El músico y compositor ha pasado por el Grupo Reencuentro y
ha formado su propio conjunto la Simiente, ha trabajado en teatro y también
colaboró con algunos medios escritos de diferentes provincias. Por estos tiempo Mario Prieto Linares se presenta como solistas y revela que su “vocación
es el arte”. Mi dedicación, amén de
otras actividades laborales, se remiten casi plenamente al ejercicio del canto,
la música, las letras y la composición. Mario se presentará este jueves en Corrientes
en el marco del proyecto Oñondivé – que en castellano significa
todos juntos – junto a grandes artistas
como Waly García, Orlando Carozo Gutiérrez, Toto Semhan, Tuky Ortiz, Mate
Acosta y Negro Chiappe.
Por paulo ferreyra
Mario Prieto Linares es un compueblano – actualmente vive en
General San Martín, Chaco. Hace cinco
años que ya no integra mas el conjunto La Simienta, “en este tiempo resulta
difícil sostener los grupos numerosos por razones de presupuesto. De verdad, es
lamentable, pero es la causal de la desaparición de muchas agrupaciones. De
igual modo La Simiente ha dejado una impronta importante, desde aquel disco
Tributo al Grupo Reencuentro, que se ha difundido masivamente en siete u ocho provincias.
Por distintas razones nos encontramos con Mario a través de
la red y hoy logramos esta charla donde el músico y compositor repasa su
pasado, presente y futuro.
En primer lugar, ¿cómo es tú vida Mario hoy en día? Has compuesto muchas canciones, has trabajado
en teatro y hasta colaboraste con algunos medios escritos de diferentes
provincias. ¿En qué divides tu tiempo
por estos días?
Puedo decir que tras la maravillosa experiencia de haber
integrado el Grupo Reencuentro por 10 años, decidí ser consecuente con esta
innata vocación por el arte. Mi dedicación, amén de otras actividades
laborales, se remiten casi plenamente al ejercicio del canto, la música, las
letras y la composición. Esta última, me ha permitido obtener en el año 2007 el
Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes, en el rubro canción inédita.
Además he recibido la distinción Mario Millán Medina de una
de las Institución más importante referida a la cultura en nuestro país. Por
otra parte estoy ligado permanentemente a la actividad cultural de diversas
Provincias del NEA.
¿Por ejemplo?
He realizado obras temáticas como la Cantata Chaqueña. También la cantata de las Delegaciones
Oficiales de Formosa 2007 y Chaco 2009 en el Festival Nacional del folklore de
Cosquín, ambas de mi autoría y bajo mi dirección. En este momento estoy
involucrado en la grabación de 4 CDs de diferentes intérpretes, como Amboé,
Javier Colli, Gabino Chávez, Víctor Figueredo.
También trabajo en la realización de 2 Cds míos, el “misterio del alma
II” y otro de mayor proyección acústica folk, pero con el color de mi identidad
cultural.
Sumamos a todo ello mi academia particular con los cursos de
Canto y también de Guitarra, más las giras permanentes como solista por
diversas provincias. Como si fuera poco
estoy trabajando en dos Proyectos Culturales Oñondive,– que
en castellano significa todos juntos – que
además está conformada por Waly García, Orlando Carozo Gutiérrez, Mario Prieto
Linares, Toto Semhan, Tuky Ortiz, Mate Acosta y Negro Chiappe. Como si fuera poco también estoy en otro
proyecto que es Sonido Litoral
con Javier Colli y el Bocha Sheridan en Santa Fe. La verdad es que estoy bastante ocupado
gracias a Dios.
Es auspicioso el presente en un tiempo en que las cuestiones
que tienen que ver con el espíritu, con la cultura, con los sentimientos, han
quedado tan relegadas, consecuencia de este consumismo feroz, establecido por
un sistema meramente mercantilista, cuyo objetivo absoluto es lo material. El
tener y el poder. Y en aras de lo cual han devastado las culturas de pueblos y naciones; socavando
y destruyendo sus identidades y sus
caros valores sociales y humanos, a partir del descarnado egoísmo de mucha
gente.
¿Qué ha quedado de aquel lanzamiento oportunamente
realizado en Resistencia del Movimiento Litoral? ¿Era como un paraguas para defender la
cultura en bloque pero se ha diluido con el tiempo?
Es lamentable pero a veces los intereses personales se
sobreponen a los objetivos, por puros e importantes que sean. Este es un tiempo
en el que mucho se “dibuja”. Se arman eventos y proyectos con bellos fines,
pero en realidad, cuando la verdadera intención es sacar réditos personales,
todo fracasa y queda en la nada. Eso sí alguien queda con los bolsillos bien
cargados. Lo peor es que cuenta con anuencia oficial. Quienes nos plegamos de
muy buena fe tanto artistas como el público hemos quedado defraudados.
Trabajaste siempre desde la cultura popular, desde la raíz
de la cultura y apoyando la misma. ¿Crees que la música del litoral continúa aún
hoy defendiendo o sosteniendo la cultura popular?
Desde su sitial, indudablemente, hace su aporte. Quedan aún
algunas raíces profundamente arraigadas y desde su influjo el género musical
prevalece. También somos muchos los que atesoramos la esperanza de salvar lo
que queda y recuperar lo que se pueda de lo que nos han quitado. Sin embargo,
los embates de la globalización, que tiene como objetivo la destrucción de las
identidades culturales de pueblos y naciones, son tan fuertes que cada vez nos
cuesta mucho más. La transculturación que llega a través de Internet, las redes
sociales, la radio, la televisión, son de alto poder destructivo. Nosotros solo
tenemos voluntad y amor.
Por último, en Corrientes ampliaron la programación de la
Fiesta del Chamame. Este año pudiste estar en el escenario invitado por Amboé.
¿Cómo viste ese encuentro? Por otra
parte crees que Corrientes sigue mirando su centro y olvida a los creadores del
chamame que están dispersos por todo el litoral.
La invitación de Amboe es inolvidable para mí. Un inesperado reconocimiento de estos
muchachos maravillosos, extraordinarios músicos y mejor personas, a quienes
Dios me dio como amigos. De alguna
manera, ese hecho fue el origen de un vasto trabajo cultural, de extraordinario
mensaje humanístico, que estamos iniciando desde la obra integral Oñondivé (Todos juntos o Entre nosotros),
que mencioné anteriormente.
La Fiesta Nacional del Chamamé y del Mercosur es un gran
acierto con algunos desaciertos intrínsecos a mejorar. Es un gran bastión de nuestra
música, oportuno y necesario. El correntino es un ser muy apegado y
celoso de sus tradiciones. Es una
bendición que así sea, porque gracias a ello, a los invasores culturales
les cuesta mucho más robarnos la identidad. Es una conducta digna de ser
imitada, que si así fuera, la situación de la cultura nacional sería más
auspiciosa. Yo no me puedo quejar porque
siento el respeto y el reconocimiento de la gente y de los colegas, a cada paso
y en toda circunstancia. A veces con manifestaciones que me hacen sentir un
referente de nuestra música, aun cuando tal vez, no lo merezca.
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