“Creo en la poesía que sangra. No me interesa y no me conmueve la poesía complaciente, la que adula y busca el aplauso fácil”, expresa Susy Delgado. Sin lugar a dudas Susy Delgado es una de las poetas contemporáneas más importantes del Paraguay y también de la región. “Creo en la poesía como búsqueda apasionada e interminable de las verdades profundas del ser humano, sean ellas gratas o ingratas, bellas o espantosas”, agrega. Con la excusa de profundizar sobre su nuevo libro, Amandayvi, ñeepora.com.ar dialogó con la poeta y periodista paraguaya.
Por paulo ferreyra
[email protected]
En el mes de julio último Susy Delgado presentó en Asunción – Paraguay su Antología Poética “Amandayvi” en la Casa del Bicentenario del Arte y la Literatura Augusto Roa Bastos. Esta obra fue publicada por Arandurâ Editorial que resume la labor poética desarrollada en castellano y guaraní por Susy Delgado desde la década del 70 hasta el presente.
La poeta también publicó en su momento un libro de cuentos La sangre florecida, varios libros para niños y antologías de literatura paraguaya. Ha desarrollado una trayectoria de casi 40 años como periodista cultural. Dirigió la revista cultural Takuapu y el Taller Literario Ara Satï. Algunos de sus libros han sido traducidos al inglés, el portugués, el alemán y el gallego; otros textos sueltos fueron traducidos al catalán, el francés, el occitano, el vasco, el árabe y el quechua. Su obra es estudiada por investigadores y estudiantes de numerosas universidades de América y Europa.
El próximo martes 27 de agosto Susy Delgado repasará su charla sobre Poesía Indígena de América, con los auspicios de Editorial Arandurá, que pondrá a disposición del público una pequeña muestra de libros de la escritora. Las redes sociales y el correo electrónico han permitido este contacto con la escritora paraguaya que aquí comparto con Ustedes.
- En primer lugar, en el mes de julio presentaste la antología Amandayvi, ¿cómo fue la selección de los poemas? ¿Por qué están escogidos estos poemas y por qué desestimaste otros?
En cada caso tuve criterios particulares, pero en síntesis, traté de elegir aquellos que tuvieran mayor consistencia de forma y contenido. Hay algunos textos que, pasados los años, me parecen bastante malos, pero creo que eso es natural porque una se va volviendo más exigente. En el caso de dos poemarios –Tataypýpe y Ayvu membyre- los transcribí íntegramente, porque son dos poemas extensos que compusieron los respectivos libros; me pareció que debía publicarlos así en la antología.
- Leer la poesía que ya escribiste conlleva a volver a leer lo escrito y también lo que no está escrito, el contexto en que fue escrito ese poema. ¿Qué sentimientos se despertaron en vos en estas lecturas?
Naturalmente, esa tarea nos remueve muchas cosas. Yo sentí como un peso muy grande al recorrer ese camino que había hecho con la lectura de mis textos, sentí que en esos textos estaba mi vida y mi manera de sentir el mundo. Y esa revisión nos lleva obligadamente a una especie de balance. Yo dije en la presentación de mi libro, recordando lo que soñaba en los años en que empecé a escribir, igual que toda la gente de mi generación, que “No pudimos cambiar el mundo, pero tal vez, la poesía nos cambió a nosotros”.
- Una vez charlando con Girala Yampey, escritor Paraguayo que hace tiempo vive en Argentina, manifestaba que la literatura de su país tenía sangre, estaba escrita desde el dolor. ¿Tu poesía desde qué lugar está escrita? ¿Crees que la literatura del Paraguay está escrita desde el dolor?
Qué notable, dije también eso, exactamente eso, en la presentación de la antología. “La poesía se escribe desde el dolor”. Yo creo en la poesía que sangra, no me interesa y no me conmueve la poesía complaciente, la que adula y busca el aplauso fácil. Creo en la poesía como búsqueda apasionada e interminable de las verdades profundas del ser humano, sean ellas gratas o ingratas, bellas o espantosas.
- Escribís en guaraní y en español. Quienes conocen el guaraní dicen que la carga poética del guaraní es superior al castellano. ¿Pesas que es así, que el guaraní es más poético que el castellano?
El guaraní tiene una indudable carga poética que se devela simplemente al analizar la etimología de cada palabra. La lengua tiene una capacidad para poetizar por las metáforas que encierra. A eso hay que agregar que cualquier persona tiene la tendencia a decir que su lengua materna es más profunda, más poética, etcétera, por la gran carga afectiva y cultural que la misma arrastra. Pero seguramente todas las lenguas tienen sus virtudes y capacidades maravillosas, por eso sobreviven.
- ¿A lo largo de los años cómo fue tu proceso de escritura, primero en guaraní y después en castellano o viceversa?
Comencé escribiendo en castellano porque a pesar de tener al guaraní como lengua materna, fui alfabetizada en esta lengua y durante muchos años tal vez ni siquiera consideré la posibilidad de escribir en guaraní. Cuando ya fui consciente del valor de mi lengua materna, todavía vacilé muchos años porque me creí incapaz de escribir en ella, hasta que un hecho casi fortuito me empujó a la experiencia apasionante de empezar a cultivarla - trabajando en una publicitaria, un día me pidieron un texto en guaraní, y ese hecho marcó para mí el hallazgo maravilloso.
Avanzando en mi proceso, desde el principio sentí la necesidad de traducir al castellano lo que escribía al guaraní, para no cerrar su difusión en quienes supieran leer en este idioma; no consideraba la posibilidad inversa, de traducir al guaraní lo que escribía en castellano. Con los años, descubrí no solo esa posibilidad legítima, sino el diálogo de mis dos lenguas, tal como ocurre en nuestra vida cotidiana, en el Paraguay. Eso podrá ser calificado y criticado como “jopara” por algunos, pero mis reflexiones me han llevado a aceptar que esa es la lengua viva, la que se hace con la amalgama caótica y bastarda de la vida, la que hoy se ha multiplicado enormemente con la avalancha cultural de la globalización. Yo creo que esta amalgama debe ser asumida por los escritores, aunque sea para ironizar, y desde ella intentar una nueva estética. Las lenguas incontaminadas no existen.
- ¿Si bien manifestaste que con la poesía “no pudimos cambiar el mundo”, sin embargo no pensas que sí podemos hacer pequeñas revoluciones?
Tal vez. Hay cosas que la poesía no podrá tocar ni conmover nunca, pero tal vez ha sido y es un nervio que ha hecho un poco más sensible al ser humano. Y eso no es poca cosa.
0 comentarios:
Publicar un comentario