Girala Yampey
sostiene que la destitución del Presidente Fernando Lugo en Paraguay ha
significado un duro golpe a la democracia.
“La democracia paraguaya ha pedido.
Fernando Lugo estaba haciendo muchas cosas buenas por esta nación
golpeada desde siglos”. Además repasamos
algunos conceptos relacionados con los medios de difusión masiva de ese país.
Por paulo ferreyra
El poeta Girala
Yampey nació en Quiindy –Paraguay- pero desde los 24 años reside en
Corrientes. Ha publicado numerosos
artículos y poemas en diferentes medios del país y la región. Su último libro es Miscelánea, ahí podemos
encontrar gran parte de su obra literaria más profunda.
“La democracia paraguaya ha pedido. Fernando Lugo estaba haciendo muchas cosas
buenas por esta nación golpeada desde siglos”.
Comenta Girala cuando le pregunto de cómo vive este momento desde la
destitución de Fernando Lugo. “Nuestras
democracias son débiles”, sentencia.
Girala recuerda que cuando Fernando Lugo se impuso en las
elecciones del 2008 por más del diez por ciento del electorado lo hizo sin
estructura política. “Claro que estaba
el liberalismo en esta coalición que lo llevó a la presidencia. El Liberal Franco desde hace poco tiempo
atrás ya se veía como presidente de la república”.
“Lugo estaba haciendo muchas cosas profundas por el
Paraguay. Revisar el contrato que tenía
el país con Brasil por la represa de Itaupú.
Cerrar el grifo a los grandes terratenientes del país que hoy representan
el 20 por ciento de la población y se quedan con el 80 por ciento de la
tierra. Este fue el gran detonante de su
destitución”.
Cuando Lugo comenzó su camino hacia la presidencia lo
apoyaban las bases, “las ligas agrarias y el pueblo que buscaba un nuevo líder
político que los sacara del hambre y la exclusión”. Hoy al actual presidente Franco se apoya en
el congreso, cierto sector de la iglesia y los terratenientes del Paraguay.
“Un grupo de diputados -77 de 80- afirmó al Presidente de la
Cámara baja, Víctor Bogado, que el Presidente de la República, Fernando Lugo,
es el principal responsable de la matanza de Curuguaty. Ahora bien, quien manda y quienes estaban al
frente de este hecho fueron los liberales.
No fue el presidente de la república”, sostiene Girala.
En este contexto el senador paraguayo Sixto Pereira
visitó días atrás el Congreso Argentino y denunció que la destitución de
Fernando Lugo de la presidencia de su país fue un "golpe político
parlamentario" que contó con el aval de sectores opositores. “Se trató de un golpe
político-parlamentario con clara intencionalidad de evitar la integración
de Paraguay a la región, impedir la distribución de la tierra concentrada en
muy pocas manos", aseguró el legislador que integró la Alianza Patriótica
para el Cambio que llevó a Lugo a la presidencia en 2008.
Miscelánea - Tapa de libro de Girala Yampey |
En su mensaje al pueblo paraguayo Lugo sostuvo que no
responde a la mafia de la droga, a grupos económicos o partidos políticos. “Hace muy pocos meses atrás cuando los que
rigen el mundo obligaron a los país latinoamericanos a comprar armas Lugo
sostuvo que el necesitaba comida para el pueblo, no armas. Argentina y Brasil parece ser que si
necesitan armas. Por ello insisto con
esto la democracia paraguaya ha pedido.
Fernando Lugo estaba haciendo muchas cosas buenas por esta nación
golpeada desde siglos”.
Los medios de difusión masiva
En varias oportunidades Girala Yampey había sostenido que la
prensa paraguaya no acompañaba este proceso de cambio en Paraguay. Por ello le acerqué esta información que se
reveló días atrás sobre la prensa de su país.
La Agencia WiKiLeacks reveló un cable del encargado de
Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Asunción, Perry Holloway,
dirigido a Washington con un detallado mapa mediático, como marco de un informe
sobre la libertad de expresión en el país.
Holloway sostiene en estos comunicados que “Los medios
criticaron con frecuencia al Gobierno -de Fernando Lugo- y divulgaron con
libertad los puntos de vista de la oposición, sin censura. Sin embargo, muchos medios reflejan intereses
personales, comerciales o políticos, y los estándares éticos y profesionales
son con frecuencia bajos”. El despacho admite que, “en general, la información es incompleta y la comprobación fáctica no
es rigurosa”.
Uno de los diarios de mayor circulación en el país había
sostenido día antes de la destitución que “Fernando Lugo ni siquiera tuvo la
delicadeza de asumir que los hechos que alentó constituyeron un error. Y como
no piensa rectificar este rumbo, es necesario sacarlo del Gobierno”.
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