Aquel pequeño, apretado y disparador libro de Gabriel Ceballos fue el puntapié inicial de Buenavista. En esta entrevista desandamos aquellos años, cómo y por qué tuvo que irse a Alvear y cómo surgió este libro germen de Buenavista. “El oidor es en realidad el primer libro de toda la serie de Buenavista. Hay una cuestión de piel profunda, si yo me propongo sacar un libro por año de Buenavista lo saco, porque estoy muy adentro de Buenavista”, expresó el escritor Gabriel Ceballos.
por paulo ferreyra
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Hace un año atrás cuando Olga Zamboni presentó el libro “Lo difícil que es partir de Buenavista" expresó que “Buenavista tiene mucho de Alvear, su lugar. El lugar de Ceballos. Tiene y no tiene. Escudriñando en la trama de este lenguaje de Ceballos palpamos que no hay raya entre pasado o presente, vivos y muertos, hechos palpables y recuerdos, vida cotidiana y ficción. Todo se liga, se superponen y se funden en una síntesis apretada y exigente que no da respiro al lector”.
Gabriel Ceballos
En más de una oportunidad Gabriel Ceballos me manifiesta que disfruta mucho de la lectura, tanto como la escritura. “Ahora bien, no hay diferencia clara o nítidas entre el gusto por la escritura y la lectura, lo mejor te puede pasar es agarrar una seguidilla de buenos libros y dispara el estímulo por la escritura. El año pasado hice lecturas muy buenas y escribí en consecuencia. Si pudiera cambiar la escritura por la lectura lo haría, me gusta leer, pero dentro de la lectura uno siente el estímulo por la escritura”, así comienza la charla con Gabriel Ceballos.
El escritor vive en Alvear, Corrientes. Estuvo de paso por la ciudad y no quise desaprovechar la oportunidad. Eché mano entonces a la agenda del periodismo cultural y encontré este dato sabroso, “30 años de la publicación del libro de cuentos “el oidor y otros cuentos”. “A mira vos – expresa sorprendido - yo este año lo tengo como el año de mis 60 años”.
- En el 2015 se cumplen 30 años de la publicación del libro “El Oidor y otros cuentos”, ¿cómo y porqué surge este libro?
El oidor es en realidad el primer libro de toda la serie de Buenavista. Cuando yo me voy a vivir a Alvear, cuando tengo que volver a Alvear, cuando tomo la decisión de volver a vivir a Alvear con mi mujer eso no estaba en nuestra cabeza. Me tengo que ir a Alvear por unas cuestiones familiares y tuve que hacerme cargo de intereses familiares. Eso no estaba en mi cabeza y en la de mi mujer, nosotros estábamos acá en Corrientes, había nacido Estefanía e incluso tenías un proyecto de ir a vivir al exterior. Iba a ir al exterior a pasar un año – porque habíamos pasado todo el proceso militar acá adentro y fue embromado psicológicamente. Teníamos todo más o menos ordenado, Estefanía iba a quedar con los abuelos y nosotros íbamos a visitar a amigos a Italia. Sin embargo surgió una cuestión familiar en el medio y tuvimos que ir a Alvear.
- Ya habías publicado dos libros de cuento.
Antes había publicado “Los Ciudadanos” y “Juanita la diariera”, dos libros muy chicos, cuentos breves, que la temática era urbana, la bohemia y personajes de la noche de Corrientes o Resistencia. Cuando me tuve que ir a Alvear la pregunta era ¿qué voy a escribir? Ahí empece una especie de proceso reflexivo, intuía que me jugaba algo importante, porque si no podía escribir no iba a estar mucho tiempo en este lugar. Además me fui lejos de mis amigos.
- ¿En el medio tiene lugar la Feria del Libro de Alvear?
Después empieza la cuestión de la Feria del Libro de Alvear, que nace con la necesidad de tener a los amigos cerca. Se generó un espacio o una actividad de dialogo con mis amigos que estaban en Corrientes.
“Descubrí que había una atmósfera que podía aprovechar”
Estando en Alvear pienso que tengo que escribir algo con relación al pueblo, con los pueblanos. Comienzo a pensar que no iba a escribir sobre lo ciudadano, incluso fíjate vos mi primer librito se llamaba “Los Ciudadanos”, muy urbano, los lumpen de la noche, las prostitutas, los vendedores de diarios. Comencé entonces a mirar el pueblo y me encontré con que había toda una atmósfera que podía aprovechar, ahora la cuestión era cómo.
Lo primero que se me planteaba era el famoso realismo mágico, que además estaba muy en boga en ese momento, García Márquez era el boom y todo lo que se hacía quedaba como pegoteado, fue una literatura que irumpió con una fuerza impresionante.
Sigo pensando y la manera de gambetearle al realismo mágico era con una cuestión de colores, Alvear no es la paleta de colores que es el caribe, una cosa gris, contenida, la idiosincrasia son diferente, el hombre de campo nuestro es un hombre con una violencia muy contenida que cuando estalla muy fuerte con sapukái en un duelo criollo. Fui viendo todo esas características, esa atmósfera, ahí nace Buenavista, nace con “El Oidor”, en el 84 me voy y en el 85 sale publicado “El Oidor”, me di cuenta enseguida de que iba a poder trabajar tranquilo, fíjate que ese libro me pasaron cosas importantes.
- A lo largo de este libro juegan ahí muy fuerte la muerte y el desarraigo.
Alvear es un pueblo signado por la muerte, es un pueblo que tiene como vedada las posibilidades de progreso. Es un pueblo que no tiene un motor económico, lo tenía con el contrabando hormiga de Brasil pero cuando ellos se estabilizan eso desaparece. Decae en lo estético, en lo económico, hay muchas casas abandonadas en Alvear. Pero en lo que no decae es en la magia. Es inevitable la muerte, siempre esta ahí, y mi familia es una familia también signada por la muerte. Hace algunos años había reunido una serie de cuentos donde estaban, tío ilario, el abuelo, miércoles de ceniza que es sobre mi viejo, la tía chelita, mi abuela, es una familia signada por las pérdidas. Se me viene a la mente una imagen que no se si lo trabaje por ahí que la gente va al cementerio y hace una suerte de pigni, la salida de los domingos, había una señora que tenía un sillón vianes para cada vez que iba al cementerio.
- En ese marco es “difícil salir de Buenavista”.
Si yo me propongo sacar un libro por año de Buenavista lo saco, porque estoy muy adentro de Buenavista. Podes agarrar y darle otra vuelta de tuerca, vamos agarrar el narcotráfico, por ejemplo, a la noche se escuchan los ruidos de aviones, qué pasa si cae el narcotráfico en Buenavista. No seria muy defícil hacer una literatura negra, todos estos hechos que pasaron el año pasado. A esta profesora de literatura, la matan horrendamente, le quiebran la columna, siete puñaladas y después de cometido el asesinato salen a pasear con el auto de la víctima. Pasan tranquilamente con el auto frente a la policía. Si querés literatura negra la podes hacer tranquilamente.
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