“Tonada para Juan volviendo” nació como consecuencia de una discusión que Armando Tejada Gómez tuvo en 'Liberarte' -por entonces un nuevo espacio cultural de la calle Corrientes- con algunos personajes, poetas en su mayoría, que discutían acerca de si habían sido más valientes aquellos que se quedaron en el país durante los años de la dictadura militar o los que partieron hacia el exilio.
Cuando Armando tomaba la palabra, todos sabíamos que algo iba a ocurrir. Porque aquel orador implacable, nunca se andaba con medias tintas. Así fue. Luego de un encendido alegato aleccionador en donde entremezcló el 'manga de boludos', como el calificativo más suave, me dijo vayámonos de aquí, y nos fuimos a un tradicional restaurant de la calle Montevideo, 'Cuchillo y Tenedor'. Allí me pidió que le tarareara la tonada que le había hecho escuchar días atrás y ahí nomás, sobre la melodía que le fui cantando, escribió 'Tonada de Juan volviendo'. Aquel día, había regresado al país, luego de un largo exilio, el poeta Juan Gelman, y ese hecho había sido el disparador de la discusión producida en Liberarte."
Tonada de Juan volviendo
Enrique Llopis y Armando Tejada Gómez
Toda ausencia nos cobra nostalgia
y pena y apena recordar,
es la culpa que lleva el ausente,
ya sea en la tierra o en el mar,
el adiós es un dios de la legua,
que no deja de acosar.
El ausente va herido a la ausencia
y herido de ausencia volverá,
no estará lo que estaba en su sitio
entrañablemente vecinal,
y el paisaje otoñal del exilio,
ya estará amarillo de esperar.
Uno sueña que sueña las cosas
y las cosas ya no están,
digo gente, el amor y aquel árbol
que cayó a su sombra vegetal.
Es difícil volver del pasado
al origen del amor,
si pagó con dolor las ausencias,
páguenle la ausencia sin dolor.
Bienvenido el ausente a su sitio,
páguenle la ausencia con amor.
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