paulo ferreyra
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Cerca de las nueve de la mañana Juan Pablo Alfonzo y Gonzalo Naranjo llegaron con los atriles y algunos instrumentos. Lentamente fueron acondicionando el lugar. Una hora después comenzaron a llegar los primeros músicos. Una señora mayor, muy entrada en años, observaba en silencio mientras otras atravesaban el hall casi arrastrando los pies. Los violines y las violas dibujan notas en el aire. En el fondo el saxo coquetea un fraseo de libertango.
El personal administrativo del Instituto de Cardiología sigue en su trabajo, sigue el movimiento de la orquesta de reojo, pispea, observa. El público entra y sale, algunos se van arrimando y se quedan a escuchar. Poco a poco el público se acomoda, ya son casi las 11 de la mañana y está todo listo. Se acomodan algunos bancos y unas cuantas señoras quedan sentadas de frente a la Orquesta. Una joven con el pelo recogido, rostro ancho y colorado mastica con fruición, a su lado un niño saca de su mochila la chipa y comen con gusto.
"Muy buenos días. Este es un regalo muy especial para nuestra institución. Como médicos sabes del valor y del significado de la música para la vida de las personas. Hoy tenemos una visita muy especial. Ya han venido en otras oportunidades y hoy vuelven a acompañarnos", desliza en la apertura de la mañana el doctor Julio Vallejos, director del Instituto de Cardiología. "Gracias por abrirnos las puertas de su casa. Vinimos a traer música clásica y música ciudadana", destacó en la apertura del concierto la maestra Andrea Fusco, directora de la Orquesta Sinfónica de la Provincia de Corrientes, dependiente del Instituto de Cultura.
Alicia Guerín, una de las violinistas de la Orquesta destacó la posibilidad de la Orquesta de salir del Teatro Vera y desarrollar su música en otros ámbitos. "A nosotros nos encantar salir del Teatro Vera. Venimos acá donde estamos en otro ambiente, donde el público no siempre es el mismo que puede ir a escucharlos a una sala teatral. En esta oportunidad disfruté mucho porque vi un niño aplaudiendo, una abuela, un señor sentado en su silla de ruedas con suero escuchando atentamente a la Orquesta. El aplauso es diferente en estos lugares, la experiencia es muy linda y estoy encantada con el silencio que hubo esta mañana porque significa que a el público realmente disfrutó del concierto. Fue sorprendente el silencio y la cantidad de gente que se acercó a escucharnos", concluyó Alicia.
Por su parte Juan Bautista Cardoza, quien hace casi treinta años que está en la Orquesta Sinfónica de Corrientes también expresó su halago por este concierto en el Instituto de Cardiología. "Creo que estas salidas son hermosas. La Orquesta tiene una función didáctica, tocamos en escuelas y en lugares que no son comunes como esta Institución de Cardiología. Nosotros cuando nacemos venimos a la vida con un llanto que es nuestra primera música y después cuando nos vamos nos despiden con esa música. Es decir la música está siempre con nosotros y es maravilloso poder llevarlo a distintos rincones. Nosotros acá en este lugar nos llevamos el aplauso y el silencio que son los mejores premios que nos llevamos. Pienso que la maestra Andrea Fusco y todos los que hicieron posible este concierto estarán satisfecho porque hemos vivido algo muy emotivo", resaltó Juan Bautista Cardozo.
El pasado seis de agosto la Orquesta Sinfónica había realizado un concierto donde incluyó la participación de Rodolfo Flaschka en un solo de saxo con la obra Libertando de Piazzolla. Después del concierto Rodolfo había explicado que "originalmente era para tuba pero por una cuestión de registro y organización lo hicimos con el saxofón. Piazolla es un gran compositor y es el tipo de composición donde uno puede intervenir de muchas maneras. Libertango hace alusión a la libertad y parece ser una de esas piezas donde muchas cosas se pueden hacer. En mi caso particular aprovecho para mostrar todos los recursos musicales que tiene el saxofón, como griseados, inflexiones, sonidos que cruje, subtonos, slap y otro efecto que se llama sheik", comentó y hoy se lo vio feliz al poder repetir este repertorio.
El concierto fue seguido con gran atención. Hubo gente en las escaleras, en los pasillos, en los descansos de la escaleras, cualquier lugar era propicio para escuchar a la orquesta sinfónica. Sobre el final de la presentación el doctor Julio Vallejos volvió agradecer a la directora y a todos los músicos de la Orquesta Sinfónica. "Los agradecidos somos nosotros porque nos abrieron las puertas de su casa. El mejor premio que nos llevamos es su respeto, el silencio con el cual nos acompañaron y sus aplausos", destacó la maestra Andrea Fusco.
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