lunes, 22 de julio de 2013

“Tenemos que hacernos cargo de los chicos”

Cacho González Vedoya
En el marco de la Tercera Feria Provincial del Libro se realizó la mesa “Las constantes en la poesía chamamecera”. La misma estuvo a cargo de los poetas Cacho González Vedoya y Rómulo Espinoza quienes compartieron poesía y música en la fría tarde del viernes último. Cacho destacó la poesía de Aledo Meloni y Gordiola Niella, además argumentó que tuvo suerte de tener amistadas que musicalizaron su poesía. “La música si gusta es increíble, le da un vuelo a la poesía que no tiene límites. Los viejos tenemos que hacer cargo de los chicos. Los viejos nos olvidamos de los chicos y tenemos que ser más sabios en ese contacto”, argumentó.


Por paulo ferreyra

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“Las constantes en la poesía chamamecera” tuvo la carga emocional de Cacho González Vedoya y Rómulo Espinoza. En el marco de la Tercera Feria Provincial del Libro organizado por el Instituto de Cultura y la Fundación Memoria del Chamame se llevó a cabo este panel donde hablaron de poesía y Rómulo con su guitarra amenizó la charla. Desde la mesa auspiciaron de nuevos poetas que hablen de la esencia del correntino, “es ne­ce­sa­rio se­guir cre­an­do po­e­sí­as que ha­blen de nues­tra esen­cia de co­rren­ti­nos”.

Sobre el final del panel Cacho González Vedoya estuvo al filo de la emoción. Las lágrimas llegaron a la puerta de los ojos y ahí se quedaron, “estoy un poco viejo ya y los viejos somos como los niños que lloran por cualquier cosa”, manifiesta el poeta ante la primera consulta. “Claro que los niños lloran a veces porque les pegan. A mí me pega recordar cosas que me hicieron muy feliz en la vida. Recordar que vivía en Itatí cuando era niño donde el hombre era lo más importante en la vida. El hombre era más importante que todo en la vida”, resalta.


Cacho González Vedoya habla pausado y en voz baja. Advierte que quizás los tiempos cambiaron, “ahora no digo que sea peor pero ha cambiado todo y el hombre paso a un segundo o tercer plano”. Antes de buscar responsables el aclara que “muchas responsabilidad tenemos nosotros. Tenemos que buscar a los jóvenes e interesarles por la poesía, además la poesía produce una satisfacción muy grande”. 

El poeta reconoce que son los adultos quienes deben incentivar a los jóvenes a leer y crear poesía. Pero destaca que “para que perdura la poesía tiene que ser verdad. Antes que saber la técnica hay que decir la verdad. Ese es el secreto. Después yo tuve la suerte de encontrar amistades como Pocho Roch, Mario Bofill, Antonio Tarrago Ros que me han musicalizado y la poesía tuvo otro vuelo. Si hubiera estado en un libro nomás no tendría tanta distancia. La música es algo especial, en dos o tres minutos la música transforma si gusta a la gente”.

Aledo Meloni dice – Ahí nomás me interrumpe Cacho para destacar – “Ah! Aledo es mi maestro. Que simple en la palabra”. Bueno él dice que una poesía si te gusta podes leerla dos, tres veces. Quizás hasta cinco o diez veces. Pero una canción la podes escuchar mil veces y no te vas a cansar de escucharla. “Si, es verdad. ¡Qué maestro Aledo Meloni! Cada vez que leo a Meloni encuentro la simpleza profunda y verdaderamente honda. Los viejos tenemos que hacernos cargo de los chicos. Los viejos nos olvidamos de los chicos y nosotros tenemos que ser más sabios en ese contacto”.
Cacho González recordaba esa niñez que lo hizo tan feliz. Vivía a una cuadra de la plaza en Itatí y a una cuadra del monte. Sin embargo en este cemento que nos rodea en la ciudad Cacho sostiene que hay que adaptarse. “Es lo que nos toca vivir hoy. Hay que adaptarse y saber encontrar las cosas positivas que tiene este presente. Yo por ejemplo no puedo adaptarme a estos tiempos con la computadora, pero no importa, en cambio los jóvenes con qué facilidad lo hacen, es envidiable”. 

“Mi obligación y responsabilidad es tratar de interesar a los jóvenes porque la poesía es algo hermoso en el ser humano. Es algo hermoso sobre todo si pensamos que estamos hechos de espíritu y alma. Yo creo que estamos hechos de espíritu y alma”. Si bien por estos días el poeta confiesa que es más oyente porque ya poco ve, “tengo una compañera que es una gracia de dios que me ayuda en todo”, destaca. “No veo y no puedo fijar la vista pero ella me ayuda y por ahí le dicto algunas cosas. Hay algo que escribí hace poco y me gustó lo que escribí, cosa que no pasa de seguido. Eso me da ánimo para seguir escribiendo”. 


Además de sus amigos músicos Cacho se ha rodeado de poetas de la región y del país. Aquí en esta pequeña charla recordó que en diálogo con el reconocido poeta Juan Carlos Gordiola Niella la manifestó que quería escribir algo nuevo, “pues sentía que siempre escribía lo mismo. Gordiola Niella me dijo no vas a poder escribir otra cosa. Sólo se escribe una poesía en la vida, las demás son variaciones.

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