lunes, 19 de marzo de 2012

Chamame adentro


Prof. Enrique Piñeyro
Hace apenas unos meses atrás fue presentado el libro “Historia de la poética chamamecera” del Prof. Enrique Piñeyro y Héctor Ramón Brisigheli.  En esta charla el Prof. Piñeyro brindó detalles de cómo trabajaron para recopilar el material, de los músicos y poetas que fueron constituyendo al cancionero popular.  Sobre el final también analizamos su experiencia en la Cátedra Libre de Chamame brindada en la UNNE, donde entre otras cosas agradeció a FM Dorado por transmitir en directo las clases. 



Por paulo ferreyra especial para corrienteschamame.com



¿Cómo surgió la idea de hacer este libro sobre la poética chamamecera?

La idea es de dos amigos, quien te habla y Héctor Ramón Brisigheli.  Siempre decimos que estamos hermanados  no sólo por ser correntinos sino porque juntos ya hemos escrito otros libros.  Chamameceros, por ejemplo,  es un libro que hicimos sobre poemas y recuerdos.  En este nuevo libro nos unió la historia de la poética chamamecera, las líneas o vertientes líricas que tiene la música a través del tiempo.  Hemos hecho una antología de los temas y de los poetas más prestigiosos.  

La búsqueda de material abarcó diferentes fuentes, como revistas, discos, partituras, entre otras.  Este trabajo nos llevó más de cinco años, seleccionamos tres mil canciones, que eran para hacer tres tomos de libros.  Finalmente seleccionamos unas 680 que son las que se publicaron en el libro con la inclusión de algunas biografías de los más destacados artistas.  El origen es desde la fonografía del chamame, que arranca a partir de 1940. 

Son tantos los poetas y la riqueza que encontramos que era imposible poder abarcar todo.

¿Cuál fue el criterio final para la inclusión en el libro?

El criterio de la poética fue la popularidad, la vigencia de ciertos temas de Cocomarola por ejemplo.  KM 11 fue grabado en 1942 y aún tiene popularidad y vigencia, quien no lo conoce y quien no lo canta.  Lo mismo pasa con temas de Ernesto Montiel y la suma de poetas que colaboraron con él como Isaco Abitbol y Heraclio Pérez.    

Otro creador es Mario Millán Medina.  Él es muy raigal y muy tradicional.  En él se ve la correntinidad, costumbres, usos, nombres, personajes,  prototipos, escenas, son pinturas y representaciones de la vida del pueblo.  Mario Bofill es el continuador de esa línea. 

Tapa del Libro
Después analizamos la temática.  Ahí aparece en un lugar destacado el amor; el amor a la mujer amada, a la madre, a la familia, a la amistad.  Después el paisaje, el pago querido, el terruño, que son los temas que más se encuentran.  A tal punto que llegamos a condensar que los 25 departamentos tienen sus temas y muchos parajes también lo tienen.  Después vienen los oficios, el hombre de campo y su tarea diaria, el agricultor, el chacarero, el techador, el tropero, el pescador, mariscador, entre otros.  Oficios que quedaron plasmadas en poesía y canción.


¿La fe seguramente también tendrá su lugar destacado?

Desde luego, hay mucha referencia a la Virgen de Itatí pero por ejemplo hemos llegado a encontrar  87 canciones a la Cruz Gil.  Después que cerramos el libro nos han acercado otros poemas que desconocíamos. 

De la Virgen de Itatí hay registros de Pocho Roch, Cocomarola, Los Hermanos Barrios, entre tantos otros.  En la religiosidad popular se exhiben algunos santos profanos como Olegario Álvarez y Aparicio Altamirano. 

Cada Santo Patrono de los pueblos de Corrientes tiene también su chamame, por ejemplo Mburucuya, un chamame hermoso de Papi Miño dedicado a San Antonio. 

Piñeyro hace una pausa, piensa un momento y expone que hay “grandes experiencias de vida que están plasmada en la poética chamamecera.    Los hechos que van teniendo un concepto de correntinidad, en todos los temas hay una preservación de la fauna y la flora de la provincia.  Hay cánticos dedicado a la fauna del Ivera, después también a las creencias y supersticiones que se transforman en leyendas.  Es difícil explicar y contar en detalles todos los temas que incluye un material tan profundo.

Quisiera agregar que nosotros rescatamos juntos con otros temas la cultura del trabajo.  Hay un tema de Mario Millán Medina que señala muy bien la invitación de un amigo a otro para  hacer un recorrido por Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco y volver a Corrientes.  El tema se llama “Cochesa Ja Esquila”,  es una excelente historia donde los hombres van aprovechando las distintas cosechas que hay en cada provincia del litoral en las diferentes estaciones del año. 


Hasta el momento están presente los referentes, ¿qué pasa con los más jóvenes?

La poéticas está marcada por poetas que fueron musicalizados, el caso más notable fue de Marta Quiles.  Hay poetas urbanos que ya han estudiado en los conservatorios de música de la ciudad que dan cuenta de esa realidad urbana.  Hay en distintas provincias también donde los poetas van describiendo su entorno. 

El otro día charlando con Mario Bofill me preguntaba “vos que andas escribiendo libros – me dice – qué es el chamame urbano”.  El chamame urbano – le contesto – es lo que estás haciendo con temas como “Estudiante del interior”, esa es la vida urbana de un joven que viene a Corrientes a estudiar. Que no sabes si termina o no de estudiar.  El chamame que pinta lo que nos pasa hoy a los que vivimos en la ciudad, se trata simplemente de estas cosas. 



“Tomar la Cátedra fue una distinción”

Sobre el final de la charla el Prof. Enrique Piñeyro manifestó que “Fue un compromiso y una distinción que desde la Universidad Nacional del Nordeste me hayan elegido para guiar la Cátedra Libre de Chamame.  La intención fue reflejar en un cuatrimestre la historia del chamame.  Eran veinte encuentros, donde reducimos los temas que fueron contados y cantados en casi todos los encuentros.  Fuimos aprovechando las clases donde había un músico que iba contando sus experiencias como Pocho Roch, Salvador Miqueri, Coquimarola, entre tantos otros que han podido estar”.

“Fueron encuentro directos entre los músicos y los alumnos.  Las experiencias de los músicos son parte de una problemáticas social, vocacional y económica también porque mantienen un estilo de vida que involucra a toda su familia.  A los alumnos del curso no los llamé así sino participantes, porque eran un grupo importante de gente.  Al final podían hacer un trabajo de investigación a modo de historia de vida, he recibido muchos trabajos.  Hay buenos materiales sobre todo de conjuntos y poetas olvidados.  Esto servirá de base para continuar difundiendo el chamame”. 

“En las clases estuvieron los jóvenes Gabriel Cocomarola y César Frete.  La universidad nos brindó en extensión universitaria una excelente sala. Los 20 encuentros fueron inolvidables.  Se contó con el apoyo de FM Dorado, sin que nosotros lo pidiéramos ellos grabaron toda la clase y la reproducían por su radio.  Esto permitió que mucha gente a la distancias pudiera seguir las instancia de la cátedra.  Quien no pudo venir fue Coqui Ortiz y sentí mucho porque su poética es importante para entender la nueva corriente del chamame.  Fueron lecciones para todos”.

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