lunes, 26 de marzo de 2012

“Laburo para ser quien soy”


Días atrás estuvo en Resistencia Mauro Bonamino.  En septiembre del año pasado el músico Ituzaingueño editó “Atemporal”, aquí brinda detalles de cómo surgió y el concepto que adquirió el mismo.  “El disco aporta colores que yo creo que no tienen que ver con el chamame fusión, es chamame que hay ahora y nada más”, advierte.    En la solapa del disco el escritor Miguel Raúl López Breard manifiesta que “Mauro no es una promesa, es una realidad enjoyada con el don de los elegidos que vino para nuestra honra a avivar el orgullo de los correntinos”.


por paulo ferreyra especial para corrientes chamame.com


- ¿Antes que nada quisiera saber cómo va esta etapa de siembra del disco?

La verdad que está yendo muy bien.  Muy contento con este disco que se editó en septiembre. Incluso antes que se edite ya nos había dado una alegría porque pudimos estar en el Festival de Chamame de Invierno.    
Es un chamame de prestigio con una cartelera reducida.  Es importante forma parte de este movimiento con gente que uno admira y de la cual cuando era chico compraba los discos.  Aún hoy seguimos comprando disco de nuestros referentes.  Para mí fue el resultado  de hacer música lo que me llevó al festival y hacer música es lo que me llena todos los días.  Siempre trato de ser sincero con el público mostrando composiciones y versiones de temas.  Busco la vuelta para que se comience a expandir el chamame.  Mucha gente ya trabajó en eso pero es importante seguir difundiendo el chamame.

Me siento orgulloso por el grupo, llevo su tiempo grabar y que antes de salir el disco estemos en ese festival de invierno fue realmente algo importante. Además después estuvimos en la fiesta del chamame en el Cocomarola.  Nos está yendo mejor de lo que esperábamos.

- En el disco hay composiciones tuyas y clásicos del género, ¿cuál fue el concepto para armar este materia?

Bueno el concepto del disco nace un poco con el nombre del disco,  “Atemporal”.    Me pasaba a menudo de encontrar muchas similitudes con gente mayor – como mi abuelo Secundino Martínez– o Paquito Úbeda, Roque Gonzáles, encontraba similitud entre los jóvenes y ellos.  Con toda la brecha que hay en el medio, siempre me inspiraron esas cosas creativas que ellos tienen para componer, cada uno de ellos marcó su forma de tocar.  Además formaron parte de una época donde había que distinguirse el uno del otro, una sana competencia, mi abuelo tocó con mucha gente, con Mauricio Valenzuela, Rodolfo Barboza, con mucha gente.    Atemporal surgió así y ahí está el sonido del disco, una formación criolla, bajo, guitarra y acordeón, salva en “Yarará” que aparece una guitarra eléctrica. Una mezcla de sonido criollo y contemporáneo, sin perder la raíz, respetando el sonido de la madera de nuestra música.  El disco aporta colores que yo creo que no tienen que ver con el chamame fusión, es chamame que hay ahora y nada más.

- En el disco están “Apipé”, “La Partida”, entre otras composiciones tuyas.  ¿Sin embargo por las repercusiones “Yarará” es el tema clave del disco?

Puede ser, a mí me llamó la atención porque yo lo quería poner primero en el disco.  Pero sucede que siempre a los lugares donde voy toco hasta tres veces Feliciano Orilla de Ernesto Montiel y Ambrosio Miño, así que puse primero ese tema.  Pero “Yarará” lo pusimos tercero, como para que la gente vaya escuchando el disco y se encuentre con este tema.  Me llena de alegría porque sé que en Buenos Aires hay una radio que lo está usando para unos spot y mucha gente que ha escuchado el tema por internet o porque había visto videos.  “Yarará” es el tema del disco, estoy feliz porque es el tema referente del disco y es mío.  Eso me satisface muchísimo, fue tomando forma con el pasar del tiempo y hasta cuarenta minutos antes de grabar hicimos el último arreglo.

- ¿Cuéntanos un poco cómo nace “Yarará”?

Yarará nace de una cuestión dura.  Soy de Ituzaingo y llegué a Corrientes para estudiar.  Te cuento antes que los Ituzaingueño nunca venimos a Corrientes hacer un trámite sino que vamos a Posadas, porque nos queda más cerca.  Cuando llego a Corrientes a vivir y me encontré con la situación de la gente que vi en la calle me llamo la atención. En los pueblos la gente humilde que vive en la calle son personajes del pueblo, uno lo ve a diario y todos le ayudan, en ese contexto del pueblo sufren menos.  En ese marco vi que la gente de la ciudad que vive en la calle la pasa mal, la pasa muy mal en la calle,  me chocó mucho esa realidad de la ciudad.  Después el código de la ciudad, como cuidándose las espaldas, “no te metas”, llegué a los 19 años a Corrientes.  Me dio la sensación de que está todo bien pero no.  Sentía que tenía que tener alerta esa dosis de veneno para defenderte.  Entonces “Yarará” es una imagen netamente urbana de la ciudad. 

- ¿Qué significa para vos lo que ha escrito Miguel López Breard para el disco?

Cuando leí atentamente lo que escribió miguelito, así le digo porque tenemos mucho afecto y él vive a dos cuadras de mi casa en Ituzaingo.  Me llamó mucho la atención la manera con la que el describió ciertas cosas, “una realidad enjoyada”, me remontó a la primera referencia de acordeón que tengo que es a la abuela de mi abuelo, que no la conocí obviamente, doña Ojeda era acordeonista.  Después vinieron muchos músicos. Hasta mi mamá que es profesora de piano.  Me remontó a esa nostalgia de algo que nunca viví, hay un punto donde se terminan los libros.  En la casa de mi abuelo siempre había chamame.  Esas cosas se mantienen, nunca nadie me obligó a escuchar el acordeón. Siempre supe que quería ser músico.  Cada uno sabe dónde está parado, soy consciente del hilo conductor que hay detrás y laburo día a día para ser quien soy. 

- Por último te volviste a vivir a Ituzaingo, ¿cómo juega eso en la vida del músico?

Para mi es ideal, es encontrar el equilibro  que uno necesita, porque estoy en el movimiento que me ayuda a vivir haciendo giras pero a la vez en el medio donde a uno le gusta estar, tengo el río cerca de casa, vivo con mi familia, con mi hija. Lo tengo a mi familia – a mi abuelo cerca. Eso es ideal. Tengo los espacios. Miguel López Breard me decía que la decisión de volver a Ituzaingo es perfecta, me decía, porque si uno tiene buen manejo puede irradiar tanta luz desde el lugar que quiera, sobre todo con la herramienta de la computadora todo es un poco más fácil. Dios nos tira un cable a todos y hay que estar atento a ese cable, no todo va a venir de arriba.

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