El establecimiento educativo quedó aislado por las intensas lluvias en Leandro N. Alem. Con azada, carretilla y piedras lograron revertir la situación y arreglaron los caminos de acceso a la Escuela Nº 629.
Por Horacio Ortiz
Leando N. Alen. Misiones
La adversidad suele mostrar las facetas de resignación, emparentadas con el facilismo, o por el contrario, la característica de priorizar el bien común. En esta ocasión, se priorizó la vocación de querer enseñar. Para poder dictar clases las maestras de la Escuela de Jornada Completa Nº 629, de Picada Raúl B. Díaz, en Leandro. N. Alén, Misiones, tuvieron que refaccionar los caminos de acceso al establecimiento que fueron devastados por las intensas lluvias.
La desalentadora situación hizo que las docentes tomarán cartas en el asunto y salieran a buscar piedras y reparar algunos sectores del camino para poder circular y tener clases. El hecho no es menor, cuando en muchas partes se vislumbra que en varias situaciones cualquier adversidad climatológica se transforma en la excusa perfecta para no cumplir con las tareas. Las docentes priorizaron a “sus chicos”, así los llaman porque son mucho más que simplemente alumnos, son parte de sus vidas.
La Escuela Nº 629 se encuentra a unos cuatro kilómetros de la cinta asfáltica de la ruta provincial 4, a la altura del kilómetro 78, ingresando por un destacamento policial.
El establecimiento brinda escolaridad primaria y comparte el edificio con una extensión de educación rural de la Unidad de Gestión Local 11. En esas instalaciones los niños tienen hasta el tercer año de la secundaria garantizado. La directora del establecimiento, Margarita Koniecki, notificó de la situación a la comuna, que resolvió que tenga prioridad el arreglo del camino de acceso a la escuela.
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