Uno de los destacados músicos y compositores de la provincia del Chaco, Germán Kalber vuelca en cada canción un profundo amor por su tierra. “Creo que todo cantor popular debe enamorarse profundamente de sus raíces, de su tierra y hacer de ello el alma de su canto y de su música” expresa. Ese decir de Germán esta plasmado en sus discos y en sus composiciones. En esta entrevista además conocemos sus dos proyectos actuales, por un lado esta terminando de grabar un disco y por otro lado está trabajando “en un proyecto que se llama “Qué los parió” trabajo en un dúo vocal con Verónica Varela -cantora de Charata- donde nos acompañan Sergio Díaz en guitarra y Diego Brandán en percusión”, confesó Germán.
Por paulo ferreyra
[email protected]
Nacido en la ciudad de Charata, provincia del Chaco, desde los ocho años Germán Kalber comenzó a cantar folclore por distintos escenarios de la provicia y el país. Siendo aún un niño de 11 años ya pisaba el escenario Atahualpa Yupanqui del Festival de Cosquín, invitado por Julián Ratti (cantautor de Rafaela), quien lo alentó a grabar un disco con canciones dedicadas al Chaco compuestas por el mismo, canciones como “La carta perdida”, “Potrerito de mi infancia”
El músico y compositor Germán Kalber ha desarrollado su música en dos disco ya editados, uno de ellos Plenilunio en el 2004 y Sangre de Barro en el 2009. Actualmente se encuentra grabando su tercer disco solista. En esta charla conocemos un poco más a este niño – hombre enamorado profundamente de su tierra.
- Para comenzar quisiera saber – pues mucho se habla de tu entorno – cuando influye aún hoy toda la música que escuchaste desde chico. La familia, el paisaje, los creadores.
Influye mucho e intervendrá siempre. Con el paso del tiempo uno descubre que todo lo que absorbe desde niño se queda grabado a fuego en los cinco sentidos -los aromas, los lugares, los sabores y los sonidos. Es un aprendizaje inconsciente, uno aprende jugando a esa edad y si lo que se aprende se disfruta se queda para siempre en uno. En mi caso fueron mis primeros “héroes”, por ejemplo Los Cantores del Alba, Los Manseros, Hernán Figueroa Reyes, Cafrune, años más tarde, Peteco, Horacio Banegas, Jacinto piedra, Chango Farías Gómez. En mi casa se escuchaba mucha música folklórica.
- Ya has grabado tres discos y según alguna información estás preparando un cuarto disco, “el otro mundo”. En todos ellos hay temas propios, ¿qué te lleva a cantarle a tu pueblo?
-En realidad son dos discos (Plenilunio en 2004 y Sangre de Barro en 2009). Estoy terminando de grabar el tercer disco que se llama “El otro mundo”. En 2007 hicimos una obra colectiva que se llama “Charata mi alma” -no la cuento como un disco mío, ya que participa mucha gente. Ese disco es un homenaje a nuestro pueblo, su historia no oficial, sus personajes, sus esquinas, sus calles. Participan más de 90 personas entre músicos, poetas, bailarines, relatores, etc.
Creo que todo cantor popular debe enamorarse profundamente de sus raíces, de su tierra y hacer de ello el alma de su canto y de su música. Si uno se enamora de su tierra vuelca ese amor en cada canto. Creo que el que logra transmitir eso puede llegar a la gente de manera directa y natural.
- En esta provincia los géneros folclóricos se abren paso en la chacarera, zamba, chamame, entre otros ¿dónde te sentís más como componiendo o tocando?
El Chaco es una provincia que se encuentra ubicada en el medio de dos grandes culturas, la guaraní y la quichua. Soy de los que piensan que es una ridiculez ubicar geográficamente a la música o ponerle fronteras, de todas maneras creo que sí influye mucho lo que se escucha desde niño y eso inevitablemente depende del lugar donde te críes, qué escucha la gente, qué suena en la radio, qué se baila en los bailes, en los festivales.
En mi caso me siento mucho más influenciado por la música santiagueña en principio, pero he ido tomando elementos de muchos géneros que me han cautivado en todos estos años, el chamamé, el tango, la música del noroeste, las músicas folklóricas de Latinoamérica. De todos esos géneros y formas trato de tener siempre a la hora de cantar, tocar o de componer, esos elementos a disposición, como una paleta de muchos colores.
- Mucho se habla de la proyección del folclore y la fuerza de la juventud sin perder la raíz. ¿Cuál es la raíz de German o el eje del cual siempre partís a la hora de hacer música?
Creo que es muy bueno el hecho de experimentar con nuevos sonidos y formas de tocar o de interpretar la música de raíz, de hecho creo que hay muchísimo por explorar musicalmente en las formas. Creo que se puede hacer eso sin perder la raíz o la esencia siempre y cuando uno sea consciente de lo que está haciendo y conozca primero en profundidad la raíz, el paisaje, tanto en lo musical como en lo poético.
El legado que han dejado tipos como Yupanqui, El Cuchi, Castilla, Julio Geréz, Los Ábalos, Falú, Dávalos, mucha gente que ha hecho de la música y la poesía de la tierra un altar, es valiosísimo y son caminos a seguir. Lo bueno es que son muchos caminos para elegir, nuestra música es muy diversa y muy rica, y me parece que va evolucionando con los años, como todo. Hay gente en la actualidad que está encontrando cómo seguir esos caminos, Jorge Fandermole, Carlos “el negro” Aguirre, Juan Quinteros, Matías Arriazu, músicos y poetas que además de ser grandes artistas son buscadores de esos caminos y hacen que la música tenga esa evolución. Mi búsqueda es esa también, retomar esos caminos que han marcado los grandes y tratar de continuarlo priorizando la belleza en la música y la poesía como también la profundidad.
- Por último quisiera saber en qué estás trabajando.
Actualmente estoy trabajando en dos proyectos musicales. Por un lado estamos terminando la grabación de un disco que yo esperaba hace rato grabar y se dio recién ahora. En otro proyecto se llama “Qué los parió” trabajo en un dúo vocal con Verónica Varela -cantora de Charata- y nos acompañan Sergio Díaz en guitarra y Diego Brandán en percusión. Con este proyecto hemos ganado en el festival de Baradero de 2009, obteniendo el premio a la calidad interpretativa. Hacemos canciones propias y recreamos obras de autores latinoamericanos como Yupanqui, Leguizamón, Mario Benedetti, Jorge Fandermole, Egberto Gismonti, Luis Alberto Spinetta, J. L. Borges, Violeta Parra, entre otros. Con este proyecto estamos planeando grabar un primer disco en este año si se puede o en el próximo.
Por paulo ferreyra
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Nacido en la ciudad de Charata, provincia del Chaco, desde los ocho años Germán Kalber comenzó a cantar folclore por distintos escenarios de la provicia y el país. Siendo aún un niño de 11 años ya pisaba el escenario Atahualpa Yupanqui del Festival de Cosquín, invitado por Julián Ratti (cantautor de Rafaela), quien lo alentó a grabar un disco con canciones dedicadas al Chaco compuestas por el mismo, canciones como “La carta perdida”, “Potrerito de mi infancia”
El músico y compositor Germán Kalber ha desarrollado su música en dos disco ya editados, uno de ellos Plenilunio en el 2004 y Sangre de Barro en el 2009. Actualmente se encuentra grabando su tercer disco solista. En esta charla conocemos un poco más a este niño – hombre enamorado profundamente de su tierra.
- Para comenzar quisiera saber – pues mucho se habla de tu entorno – cuando influye aún hoy toda la música que escuchaste desde chico. La familia, el paisaje, los creadores.
Influye mucho e intervendrá siempre. Con el paso del tiempo uno descubre que todo lo que absorbe desde niño se queda grabado a fuego en los cinco sentidos -los aromas, los lugares, los sabores y los sonidos. Es un aprendizaje inconsciente, uno aprende jugando a esa edad y si lo que se aprende se disfruta se queda para siempre en uno. En mi caso fueron mis primeros “héroes”, por ejemplo Los Cantores del Alba, Los Manseros, Hernán Figueroa Reyes, Cafrune, años más tarde, Peteco, Horacio Banegas, Jacinto piedra, Chango Farías Gómez. En mi casa se escuchaba mucha música folklórica.
- Ya has grabado tres discos y según alguna información estás preparando un cuarto disco, “el otro mundo”. En todos ellos hay temas propios, ¿qué te lleva a cantarle a tu pueblo?
-En realidad son dos discos (Plenilunio en 2004 y Sangre de Barro en 2009). Estoy terminando de grabar el tercer disco que se llama “El otro mundo”. En 2007 hicimos una obra colectiva que se llama “Charata mi alma” -no la cuento como un disco mío, ya que participa mucha gente. Ese disco es un homenaje a nuestro pueblo, su historia no oficial, sus personajes, sus esquinas, sus calles. Participan más de 90 personas entre músicos, poetas, bailarines, relatores, etc.
Creo que todo cantor popular debe enamorarse profundamente de sus raíces, de su tierra y hacer de ello el alma de su canto y de su música. Si uno se enamora de su tierra vuelca ese amor en cada canto. Creo que el que logra transmitir eso puede llegar a la gente de manera directa y natural.
- En esta provincia los géneros folclóricos se abren paso en la chacarera, zamba, chamame, entre otros ¿dónde te sentís más como componiendo o tocando?
El Chaco es una provincia que se encuentra ubicada en el medio de dos grandes culturas, la guaraní y la quichua. Soy de los que piensan que es una ridiculez ubicar geográficamente a la música o ponerle fronteras, de todas maneras creo que sí influye mucho lo que se escucha desde niño y eso inevitablemente depende del lugar donde te críes, qué escucha la gente, qué suena en la radio, qué se baila en los bailes, en los festivales.
En mi caso me siento mucho más influenciado por la música santiagueña en principio, pero he ido tomando elementos de muchos géneros que me han cautivado en todos estos años, el chamamé, el tango, la música del noroeste, las músicas folklóricas de Latinoamérica. De todos esos géneros y formas trato de tener siempre a la hora de cantar, tocar o de componer, esos elementos a disposición, como una paleta de muchos colores.
- Mucho se habla de la proyección del folclore y la fuerza de la juventud sin perder la raíz. ¿Cuál es la raíz de German o el eje del cual siempre partís a la hora de hacer música?
Creo que es muy bueno el hecho de experimentar con nuevos sonidos y formas de tocar o de interpretar la música de raíz, de hecho creo que hay muchísimo por explorar musicalmente en las formas. Creo que se puede hacer eso sin perder la raíz o la esencia siempre y cuando uno sea consciente de lo que está haciendo y conozca primero en profundidad la raíz, el paisaje, tanto en lo musical como en lo poético.
El legado que han dejado tipos como Yupanqui, El Cuchi, Castilla, Julio Geréz, Los Ábalos, Falú, Dávalos, mucha gente que ha hecho de la música y la poesía de la tierra un altar, es valiosísimo y son caminos a seguir. Lo bueno es que son muchos caminos para elegir, nuestra música es muy diversa y muy rica, y me parece que va evolucionando con los años, como todo. Hay gente en la actualidad que está encontrando cómo seguir esos caminos, Jorge Fandermole, Carlos “el negro” Aguirre, Juan Quinteros, Matías Arriazu, músicos y poetas que además de ser grandes artistas son buscadores de esos caminos y hacen que la música tenga esa evolución. Mi búsqueda es esa también, retomar esos caminos que han marcado los grandes y tratar de continuarlo priorizando la belleza en la música y la poesía como también la profundidad.
- Por último quisiera saber en qué estás trabajando.
Actualmente estoy trabajando en dos proyectos musicales. Por un lado estamos terminando la grabación de un disco que yo esperaba hace rato grabar y se dio recién ahora. En otro proyecto se llama “Qué los parió” trabajo en un dúo vocal con Verónica Varela -cantora de Charata- y nos acompañan Sergio Díaz en guitarra y Diego Brandán en percusión. Con este proyecto hemos ganado en el festival de Baradero de 2009, obteniendo el premio a la calidad interpretativa. Hacemos canciones propias y recreamos obras de autores latinoamericanos como Yupanqui, Leguizamón, Mario Benedetti, Jorge Fandermole, Egberto Gismonti, Luis Alberto Spinetta, J. L. Borges, Violeta Parra, entre otros. Con este proyecto estamos planeando grabar un primer disco en este año si se puede o en el próximo.