Texto de paulo ferreyra
Fotos Forastero del Ibera
En el marco del ciclo “Los Sonidos del Guarán” se presentó Mauro Bonamino el jueves en el Teatro Vera. Estuvo acompañado por Samuel Rodríguez en primera guitarra y segunda voz; Fernando Soto en segunda guitarra; Alejandro Montenegro en la ejecución del Bajo y desde Misiones lo acompañó en el canto Diego Caballero.
De camisa azul impecable, el acordeón pegado al pecho, las luces tenues del gran coliseo y ese fuelle que comienza hablar de los colores y del paisaje de Mauro Bonamino. La música se abrió paso con “apipe”, “la partida”, “guaiba”, sus músicos se van arrimando lentamente y el fuelle respira como un torero. “Es un placer inmenso estar en este teatro – expresó el músico – cuando uno viene del interior de la provincia se transforma en un sueño poder tocar en el Teatro Vera. Aquí me doy el gusto de presentarles parte de mi primer disco y del segundo disco”, expresó.
Las luces del escenario jugaban con las formas y los colores, amarillo, rojo, azul, rosa, verde, entre tantos otros. El público siempre respetuoso, aplausos cerrados y sapukái en la medida justa, gritos en el fondo de “bravo” suenan estridentes. Mauro se dio tiempo en este espacio íntimo y compartió sus composiciones con anécdotas de dónde y cómo surgieron algunos de sus temas. El primer invitado fue Coqui Ortiz quien antes de interpretar uno chamame de su autoría manifestó que el tema es una fotografía de la infancia. Es una fotografía de mi viejo y de mi vieja, están ahí los quehaceres de la casa escuchando chamame” manifestó y los acordes de “chamame que se eleva” se llevaron aplausos.
“Cuando nace un chamame vienen aflorando muchas cosas como recuerdos, aromas, caminos, también algunas personas”, comentó Mauro Bonamino. Presentó el tema “Sacú”, dedicado a su abuelo e inmediatamente lo presentó, Secundino Martínez asomó al escenario con su acordeón. En compañía de su abuelo Mauro hizo un par de temas, ahí justo se le cortó la cuerda de su acordeón y entre risas expresó “anga`u que me va a parar” y Secundino improviso algo para robarse sapukái y aplausos.
La noche se escurría entre emociones y pasajes autobiográficos y se sumó al escenario Fernando Acevedo. “Llegó el momento de invitar a un emblema de la palabra en el chamame. Tengo el gusto de que me acompañe esta noche Julio Cáceres”, deslizó Mauro y la presencia juglar del chamame se hizo canción con “sangre montaraz” y después junto a Nicolás Cáceres interpretaron “tapera de mis recuerdos”.
Sobre el final hubo tiempo para un popurrí de clásicos, los bises cerraron con “llegando al trotecito” y “bailantas chamameceras”. De píe el público despidió a Mauro Bonamino, “agradezco profundamente a quienes organizan este ciclo “nuevos sonidos del guarán” y los invito a respaldar a los músicos que vendrán a engalanar este ciclo. Gracias a todos por este acompañamiento”, concluyó y los aplausos cerraron una velada emotiva e íntimamente chamamecera.
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