El músico misionero Karoso Zuetta acaba de editar el disco Canto Rodado. “Estoy como
gurí con zapato nuevo. Dichoso por el
producto que logramos gracias al aporte de numerosos colegas”, advierte el
músico. El disco está compuesto por
catorce canciones donde se respira un sonido puro, flotan en sus melodías los
arroyos, los ríos y la selva de Misiones.
por paulo ferreyra
El disco Canto
Rodado de Karoso Zuetta está
plagado de composiciones propias,
“Canciones recién cortadas”, “Canto rodado del Moconá”, “Matereré, la
canción del mate”, “Marito de Campo Viera”, “Serenata a mi escuela”, entre
otras. Cuando le consulto qué tema
recomienda escuchar del disco advirtió que “la grilla completa está como me
gustaría escucharlo; es decir, a partir
del primer tema hasta el quinto pueden tener un panorama inicial”.
Karoso Zuetta además publicó el año pasado el libro
“El Cancionista”, bajo el ala de la
editorial del misionero “th barrios rocha”.
Ahí podemos encontrar canciones y partituras del músico. Este libro fue presentado en la 38º Feria Internacional del Libro de Buenos
Aires, el pasado 23 de abril en la sala Javier Villafañe. Al cierre
de la presentación hubo un musical
danzado con Mónica Revinski, Karoso Zuetta y Nerina Bader.
Haciendo uso de la tecnología, nos comunicamos vía
internet con Karoso Zuetta para conocer más en profundidad algunos detalles de
este disco “Canto Rodado”.
- Acabas de editar Canto Rodado, ¿cómo te sentís?
Me siento como gurí con zapato nuevo. Dichoso y orgulloso por el producto que
logramos gracias al aporte de numerosos colegas, algunos de ellos participando
on line desde otros continentes, por ejemplo Gonzalo Gudiño desde París y Jimmy
Ledesma desde Los Ángeles.
- ¿Cómo surgió o por qué el título del disco “Canto Rodado”?
Está basado en el título de una canción, “Canto
Rodado del Moconá”, composición dedicada a la memoria del escritor y periodista
Thay Morgestern. Él llegó a casa un
domingo recién anochecido, hace 16 años, vino a contarme que al sumergir su
cabeza en el río Uruguay, cerca de los Saltos del Moconá, escuchó una música
producida por la piedras que giran en los remolinos. “Tenés que escribirle un tema”, me dijo y se
fue. Pasaron los años y el tema por fin
apareció y terminó dándole identidad al disco.
- En estos tiempos cuando muchos lanzan un material discográfico incluyen
muchos temas de otros autores. Pero en tus
discos esto no sucede. ¿El desafió es proponer
canciones nuevas y mostrar canciones propias?
Tengo una fuerte identidad de “cuentautor”, la que
se forjó por sugerencias de la gente. No es el canto mi fuerte, sino la
canción. Mis seis discos tienen esa línea de cuentautor.
- Dentro de la música los límites -como esas rayas imaginarias que
dividen las provincias y los países- no existen. De igual manera entre ese abanico que va de
la canción, el chamamé, la galopa, el rasguido doble, por nombrar algunos, dónde
estas parado con tus composiciones.
Creo que sitúo mi trabajo en Misiones, es decir,
provincia fronteriza de tres países: Brasil y Paraguay a los costados y por
abajo, Corrientes, república aparte. Mi trabajo parte de la música Mbya como
sustento espiritual, rítmico, armónico y por los instrumentos que utilizo. Se
proyecta desde la galopa hacia el gualambao como visión regional y
latinoamericana y también incluye fusiones fronterizas como el chamamé , el
vanerao, el chotis, el rasguido doble y algunas combinaciones de estos ritmos
entre sí. El común denominador de toda mi obra es la palabra, por eso hay como
un reconocimiento importante a ese aspecto de mi trabajo.
- Dentro de las composiciones del disco encontramos una composición
tradicional de los Mbya “Oré Mbaé”, ¿qué significa para vos esto y porque lo
incluiste en este disco?
Es un tema muy especial por su estructura melódica
y su mensaje. Además de ser el primero que grabamos integralmente en la lengua
Mbya, le sumamos algunas fusiones sonoras que le dan un aire único. “La tierra
es un asunto nuestro, el monte es un asunto nuestro. Así habló nuestro padre
cuando estuvo junto a nosotros y ahora que no está, solo aquí podremos ser
nosotros mismos” - Eso dice la letra, es una maravilla.
- Por último en estos últimos años se ha reivindicado la cultura
guaraní, pero quizás estemos lejos del trato igualitario. Vos que estas más cerca de los Mbya de
Misiones y que a través de tu arte nos pones en contacto con ese universo, ¿cómo
se vive o cómo ven ellos esta relación del pueblo de Misiones y sus
comunidades?
Es un proceso intercultural que se aceleró en los
últimos años, en parte por la difusión de la cultura Mbya y a partir de algunos
espacios participativos que alcanzaron en el gobierno. No podría decir cómo lo
viven ellos todos estos cambios. Nosotros disfrutamos mucho del encuentro con
su arte, en cada ensayo y en cada concierto. Estamos muy agradecidos porque
decidieron mostrarnos su cultura. Una vez un periodista le preguntó a Ceferino,
un cacique Mbya, quién ganaba y quien perdía en este encuentro y él
le dijo que no sabía, pero que estaba contento.
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