Los Menchos del Chamamé actuaron en la última noche del 44º Festival de la Música del Litoral. La organización les permitió tocar sólo tres temas. El público pidió el bis y alentó a los artistas por diez minutos pero no fue escuchado. Los músicos confiesan que se pusieron como “meta ser bien sinceros con la gente. Relacionarnos con ellos y nunca ser devorados por el afán de ser importantes como artistas. Si tenemos que sacar nuestros instrumentos bajo la sombra de un árbol lo hacemos”.
Por María Elena Hipólito
El domingo, la última noche de la 44º edición del Festival de la música del Litoral y 6º del Mercosur, fue la más concurrida de las cuatro veladas que se vivieron en el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez. Grandes artistas como Mario Bofill, el Chaqueño Palavecino, Pedro Aznar y otros, engalanaron las noches. Sin embargo, ese no fue el único detalle que sobresalió del festival.
Los Menchos del Chamamé se llevaron uno de los recuerdos más grandes y emocionantes de toda su carrera. El público de la fiesta le demostró su cariño con una gran ovación. Tocaron solamente tres temas -en el contrato que firmaron constaba que serían 20 minutos de actuación- y cuando el público pidió el bis su pedido no fue atendido por cuestiones de tiempo.
La respuesta de los presentes ante la negativa se tradujo en silbidos, insultos y aliento a Los Menchos para que vuelvan al escenario. María Elena Hipólito dialogó con tres de los seis integrantes de este grupo chamamecero que ya va por su décimo año de formación.
Horacio Gómez, uno de los fundadores junto a su sobrino Martín Kusczak -que también integra el grupo- tienen un programa en la radio del boliche Cedros. El programa se llama Paraje Chamamé. Allí abrieron las puertas a este medio para contar su historia musical.
Seis paisanos chamameceros
Los Menchos del Chamamé está formado por el recitador Horacio Gómez; en acordeones Martín Kusczak y Chiche Cáceres (Ituzaingó, Corrientes). En guitarra está Tomás Chamorro y en bajo Luciano Kusczak. En la voz de este grupo se encuentra Vicente Pardi (71). Este hombre nació en La Banda, Santiago del Estero, pero hace más de 30 años se radicó en la tierra colorada.
“A nosotros la situación nos favoreció porque nos dimos cuenta del cariño de la gente. Pero fue un mal momento para ellos. Después nos fuimos a la pizzería de la esquina y nos quedamos chamameseando hasta las 6 de la mañana con la gente”, contó Horacio acerca de esa noche en la que el público pidió por ellos cerca de diez minutos.
La raíz del hecho fue la falta de tiempo, según les explicaron. “José María Arrúa -Secretario de Cultura y Turismo- nos dijo que tocáramos tres temas porque no había más tiempo. El contrato decía que por 20 minutos. No nos gusta fallarle a la gente”, apuntó el músico.
El grupo con los seis integrantes está conformado como tal hace tres años. Fueron varios años de incertidumbre al principio pero siempre con una meta muy clara de lo que querían. Hoy ese es un sueño alcanzado pero, por supuesto, no dejan de tener nuevos objetivos.
Tienen hasta el momento un disco lanzado con el nombre Gracias a Dios. El segundo está en proceso. Si bien aún no tienen el nombre del álbum adelantaron que será en agradecimiento a su público. En el primero tienen un tema propio y tres en el segundo.
Bajo la sombra de un árbol
“Nos pusimos la meta de ser bien sinceros con la gente, relacionarnos con ellos y nunca ser devorados por el afán de ser importantes como artistas. Si tenemos que sacar nuestros instrumentos bajo la sombra de un árbol, lo hacemos. Para nosotros los más importante es la gente, después estamos nosotros”, dijo Horacio.
Los Menchos recorrieron casi toda la provincia con su chamamé bailable. Pisaron el escenario del Festival del Litoral y recibieron la invitación de estar en la 23º Fiesta del Chamamé de Corrientes, que se realizará del 9 al 20 de enero de 2014. También visitaron Chaco y Paraguay. Ahora no escatiman la posibilidad de estar en Cosquín y Jesús María. ¿Y por qué no?, se alentaron.
No obstante, uno de sus sueños tiene que ver con llevar su música a los fríos aires del sur de la Argentina.
Pero la historia de los músicos de la provincia se repite. No alcanza para vivir y tienen que conseguirse otro trabajo para poder sostenerse económicamente.
“Si no tenés un trabajo, vivir de la música es imposible. Mucha gente dice que depende de la varita mágica. Pero si vos no te mostrás, no salís al mundo nadie te conoce. Uno tiene que buscar el éxito o la suerte. No hay que esperarlo”, manifestó Tomás, el guitarrista.
Por su parte, Horacio agregó que “cada uno busca cumplir con sus estudios y luego buscar una salida laboral que afiance la economía familiar. Lastimosamente es así. Obviamente nos gustaría trabajar y vivir de la música pero por lo pronto es como un complemento”.
Las personas suelen preguntarles el por qué de su nombre de una forma despectiva, confesaron. Sin embargo, ellos se sienten orgullosos porque es una manera de honrar a los menchos del campo, a su trabajo pocas veces visible y reconocido.
“Muchas veces se tiene vergüenza de vestirnos de tal o cual forma o de mezclar nuestra lengua castellana con el guaraní que es tan nuestro, tan rico y dulce. Primero y principal tenemos que estar orgullosos de dónde venimos. Hacia dónde vamos es otra cosa porque es una elección netamente individual”, reflexionó Horacio.
Gentileza María Elena Hipólito
Sección Sociedad – Diario El Territorio
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