Por paulo ferreyra
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“La 37º edición de la Feria Provincial del Libro bajó el telón hasta una próxima cita. Desde el sábado pasado y hasta el domingo 13 expositores lucieron sus obras entre vendedores de libros, escritores y editoriales, con representantes de Buenos Aires, Córdoba y Posadas. Para los expositores, la venta de libros disminuyó este año; en tanto se despidieron con una mirada positiva y optimista del encuentro. Este año, la feria se realizó en simultáneo en el gimnasio del Colegio Mariano, la Casa del Bicentenario y el Instituto Lineo”, cuenta Luciano Ferreyra desde Oberá Misiones.
Sin lugar a dudas una de las apuestas fuerte que necesita un evento de esta envergadura es la difusión del mismo. Me tocó en suerte poder estar el día de la inauguración, el pasado sábado cinco de julio. Como ese día era el día de la inauguración la Feria iba a estar abierta hasta las 23. Llegué a las 22.30 y algunos stand – ante la falta de público – ya estaban cerrando. Pero lo más llamativo fue cómo llegar al predio, hemos preguntado a más de cinco personas en las inmediaciones de la Iglesia San Antonio y la gente no sabía responder dónde era la Feria. Ese dato habla a las claras de que quizás el pueblo de Obera no contaba con la información suficiente sobre esta Feria Provincial del Libro.
foto de Juanmagötz |
“Sin embargo, el balance es positivo con las actividades que tuvieron en el marco de la feria, como ser las presentaciones musicales y teatrales, a pesar que en las presentaciones de libros hubo poco público. En las presentaciones de libros hubo poco público, lo que se destaca es en las actividades culturales, esas sí estuvieron recargadas”, indicó la presidente. La separación de la exposición con las presentaciones de libros es uno de los temas a solucionar para las ediciones que vienen. “Necesitamos estar más cerca con las actividades culturales, son tres cuadras que nos separaban y esa distancia es lejos”, sostuvo Peruzzo. En el domingo terminaron con un almuerzo de camaradería entre la comisión y los libreros que participaron de la edición 37”.
Quiero resaltar algunos puntos. En primer lugar el predio donde estaban los Stand era muy bueno y muy cómodo para los lectores, incluso supongo que también para las librerías pues contaban con espacio amplio y cómodo. Sin embargo está claro que la división de lugares no contribuye en la Feria del Libro. Basta con ver los ejemplos de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires u otros puntos de la región donde siempre se busca concentrar todo en un solo lugar. Además la cadena de difusión debe hacerse extensiva a radios, televisión, diarios y redes sociales. Estando a una cuadra del lugar de la Feria del Libro un playero de una estación de Servicio me mandó a preguntar como a cinco cuadras del lugar, tuve que volver una y otra vez sobre pies hasta encontrar el lugar. La ciudad de Obera debe hacer suya la Feria para que esto crezca, ese es el camino, no hay otro.
Desde Oberá Luciano Ferreyra
Foto Luciano Ferreyra
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