El jueves último Bruno Mendoza, Fabio Acevedo y Fernando Acevedo brindaron un cálido concierto chamamecero en La Cocina, Carolina Rojas fue la invitada especial en la velada. A medida que transcurrió la noche se sumaron las voces de Nicolás Cáceres y Ramiro Ojeda. “Esta ha sido una noche donde vinimos a compartir nuestra música. Estamos agradecidos por el acompañamiento del público y ojalá se vuelvan a su casa con otra energía como nos volvemos nosotros”, expresó sobre el cierre de la velada Fernando Acevedo.
Por paulo ferreyra
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Todo reservado. Mesas amplias, mesas de dos, mesas cuatro u ocho personas todas reservadas. La velada anunciada con los músicos Fernando Acevedo, Fabio Acevedo y Bruno Mendoza, con la voz de Carolina Rojas presagiaban una noche que nadie quería perderse. La Cocina, la Casa de empanadas y peñas, “el rincón del encuentro de amigos y el refugio de cantores” estaba colmado. Este lugar esta ubicado en el corazón de la ciudad de Corrientes, paredes sin revoque y vestida de diferentes cuadros.
Cerca de las 22.30 la temperatura comienza a subir, dos hombres charlan alegremente frente a una botella de vino tinto, los vasos a medio llenar y el menú de hojas sueltas juega en la mano de uno de ellos. De una mesa cercana a la barra me acercan una empanada, Ricardo me acerca una empanada y ahora el calor llega a mi boca y se expande. Los músicos irrumpen cerca de las 23 con “alma guaraní” y “mi bien amada”, después con “mi nieto Ignacio” se abrieron paso a las composiciones de Bruno Mendoza.
“Desde el primer momento propuse que esta noche sea de los tres y así fue, vivimos una noche especial donde compartimos nuestra música. Sucede que a veces vengo de Santa Fe y me la paso en mi casa entonces en esta oportunidad coordinamos con La Cocina y pudimos organizar esta reunión de amigos. Además fue muy especial con el apoyo de la gente y ojalá se vuelvan a casa con otra energía”, expresó Fernando Acevedo al tiempo que agregó que Bruno Mendoza y su padre Fabio Acevedo marcaron una gran senda para los chamameceros. “Las composiciones de Bruno o Fabio son increíbles, creo que es dúo es muy bueno, los dos juntos tocando tienen una química especial, entonces hay que mostrarlos como funcionan, como se entienden, como salen los temas, con van para adelante”, expresó Fernando.
“Muy buenas noches a todos, gracias por esta invitación”, irrumpió la voz de Carolina Rojas y la noche se encendiendo con otros matices. “La música no es triste o alegra, la música es todo eso con sus colores”, había manifestado unas horas antes Daniel Barenboim – pianista y director de orquesta – y sus palabras cobraban valor en la noche. La voz de Carolina le iba poniendo nombre a todo aquello que iba despertando la música instrumental.
“Con la guitarra hago exclusivamente chamame. En Santa Fe estoy estudiando y laburo mucho con el Trombón, allá el chamame no abunda como en Corrientes. Incluso con el Trombón hago otros géneros y también me presento con una formación de jazz llamada “Fernandito y sus amigos. A pesar de todo esto el chamame es mi esencia y la guitarra es lo mío”. Fernando Acevedo hace una pequeña pauso y vuelve a sentenciar, “el chamame es mi esencia. Nacer en Corrientes no es el privilegio de todos, nacer con el chammae es una de las cosas afortunadas que tengo, los consejos de papá, los amigos que fui encontrando en el camino de la vida, todo suma en mi esencia chamamecera”.
En la velada hubo una pausa, ahí los músicos visitaron algunas mesas y posaron en varias ocasiones para diferentes fotos. Al regresar Fabio Acevedo recordó que estuvo junto a Bruno Mendoza en un Festival de Tango en el Teatro Vera, “no somos del palo del tango pero hemos hecho algunas cosas juntos y hoy queremos revivirlas”, expresó y el público aplaudió con gritos de júbilo. Después se retiró Bruno Mendoza y hubo una picada entre las dos guitarras de Fabio y Fernando Acevedo, “para mí es un halago y un placer poder tocar al lado de mi hijo”, destacó Fabio.
Pasada la media noche el clima chamamecero se iba acentuando, las mesas renuevan sus bebidas y se sumaron voces como la de Nicolas Cáceres y Ramiro Ojeda. Después vuelve Carolina Rojas y su brillo y belleza se hizo piel en un chamame. La música no para y los flash se disparan desde diferentes ángulos, la energía de cada chamame fue trasferida a cada espectador.
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