Rodolfo Capaccio es un activo escritor y cineasta radicado en Posadas, Misiones. En esta charla hablamos de su libro con Rosita Escalada Salvo “Misiones mágica y trágica”. “Esta Antología comenzó hace algunos años luego del intercambio de impresiones acerca de lecturas comunes hechas con Rosita, el haber leído y comentado entre nosotros fragmentos sorprendentes de vivencias ocurridas sobre el espacio geográfico de Misiones”, comenta. En esta charla hablamos de este libro, sobre Horacio Quiroga y el presente de su literatura.
Por paulo ferreyra
[email protected]
Rodolfo Capaccio según algunos medios todavía esta enamorado de la tierra roja, “cosa que les pasa a todos los que vienen de afuera”, señalan. Esto sugiere un estado de enamoramiento que en algún momento se irá o se fortalecerá. Por su obra, por esta charla, creo que Rodolfo “Rolo” Capaccio ama este suelo de color intenso y de historia viva. Lo ama tanto que si lo partieran en dos saldría sangre roja. Rodolfo publicó dos libros con Rosita Escalada Salvo “La mirada de los Viajeros” y “Misiones mágica y trágica”, ha trabajado en muchos proyectos audiovisuales, es docente y también publica en medios de difusión masiva. Hace poco tiempo atrás el documental “Horacio Quiroga, el desterrado”, con guión de Nicolás Capaccio recibió el Martín Fierro Federal de Oro, el film también había ganado en el rubro Mejor Documental.
“Misiones mágica y trágica”
- ¿En principio cómo y por qué surgió esta Antología de “Misiones mágica y trágica” junto a Rosita Escalada Salvo?
Esta Antología comenzó hace algunos años luego del intercambio de impresiones acerca de lecturas comunes hechas con Rosita Escalada Salvo; el haber leído y comentado entre nosotros fragmentos sorprendentes de vivencias ocurridas sobre el espacio geográfico de Misiones. Nos pareció que sería interesante incluirlos en una antología ya que muchos de esos textos están en publicaciones prácticamente inhallables y de ese modo socializarlos, ponerlos en circulación, acercarlos a un mayor número de lectores. Rosita y yo somos docentes, de modo que consciente o inconscientemente siempre estamos pensando en la difusión de la lectura, en la que pueden hacer los docentes y alumnos. Los jóvenes en general. De este intercambio nació la idea de la publicación y la definición del título fue la guía para seguir en busca de textos que se adecuaran a esas categorías.
- ¿Cómo fue la selección de los escritores que incluirían en esta antología y según su criterio quién quedó afuera?
El criterio fue incluir sólo fragmentos trabajados desde lo literario, tanto de novelas como de cuentos, aunque algunos cuentos cortos aparecen completos. También algunos informes, como los del Doctor Madariaga sobre la salubridad en Posadas a comienzos del siglo XX, por ejemplo, pueden hoy considerarse literarios.
Lo que dejamos de lado en la opción fue lo testimonial, lo periodístico, etc. material con el cual, de hecho, podría hacerse otra antología, pero preferimos en esa instancia no mezclar. No obstante, en esta selección quedaron afuera algunos relatos de inmigrantes, por razones de extensión y, como siempre ocurre con estas publicaciones, descubrimos más textos después de publicado el libro.
- En esta antología hay autores de diferentes épocas, cuál fue el rasgo distintivo que encontraron entre ellos.
Las categorías “Mágica y Trágica” son arbitrarias, por supuesto, de modo que en las lecturas para seleccionar el material tratamos de hallar alguno de estos dos elementos o, en el mejor de los casos, la conjunción de ellos. Hay relatos francamente trágicos, como los de Rafael Barret acerca de “Lo que son los yerbales” y en los que se describe, con el estilo de narración de comienzos del siglo XX, la explotación inhumana de los trabajadores en los obrajes yerbateros.
Otros decididamente mágicos, como “La leyenda del Iguazú” de Aníbal Cambas, o una mezcla de ambos como el fragmento de “El Río Oscuro” de Alfredo Varela que describe la bajada del cadáver de un mensú arrastrado por la corriente.
En todos, el rasgo distintivo, más allá de las épocas y los estilos, es el deslumbramiento producido por el espacio agreste, ese universo que se presenta ante los ojos del protagonista lleno de misterios, de acechanzas y de peligros. La idea de la desproporción entre la poderosa fuerza natural del monte y la debilidad del individuo.
Por supuesto los textos corresponden a épocas pasadas, cuando la selva era el elemento preponderante de la región. Por eso ahora, con la extinción acelerada que ha sufrido y la transformación del paisaje, pero sin que los problemas sociales hayan tenido solución para la mayor parte de la gente, tal vez cabría hacer un nuevo enfoque, puesto no tanto en lo mágico como en lo trágico.
“En la ciudad los guaraníes sobreviven”
- Con respecto a su literatura en primer lugar quisiera que cuente cómo y por qué surgió escribir sobre la problemática guaraní.
No es mucho lo que he escrito al respecto, pero tampoco podía ignorar una situación de tan flagrante injusticia como la que se lleva a cabo con los nativos, especialmente los de Misiones, que son los que conozco y observo a diario como todo el mundo al tener ellos que desplazarse a las ciudades para sobrevivir.
Hace muchos años, cuando llegué a Misiones, viví en el interior y tuve trato con algunas familias mbyá. Por entonces me di cuenta de cuán grande era su relación con el monte nativo y de la imposibilidad de esa gente de adaptarse, al menos con facilidad, a otro medio que no fuera ese.
También de que a los intereses del blanco –digamos de algunos blancos, porque las generalizaciones son injustas- les interesaba poco la sobrevivencia de esta cultura. Las plantaciones de pino reemplazando el monte nativo tenían y tienen mucha más preponderancia que la existencia y el futuro de las familias indígenas. Así que al trasladarme a Posadas realicé algunos trabajos audiovisuales para la Universidad Nacional de Misiones sobre este tema, y para darle la difusión que pudiera. Uno de esos trabajos se llamó “Memoria de madera”, sobre las tallas de animales del monte hechas por los mbyá, como una forma de perpetuar la fauna en extinción como ellos. Otro se llamó “El Canto Resplandeciente”, sobre las oraciones mbyá recuperadas, traducidas y publicadas por Carlos Martínez Gamba. Luego, algunos cuentos, algunos publicados en diarios locales o en antologías, entre ellos la “Trilogía de Carapé”, que obtuviera una distinción por parte de la FAO en una campaña mundial de sensibilización sobre el hambre.
- Quienes han pasado por Posadas alguna vez han visto a los guaraníes pidiendo monedas, su trilogía de Carapé nos permite ingresar en ese universo, cuál puede ser el aporte de la literatura a esta problemática.
Por paulo ferreyra
[email protected]
Rodolfo Capaccio según algunos medios todavía esta enamorado de la tierra roja, “cosa que les pasa a todos los que vienen de afuera”, señalan. Esto sugiere un estado de enamoramiento que en algún momento se irá o se fortalecerá. Por su obra, por esta charla, creo que Rodolfo “Rolo” Capaccio ama este suelo de color intenso y de historia viva. Lo ama tanto que si lo partieran en dos saldría sangre roja. Rodolfo publicó dos libros con Rosita Escalada Salvo “La mirada de los Viajeros” y “Misiones mágica y trágica”, ha trabajado en muchos proyectos audiovisuales, es docente y también publica en medios de difusión masiva. Hace poco tiempo atrás el documental “Horacio Quiroga, el desterrado”, con guión de Nicolás Capaccio recibió el Martín Fierro Federal de Oro, el film también había ganado en el rubro Mejor Documental.
“Misiones mágica y trágica”
- ¿En principio cómo y por qué surgió esta Antología de “Misiones mágica y trágica” junto a Rosita Escalada Salvo?
Esta Antología comenzó hace algunos años luego del intercambio de impresiones acerca de lecturas comunes hechas con Rosita Escalada Salvo; el haber leído y comentado entre nosotros fragmentos sorprendentes de vivencias ocurridas sobre el espacio geográfico de Misiones. Nos pareció que sería interesante incluirlos en una antología ya que muchos de esos textos están en publicaciones prácticamente inhallables y de ese modo socializarlos, ponerlos en circulación, acercarlos a un mayor número de lectores. Rosita y yo somos docentes, de modo que consciente o inconscientemente siempre estamos pensando en la difusión de la lectura, en la que pueden hacer los docentes y alumnos. Los jóvenes en general. De este intercambio nació la idea de la publicación y la definición del título fue la guía para seguir en busca de textos que se adecuaran a esas categorías.
- ¿Cómo fue la selección de los escritores que incluirían en esta antología y según su criterio quién quedó afuera?
El criterio fue incluir sólo fragmentos trabajados desde lo literario, tanto de novelas como de cuentos, aunque algunos cuentos cortos aparecen completos. También algunos informes, como los del Doctor Madariaga sobre la salubridad en Posadas a comienzos del siglo XX, por ejemplo, pueden hoy considerarse literarios.
Lo que dejamos de lado en la opción fue lo testimonial, lo periodístico, etc. material con el cual, de hecho, podría hacerse otra antología, pero preferimos en esa instancia no mezclar. No obstante, en esta selección quedaron afuera algunos relatos de inmigrantes, por razones de extensión y, como siempre ocurre con estas publicaciones, descubrimos más textos después de publicado el libro.
- En esta antología hay autores de diferentes épocas, cuál fue el rasgo distintivo que encontraron entre ellos.
Las categorías “Mágica y Trágica” son arbitrarias, por supuesto, de modo que en las lecturas para seleccionar el material tratamos de hallar alguno de estos dos elementos o, en el mejor de los casos, la conjunción de ellos. Hay relatos francamente trágicos, como los de Rafael Barret acerca de “Lo que son los yerbales” y en los que se describe, con el estilo de narración de comienzos del siglo XX, la explotación inhumana de los trabajadores en los obrajes yerbateros.
Otros decididamente mágicos, como “La leyenda del Iguazú” de Aníbal Cambas, o una mezcla de ambos como el fragmento de “El Río Oscuro” de Alfredo Varela que describe la bajada del cadáver de un mensú arrastrado por la corriente.
En todos, el rasgo distintivo, más allá de las épocas y los estilos, es el deslumbramiento producido por el espacio agreste, ese universo que se presenta ante los ojos del protagonista lleno de misterios, de acechanzas y de peligros. La idea de la desproporción entre la poderosa fuerza natural del monte y la debilidad del individuo.
Por supuesto los textos corresponden a épocas pasadas, cuando la selva era el elemento preponderante de la región. Por eso ahora, con la extinción acelerada que ha sufrido y la transformación del paisaje, pero sin que los problemas sociales hayan tenido solución para la mayor parte de la gente, tal vez cabría hacer un nuevo enfoque, puesto no tanto en lo mágico como en lo trágico.
“En la ciudad los guaraníes sobreviven”
- Con respecto a su literatura en primer lugar quisiera que cuente cómo y por qué surgió escribir sobre la problemática guaraní.
No es mucho lo que he escrito al respecto, pero tampoco podía ignorar una situación de tan flagrante injusticia como la que se lleva a cabo con los nativos, especialmente los de Misiones, que son los que conozco y observo a diario como todo el mundo al tener ellos que desplazarse a las ciudades para sobrevivir.
Hace muchos años, cuando llegué a Misiones, viví en el interior y tuve trato con algunas familias mbyá. Por entonces me di cuenta de cuán grande era su relación con el monte nativo y de la imposibilidad de esa gente de adaptarse, al menos con facilidad, a otro medio que no fuera ese.
También de que a los intereses del blanco –digamos de algunos blancos, porque las generalizaciones son injustas- les interesaba poco la sobrevivencia de esta cultura. Las plantaciones de pino reemplazando el monte nativo tenían y tienen mucha más preponderancia que la existencia y el futuro de las familias indígenas. Así que al trasladarme a Posadas realicé algunos trabajos audiovisuales para la Universidad Nacional de Misiones sobre este tema, y para darle la difusión que pudiera. Uno de esos trabajos se llamó “Memoria de madera”, sobre las tallas de animales del monte hechas por los mbyá, como una forma de perpetuar la fauna en extinción como ellos. Otro se llamó “El Canto Resplandeciente”, sobre las oraciones mbyá recuperadas, traducidas y publicadas por Carlos Martínez Gamba. Luego, algunos cuentos, algunos publicados en diarios locales o en antologías, entre ellos la “Trilogía de Carapé”, que obtuviera una distinción por parte de la FAO en una campaña mundial de sensibilización sobre el hambre.
- Quienes han pasado por Posadas alguna vez han visto a los guaraníes pidiendo monedas, su trilogía de Carapé nos permite ingresar en ese universo, cuál puede ser el aporte de la literatura a esta problemática.
Estimo que el aporte de la literatura no va más allá de poner en evidencia un problema. No es poco, pero no es suficiente. Ante un drama como el de los indígenas las soluciones tienen que ser políticas, y es evidente que las que se implementan no alcanzan, ya que de otro modo no veríamos a tantos indígenas mendigar por las calles o vivir situaciones de extrema pobreza siempre. En Misiones y otras partes. Por desgracia aquí, la élite política en estos momentos, está más empeñada en recuperar valores de los indígenas del pasado, con el objeto de crear una tradición heroica, invertir en monumentos y decir discursos, que en solucionarle los problemas a los que viven en el presente. Siempre es más redituable, fácil y demagógico hablar de “la heroica raza guaraní” del pasado que ocuparse de sus mendicantes descendientes actuales.
“Un maestro que narra las pasiones y las debilidades”
Rodolfo Capaccio es un lector profundo y además escribió varios artículos sobre Horacio Quiroga. Mientras dejaba abierta estas líneas y buceaba en los diarios las últimas noticias observo que la editorial Sigmar lanzará una nueva edición de “cuentas de la Selva de Horacio Quiroga”. Aprovecho entonces para preguntarle a Rodolfo dónde reside la vitalidad de Quiroga para permanecer en el tiempo, a lo que él tras una pausa responde, “estimo que la vigencia de Quiroga reside en que supo encender, en el imaginario colectivo, un mundo de ficción con vida propia, con luz propia, que no logra apagarse en el tiempo.
Tal vez otras narraciones suyas, ambientadas en otros espacios, hayan sufrido un poco la mordedura del paso del tiempo, pero la invención de la selva que hizo permanece intacta, al igual que sus personajes, lanzados a la dimensión del relato con la tremenda fuerza que les dio el haber sido, además de reales, narrados por un maestro en reflejar las pasiones y debilidades humanas. Prueba esto es el hecho de que la selva prácticamente no existe en la actualidad y sin embargo sus historias ambientadas en ese espacio se siguen leyendo como si tal mundo no hubiese sido perturbado. Él fundó un universo al cual es posible penetrar con la lectura, activar sus componentes y disfrutarlo aunque hayan pasado muchos años.
“La mirada de los Viajeros”
Por último el escritor comentó que por estos días, junto a Rosita Escalada Salvo, “estamos disfrutando del éxito de su nueva antología titulada “La Mirada de los Viajeros”. Meses atrás se realizó la presentación del libro en Posadas. “Hace muy poco tuve también la satisfacción de recibir la noticia de que el Martín Fierro de Oro Federal fue para el trabajo de Marcelo Dacher, - cineasta y productor de Leandro N. Alem- “Horacio Quiroga, el Desterrado” sobre un guión mío”, resaltó.
Además cuenta que pasa buena parte del tiempo leyendo trabajos de amistades, a veces para corregir o dar opinión. “Concretamente estoy ahora trabajando en otro guión sobre la empresa jesuítica en Misiones, escribiendo algunos testimonios personales de los que quiero dejar memoria y reescribiendo cuentos que nunca se publicaron y que duermen desde hace años encarpetados. Como suele ocurrir, también, a veces meto mano en una novela que tal vez nunca termine”.
“Un maestro que narra las pasiones y las debilidades”
Rodolfo Capaccio es un lector profundo y además escribió varios artículos sobre Horacio Quiroga. Mientras dejaba abierta estas líneas y buceaba en los diarios las últimas noticias observo que la editorial Sigmar lanzará una nueva edición de “cuentas de la Selva de Horacio Quiroga”. Aprovecho entonces para preguntarle a Rodolfo dónde reside la vitalidad de Quiroga para permanecer en el tiempo, a lo que él tras una pausa responde, “estimo que la vigencia de Quiroga reside en que supo encender, en el imaginario colectivo, un mundo de ficción con vida propia, con luz propia, que no logra apagarse en el tiempo.
Tal vez otras narraciones suyas, ambientadas en otros espacios, hayan sufrido un poco la mordedura del paso del tiempo, pero la invención de la selva que hizo permanece intacta, al igual que sus personajes, lanzados a la dimensión del relato con la tremenda fuerza que les dio el haber sido, además de reales, narrados por un maestro en reflejar las pasiones y debilidades humanas. Prueba esto es el hecho de que la selva prácticamente no existe en la actualidad y sin embargo sus historias ambientadas en ese espacio se siguen leyendo como si tal mundo no hubiese sido perturbado. Él fundó un universo al cual es posible penetrar con la lectura, activar sus componentes y disfrutarlo aunque hayan pasado muchos años.
“La mirada de los Viajeros”
Por último el escritor comentó que por estos días, junto a Rosita Escalada Salvo, “estamos disfrutando del éxito de su nueva antología titulada “La Mirada de los Viajeros”. Meses atrás se realizó la presentación del libro en Posadas. “Hace muy poco tuve también la satisfacción de recibir la noticia de que el Martín Fierro de Oro Federal fue para el trabajo de Marcelo Dacher, - cineasta y productor de Leandro N. Alem- “Horacio Quiroga, el Desterrado” sobre un guión mío”, resaltó.
Además cuenta que pasa buena parte del tiempo leyendo trabajos de amistades, a veces para corregir o dar opinión. “Concretamente estoy ahora trabajando en otro guión sobre la empresa jesuítica en Misiones, escribiendo algunos testimonios personales de los que quiero dejar memoria y reescribiendo cuentos que nunca se publicaron y que duermen desde hace años encarpetados. Como suele ocurrir, también, a veces meto mano en una novela que tal vez nunca termine”.