrato con los artistas locales”


El Instituto de Cultura de Corrientes declaró de “Interés Cultural” la obra teatral “se me murió entre los brazos”, de Alberto Drago y dirigida en esta provincia por Hernán Sfiligoy.  “Es política del Instituto apoyar las actividades que revaloricen las cualidades artísticas de los jóvenes y favorezcan su integración tanto a nivel provincial como nacional”, reza la resolución Nº 0955 del presente año.

por paulo ferreyra

La obra “se me murió entre los brazos” obtuvo el segundo lugar en la Fiesta Provincial del Teatro 2011, mejor actriz Mirta Buseghin, mejor diseño de iluminación Ariel Courtis y mejor escenografía Hernán Sfiligoy.   En esta oportunidad la presentación tuvo el gran aditamento de contar con la presencia del dramaturgo Alberto Drago. 

Se me murió entre los brazos” es una comedia de humor negro que cuenta la historia de dos hermanas docentes jubiladas que viven juntas en una antigua casa y cuidan de su padre enfermo. “Tata Juan”, como lo llaman, está en los últimos momentos de su vida y sus hijas  ¿han decidido?  velar por su salud día y noche hasta que él las abandone.  Actuaron Tuqui González Villan, Mirta Buseghin y José Flores. Técnica: Gastón Alexis López.  Dirección General y Puesta en Escena: Hernán Sfiligoy. 
  



“El público es ingrato con los artistas locales”


Alberto Drago es un reconocido dramaturgo argentino, dedicado también a la actuación, la docencia, la televisión y la radio. Caracterizado por escribir textos de profundo contenido nacional y reiteradas denuncias sociales, en 1981 fue uno de los impulsores de teatro abierto, en contra de la dictadura militar. Es socio fundador del Club de Autores y fue dirigente de Argentores en dos oportunidades, lo que facilitó la publicación de muchas de sus obras, entre las que se encuentran “Sábado de vino y gloria”, “Se me murió entre los brazos”, “Historias alegremente crueles”, “La Navarro” y “El que me toca es un chancho”.


Llegó unos minutos antes de que dieran sala, vestido de negro y una sonrisa silenciosa Alberto Dragó no esconde su humor en ningún momento.  “Al decir verdad no sé porque la obra tuvo este fenómeno en todo el país, la han hecho grupos de teatro de Misiones, Chaco, Santa Fe, Mendoza, Buenos Aires, Corrientes y ahora también se está por estrenar en Comodoro Rivadavia.  Después en otros lugares donde posiblemente no me llegue la información”.

Una de las claves de “se me murió entre los brazos” es el humor.  Alberto no esconde esa faceta a lo largo de la charla, aunque advierte que también es necesario resaltar “los manejos de poder que siempre son interesantes”.  Los personajes son dos maestras jubiladas, dos mujeres grandes, solteras, la estrené por primera vez en 1978.  Después me pidieron que alargue la obra pero eso no podía hacer – advierte el dramaturgo – entonces escribí una segunda parte donde aparece un pretendiente de estas hermanas, un italiano.  Esa obra se estrenó nueve años después de la primera.  La gente lo toma a la chacota y se ríe, es un dialogo interesante entre lo que dicen y no dicen. La gente se ríe tanto que es evidente que todo está hecho en son de broma. Le dije a Hernán que monte después la segunda parte”.

Consultado Alberto por el juego de lenguaje que aparece en la obra y sostiene que son cosas que “aparecen naturalmente.  Siempre me alabaron mucho el diálogo, la forma en que hago los diálogos, cómo encuentro los remates para el humor”.  El dramaturgo hace silencio, bebe su café lentamente, después dispara que todo tiene que “ver con la psicología del humor que existe en el país, con las particularidades de cada región o provincia”. 

Alberto Drago está de paso por Corrientes también trabajando con dramaturgos locales.  “Me convocaron para trabajar con gente que pueda crear y a la vez estimular dramaturgos.  El año que viene volveré porque la idea es que el curso termine cuando los participantes puedan presentar una obra breve con autores y directores locales”.  En relación a los dramaturgos de la región del litoral sostiene que “está un poco detenido el lanzamiento.  Porque a veces tienen que juntarse un director, un grupo de actores, escenógrafos, músicos y es difícil conjugar todo eso.  Además el público es ingrato con los actores locales, aparece un compañía determina y la gente paga más de 100 pesos una entrada.  Los grupos locales tienen localidades de 30 o 40 pesos, son muy accesibles.  Claro que hay que advertir que esa ingratitud con los autores regionales también se ve en Buenos Aires, hay salas que no pueden mantenerse por la asistencia del público”.
Hernán Sfiligoy leyendo la declaración de Interés Cultural a Alberto Drago, actores y público en general.


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