Capullito. Hoy 16
de agosto es el día del niño en Paraguay.
Le he solicitado al escritor Girala Yampey si podía escribir algo en
relación a esta fecha tan cara a los sentimientos de su país. Sin embargo está con mucho trabajo y le es
imposible cumplir ahora con este pedido.
Sin embargo sus palabras calaron rápido en este periodista. Girala me manifestó que el mejor homenaje que
podía hacer era escribir algo sobre mi hija.
“Podrás escribir rápidamente algo que esté relacionado con nuestros
instintos sentimentales que se inician al nacer. Los mismos se redoblan cuando
recibimos a otra vida que llega con sus promesas a cuestas. Esa es nuestra
vida, esa es nuestra esperanza y esa la expresión del amor”.
Por paulo ferreyra
Para este día tan
especial, una pequeña introducción de lo que ha sido aquel hecho tan lamentable
para la historia de América Latina y Capullito.
Un apretado y modesto homenaje a todos nuestros niños.
La Batalla
de Acosta Ñu
En el marco de la
Guerra de la Triple Alianza, en la batalla de Acosta Ñu, 3.500 niños paraguayos
enfrentaron a 20.000 hombres del ejército aliado. Por la masacre producida se conmemora ese día
como el "Día del Niño" en Paraguay.
Relata el diario ABC de Paraguay que “era en tiempos de la
Guerra de la Triple Alianza. El conde DEu y el ejército imperial de Brasil
salieron con sus tropas hacia Acosta Ñu, en donde iba a librarse la batalla.
Era el 16 de agosto de 1869. Los
paraguayos eran 4.500 hombres y algunos cañones; contaban solo con un batallón
de veteranos, el 6º de Infantería; el resto eran niños y ancianos. A los niños
se los disfrazó con barbas postizas. La caballería era escasa. Todos estaban al
mando del general Bernardino Caballero.
Tras la larga lucha, hubo muchas bajas y con ellas una parte importante de la resistencia paraguaya. Solo quedaban niños y jinetes montados en escuálidos caballos. En la batalla de Acosta Ñu, 3.500 niños paraguayos enfrentaron a 20.000 hombres del ejército aliado. En memoria de aquel increíble suceso, donde tanta sangre inocente fue derramada, se recuerda el Día del Niño, honrando a tantos jóvenes mártires y exigiendo protección y respeto para todos los niños y niñas del Paraguay.
Tras la larga lucha, hubo muchas bajas y con ellas una parte importante de la resistencia paraguaya. Solo quedaban niños y jinetes montados en escuálidos caballos. En la batalla de Acosta Ñu, 3.500 niños paraguayos enfrentaron a 20.000 hombres del ejército aliado. En memoria de aquel increíble suceso, donde tanta sangre inocente fue derramada, se recuerda el Día del Niño, honrando a tantos jóvenes mártires y exigiendo protección y respeto para todos los niños y niñas del Paraguay.
Capullito
Te esperábamos ansiosos, necesitaste cuidados especiales
desde tan pequeña, fuiste un capullo muy frágil e intentamos llenarte de amor.
Contar de tu llegada se nos hizo difícil, ya que dos embarazos no habían
concluido, una mezcla de alegría y temor nos inundaba, una sensación
indescriptible.
Corrían los primeros días de abril de este año y tu llegada
estaba muy cerca. La casa comenzó a
cambiar. Interminable fue el tiempo que
me llevó lijar la cuna. Tu mamá
amenazaba con pintarla en cualquier momento.
Sin embargo supo esperar a que terminara mi trabajo. El primero que estrenó tu cuna fue tu
hermanito. Apenas estuvo en nuestro
dormitorio, recién pintada y con sábanas limpias metió sus juguetes y ahí estaba. Fue inútil que buscáramos persuadirlo. Hubo siestas que recordó su posición fetal y descansó
plácidamente.
Con tu nacimiento hubo una lluvia de felicitaciones y
alegrías desparramadas por doquier. Tu
sensibilidad nos volvía niños a todos.
Había algo en tus ojos. Aún no sé
qué es, pero sin dudas había algo en tus ojos.
Tal vez esa paz que se mete en nuestras almas sin pedir permiso.
Con el paso de los días tenerte en brazos, cantarte, hablarte,
contarte cosas de nuestra familia es una constante. A medida que pasan los días tú sonrisa nos
sacude el alma. No importa el ánimo que
tengamos, siempre nos regalás una sonrisa.
Esa sonrisa despierta en nosotros ternura, esa sonrisa que nos vuelve
niños y a la cual los adultos esquivamos.
Cuando escribo estas líneas tu sonrisa ya es música. Hoy no es un mero reflejo de los signos de tu
crecimiento. Queremos mimarte, quererte,
cuidarte, crecer con vos. Somos conscientes de nuestras limitaciones, de
nuestro modesto lenguaje, sabiduría e inteligencia. Aun así he de saber que fuiste gestada en el
amor y en el amor nos fortalecemos. Con
vos y Fran papá y mamá también crecen el amor.
muy lindas lineas eso te pinta de cuerpo entero el amor q le tenes a tus hijos un abrazo muy grande
ResponderEliminarfernando.