Días atrás se realizó el primer Encuentro de Cultura donde confluyeron artistas como Julio Mac Donald, Coqui Ortiz y Cacho González Vedoya. “La génesis de la cultura tiene que ver con la tertulio, un encuentro donde pueden compartir un mismo espacio diferentes artistas como en este caso un poeta, un músico y un escultor”, expresó Pedro Zubieta y la noche se fue despojando entre música, anécdotas y poesía. En este espacio develamos algunos colores que tuve este Encuentro. Fotos gentileza de Carlos Maciel.
Por paulo ferreyra
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El público va ingresando lentamente al Museo de Bellas Artes de Corrientes, hay saludos y abrazos afectuosos que se repiten con los artistas de la noche, Cacho González Vedoya, Julio Mac Donladd y Coqui Ortiz. Las charlas se van animando mientras suena música despacio y en el aire sopla una suave briza nocturna. Un mozo custodia una mesa rebalsada en copas, botellas de agua y vino, de repente destapa la primera botella de vino y sisa todas las miradas.
Julio Mac Donald - Escultor |
Pasada las 21 horas Pedro Zubieta irrumpe con su voz particular y agradece a los presentes el acompañamiento. Revela que la intención de esta actividad es repetirla durante el año y a pedido del Instituto de Cultura se irá rotando de museos, "siempre advierto que los patios de los Museos de Corrientes son los patios más lindos de nuestra ciudad", destaca.
"Con SPS Salud y con Carlos Lezcano ideamos esta actividad. La idea es recuperar la tertulia de años anteriores donde se gestaron movimientos culturales importantes para la provincia y la región", expresó Zubieta antes de ceder la palabra a Carlos Lezcano quien condujo con gran maestría el diálogo entre estos referentes culturales. "Vamos a conocer la vida y la obra de estos artistas", manifestó Carlos y los protagonistas de la noches comenzaron a develar sus historias.
Cacho Vedoya - Poeta |
Julio Mac Donald comenzó a modelar un busto de Cacho González Vedoya. Coqui Ortiz además de ponerle colores a su historia de vida lo tamizó todo con la música del litoral argentino. Cacho González Vedoya en silencio, a veces humedeciendo sus labios con una copa de vino y aguardaba su turno para contar las historias vividas en su pago itateño. "Yo ya me morí hace rato. Porque ya estuve en el cielo, estuve en Santa Rosa gracias al camino, el camino tenía un tranquera tras el cual uno podía entrar a un mundo donde los árboles te esperaban con los brazos abiertos, había un arroyo donde por las noche pasaba la luna, se queda y se demoraba un rato en esas aguas. Desde ese lugar uno sólo podía creer que ya murió y estaba en el cielo”, deslizó.
“La poesía es un detalle. Los personajes me revelaron todo en las conversaciones que teníamos con la gente del pueblo. Las conversaciones estaban desbordadas a veces de silencio. Todo lo que me dieron la gente de mi pueblo lo fui poniendo en las letras. Lo más lindo que tiene el hombre en lo que hace son las equivocaciones, cuando Nati tocaba la campana en Itatí tenía vida esa campana, hoy se toca todo por computadora”, comentó Cacho González Vedoya. Tras estas palabras Daniel Osuna es convocado por Coqui Ortiz y deleitaron al público con “sinesio el barrilero”.
Coqui Ortiz - Autor y compositor |
Por su parte Julio Mac Donald sigue trabajando en silencio. “Yo siento pasión por lo que hago – cuenta y desgranando sus palabras lentamente. Tengo obras que están en casa de amigos o familiares, después las obras públicas están a la vista de todo el mundo. Hacer cada obra lleva mucho tiempo, mucha observación, a mi me facilita haber conocido a la persona cuando tengo que hacer un busto. Ahora estoy trabajando con luz artificial y es un tanto difícil para mí porque siempre trabajo con luz natural, cambia la perspectiva cuando no hay suficiente luz. La obra tiene alma. A veces pienso que falta algo, pero cuando estoy haciendo el modelado aparece el personaje y tiene vida. Produce placer ver la obra, la primera obra que hice fue de Antonio Niz que esta emplazado en el Anfiteatro de Mburucuya. Hay muchas obras en distintos puntos de la provincia. Pongo mucho empeño en lo que hago y soy muy exigente conmigo, pero cuando esta la obra terminada siento placer y veo que dejo algo a la sociedad.”, comentó.
El público observa en silencio. Algunos ya comienzan a beber vino o agua. Un equipo de mate ya quedo relegado a un costado. Carlos Lezcano lleva el diálogo con gran maestria, sus preguntas son cortas y su observación amplia, siempre se lo ve atento a las palabras del entrevistado para largar un bocadillo y que la charla fluya como un torrente. “Ellos son los artistas y ellos tienen cosas importantes para decir”, me expresará después de la velada.
“En el reloj de la casa/ apenas respira el tiempo/ en puntas de pie camino / zapatos al hombro el viento/ y todo por que la niña se va durmiendo/ durmiendo/ y todo porque la niña se va durmiendo”, canta Coqui Ortiz. La briza se funde con la música y el público parece agradecer haber adobado el alma con la canción. Los aplausos se expanden como el pecho que se hincha de felicidad. Coqui Ortiz ha compuesto con grandes poetas y músicos de la región y el país. Su primer obra con el poeta Aledo Meloni es una canción de cuna, “La Niña”, expresa y echa andar los acordes y la voz.
“Las palabras a mi me volvieron loco. Yo siempre festejé el busto de Benjamín de la Vega que hizo Mac Donald. Celebro no la materia sino el aire que envuelve ese busto, es el aire que tenía Benjamín y es la mirada o la manera de poner los ojos. Hay algo que está envolviendo ahí más allá del objeto. Lo escucho ahora a Coqui Ortiz y veo que se libera de las palabras, hay silencios que se abren que son maravillosos”, expresó Cacho González Vedoya.
La Noche se escurrió entre anécdotas y vivencias, risas y aplausos del público. Un encuentro trasversal de generaciones y cruce artísticos. Cada uno desde su lugar develó la intimidad de su creación y compartió su arte. La cultura esta viva y tuvo su fulgor en la noche del último miércoles de marzo.
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