El escritor Girala
Yampey acaba de publicar “Sobre
Borges, Arlt, Cortázar y otros comentarios”. Darwy Berti coincide con Meabe en señalar a este
libro “como una gran biblioteca, encierra suficiente saber para fatigar varias
generaciones”. En tanto Girala subraya
que la “crítica o el comentario sobre algunos autores pueden despertar en el
lector curiosidad por la lectura. ¿Quién
va a leer esto?, no se, sólo sé que el texto puede trascender”.
Por paulo ferreyra
Saliendo de las cuatro avenidas de la ciudad de Corrientes
se encuentra la casa de Girala Yampey.
Si bien la casa esta rodeada de asfalto en su patio interior el pasto es
muy verde, las plantas de diferentes especies hacen un arcoíris terrestre, los
helechos que extienden sus brazos casi hasta besar el piso pintan un cuadro
sorprendente. Como si fuera poco Girala
prepara a media tarde unos panes en agua y vienen los pájaros a poner sonido a
ese pasaje interior.
Había textos en máquina de escribir, algunas hojas
amarillas, comentarios y críticas de Girala
Yampey sobre diferentes autores
argentinos. El escritor decidió reunir
esos textos y publicar su nuevo libro “Sobre
Borges, Arlt, Cortázar y otros comentarios”.
“Este libro está estructurado en tres partes. Por un lado la lectura, alimentarse,
aprovechar y leer en profundidad. Otro
momento es la digestión de la lectura, digerir y estudiar. Después viene el productor de esa lectura, la
digestión y las conclusiones”. Así
describe Girala Yampey la estructura del libro.
- ¿Es posible hacer
eso con todos los libros que llegan a nuestras manos?
Quizás no sea posible hacerlo con todos los libros. Pero no es imposible, uno nunca deja de
aprender o de encontrar una novedad. La
cultura, el embojere, es lo que uno toma de la lectura. No somos iguales y no
interpretamos las mismas cosas pero creo que es necesario penetrar en la
lectura. Esa digestión hay que hacer.
- ¿Cómo nace su
pasión por la lectura?
Todo parte de ese sueño revolucionarios que tuve en Paraguay
con los Febreristas. Allá nos juntábamos
con los compañeros a leer. Nos
limitábamos a grupos de diez, fue un movimiento similar al peronismo pero
anterior al peronismo, surgió en 1936 y dejó principios y premisas básicas para
seguir. Actualmente creo que los que
quedan entran en un tren vía.
Nos juntábamos en grupos de diez, teníamos células, por eso
quizás nos tildaban de comunistas. Estudiábamos
la Revolución Francesa, la Revolución Mexicana, el Aprismo Peruano
- ¿Ahí habrán leído a
Marx entonces?
Desde luego que leímos a Marx. Nosotros llevábamos a nuestra casa y después
exponíamos lo que habíamos leído. Hacíamos la exposición y después venía el
análisis. Antes de eso leía pero con
esta metodología.
El marxismo enseña
una gran cosa que los comunistas no tienen en cuenta, siempre hay un patrón que
te cuida.
- ¿Cuando se quiebra
se orden y se produce su exilio en Argentina?
En ese proceso que andábamos muy bien y que leímos muy bien,
es decir todos lo que podrían ser útiles para darnos una herramienta mental o
intelectual leíamos. Había compañeros nuestros que decían que no querían una
reforma sino una revolución. En ese
transe que estábamos se hizo la revolución y se llamó a todos, al comunista, a
los liberales que estaban prohibidos, a todos se los llamo. El golpe fue de los colorados y los Febreristas. Esto duró muy poco tiempo porque los
Colorados conspiran y se hace la contra revolución, de un día para el otro
afuera todos los Febreristas.
Cuando llegué Buenos Aires seguimos trabajando para acomodar
a los compañeros que venían de Asunción.
Yo tenía parientes que me pedían que venga Chavarría. En Buenos Aires trabajé de aprendiz de carpintero
y por las noches no dormía casi acomodando a los compañeros que venían del Paraguay.
Después vine a Chavarría.
Ahí perdí contacto con todos compañeros.
Enseguida comenzamos a sembrar arroz con mi hermano. Justamente ahora estoy reconstruyendo esa
historia. Además era contador y me puse
a trabajar de lo que sabía. Tenía
conocimientos de cómo hacer los formularios que se requerían para la época pero
aquí nadie quería contador, se hizo difícil pero pude salir adelante.
¿Qué lectura iba hacer en esos años? ¿Qué escritura podía
hacer en esos años? Trabajaba
mucho. A partir del 53 vivía en
Corrientes pero me iba todos los días al campo antes que despuente el
alba. Trabajo y trabajo, no había tiempo
para la lectura.
- ¿Cuándo se produce
ese nuevo encuentro con la lectura?
Cuando fundamos el taller Koêju con Folguerá en la década
del 80. Después tras un encuentro con
Darwy Berti decidimos fundar el taller literario Koêju Rekovo. A partir de ese momento la lectura volvió a
ocupar un lugar preponderante en mi vida.
Despertar nuevos lectores o nuevas
lecturas
El libro de Girala
Yampey, “Sobre Borges, Arlt,
Cortázar y otros comentarios” es un tesoro que ha descubierto su velo. Está convencido que la crítica sobre algunos
autores puede “despertar nuevos lectores o nuevas lecturas”. Agregaría a esta afirmación que es un
excelente material para hurgar en las distintas manifestaciones culturales que
ocurrieron en Corrientes en los últimos 30 años. Anécdotas, comentarios u opiniones aguardar pacientes
en este libro.
“Por estos días las horas son más cortas y el cielo está más
lejano”, advierte el escritor con una sonrisa.
“Quién va a leer esto, no lo sé, mi intensión es trascender. Allá en el final del camino no se si llega la
gente, creo que por ahí nomás termina todo.
Jesús trajo esto, la trascendencia del alma”.
Casi amasando el libro entre mis manos advierto la infinidad
de autores, Arlt, Borges, Cortázar, Gerardo Pisarelo, Darwy Berti, José Gabriel
Ceballos, Jorge Sánchez Aguilar, Joaquín Meabe, Carlos Martínez Gamba, entre
tantos otros. La riqueza del libro esta
en ese coqueteo constante del contenido de sus opiniones y la calidad literaria
que la que se expresa el autor.
El libro incluye cosas inéditas, como el texto completo que
escribiera sobre el fallecimiento de Marta Quiles. Si bien el texto fue
publicado en su momento por el día El Litoral, en esa oportunidad Girala Yampey
censuro un fragmento donde Marta Quiles le había mencionado sobre lo que sufrió
en la cárcel bajo la Dictadura Militar. El
texto es desgarrador. Girala Yampey deja
que sus textos vuelen como sus pájaros del jardín, pero cada tanto recuerda que
los mismo tienen uñas muy filosas.
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