viernes, 25 de septiembre de 2015

“La canción camina por el cuerpo”

Este jueves se presentó Luiz Carlos Borges en el Centro Cultural Alternativo de Resistencia, Chaco. Coqui Ortiz fue el anfitrión y compartieron escenario además Nino Zonnoni, Diego Gutierrez y Nini Flores. “No quiero llamar a esto show o concierto, esto es una juntada chamamecera entre Brasil y Argentina. Agradezco a todos por esta posibilidad de compartir la música, la vida y la amistad”, resaltó al filo de la media noche el músico y compositor Luiz Carlos Borges. Por su parte Coqui Ortiz agradeció al público su presencia y resaltó que Borges llegó para acortar camino y fortalecer lazos de amistad.

Texto paulo ferreyra
Fotos Gentileza Gustavo y “esto también esta sonando”


La entrada en el patio cecualero es tranquila, hay sillas esparcidas al boleo y algunas ya está ocupadas. El clima es fresco, las hojas de los árboles están selladas y por momentos algunas charlas distraen con risas estridentes. Poco a poco el mate queda relegado y la cerveza se adueñan de las mesas, mientras las empanadas esparcen su aroma y despiertan el apetito.



“Vamos hacer un par de temas para recibir al maestro Luiz Carlos Borges”, comenta Coqui Ortiz quien abre la velada con Cigarra, después continúa con Garzas viajeras y El sauce y el río. Lo acompañan a Coqui Juan Carlos Mora en el piano y Julio Ramírez en acordeón. El repertorio continúo con Despenadero, un tema que Coqui compuso especialmente para tocar con Julio y cerró su actuación con Mate cocido con banana. “Gracias a ustedes por venir y por disponerse a escuchar a un maestro como Borges, es un lujo tenerlo aquí en este patio maravilloso del CECUAL”, concluyó.


Fraternidad chamamecera



El patio del CECUAL esta colmado, no alcanzan las sillas y la puerta sigue abierta para recibir a quienes se quieran sumar a esta velada de integración. Algunos están bajo la sombra del árbol, cierran los ojos y se dejan llevar por la música, el rocío hace mas fresca la noche y la luna juega a las escondidas con las nubes allá lejos, en un cielo ancho y profundo. “Estoy aquí muy feliz. Esta es la segunda vez en 53 años de músico profesional que tengo el gusto de estar en Resistencia. Estoy feliz porque vengo por las manos de un artista de ustedes, por su forma de pensar la música, por su forma de pensar la amistad, por su forma de pensar la integración, por todo esto y mucho más estamos aquí esta noche. Siempre nos veíamos en la Fiesta del Chamame pero hoy llegó el día en que pudimos trenzarnos en un díalogo más profundo con el querido Coqui Ortiz”, deslizó Luiz Carlos Borges.


“Siempre en mi vida me propuse hacer cosas verdaderas, hacer cosas de mi tierra”, destacó Borges y los aplausos subrayaron esas palabras. “Cuando vengo al encuentro del universo chamamecero vengo con lo mejor de mi humildad, mi respeto, no hay otra manera de llegar al corazón. Gracias Coqui por la mano tendida, por el cariño, por la amistad, por tu familia”, manifestó Borges, quien estaba acompañado por el destacado guitarrista Yuri Menezes.


"Hijo el chamame no es solamente una canción/ Es una luz que alumbra noches en tu corazón/ Viene del pueblo", reza un fragmento de la canción Mi hijo me ha pedido un chamame. “Esta canción la compuse en el año 98 cuando fui invitado por Mercedes Sosa para tocar en Mendoza. Mi hijo tenía nueve años en ese momento, el quería viajar, lloraba un poco cuando vio las valijas prontas ya para partir de viaje. Entonces le dije si quería que le compre algo y el me respondió con lágrima en los ojos – traeme un chamame porque eso vos sabes hacer muy bien”, comentó Borges y nuevamente despertó aplausos y sapukái.

Con el acordeón pegado al pecho, por momento lo extiende y su fuelle se multiplica en colores y paisajes. En algunos temas termina cansado y entregando hasta el último pulso que le queda en el cuerpo, vuelve a respirar, toma agua, dibuja una sonrisa y sentencia que está feliz. La camisa se le pega al cuerpo y las emociones las graba en el alma. Compartieron esta juntada Nino Zannoni, Coqui Ortiz y Nini Flores.

“Esta noche siento que la canción camina por el cuerpo. No puedo llamar a esto show o espectáculo, esto es una juntada de amigos”, expresó Carlos Borges a la media noche del jueves. El público acompañó y vivió la velada con gran intensidad, “bravo”, “bravo”, “muy bueno”, “bravo”, rezaban entre los aplausos.

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