paulo ferreyra
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Foto de Nota Carlos Maciel
Foto de Tapa Revista Forastero del Ivera
Durante estos tres días del 7 Festival de Invierno de Chamame pasaron artistas como Silvia Teijeira, Pablo Delvalle, Billy Fernández y Rodrigo Galarza, Elena Godoy en calidad de invitada de este trío. Desde Paraguay llegó Eloy Miranda Trío y en el cierre de la primera noche estuvo Cacho Espíndola. El sábado la propuesta continuó con el Homenaje a Salvador Miqueri de la mano de la Orquesta Folclórica junto a cantantes invitados y el cierre con Trébol de Ases. El domingo la puertas del Teatro se abrieron temprano y minutos después de las 19 comenzó la velada con Walter Lezcano, Litoral Full Contact, trío conformado por Wally García, Uli Gómez y Augusto Ayala; Ricardo Panizza Trío. Luego continuó el espectáculo con la presentación de Gicela Méndez Ribeiro junto a Aluisio Rockembach del Brasil y en el cierre del festival los Hermanos Barrios.
El Festival de Inviernos prosiguió con la idea original de sus creadores, Nini Flores y Aldy Balestra. “Ellos crearon un Festival de Invierno pensando en un espacio íntimo y cuidado para la música. Una ventana donde se puedan mostrar los creadores de tendencias renovadas e instrumentistas en acordeón, bandoneón, guitarra y en esta edición también en piano”, destacaron los locutores del Festival.
Los artistas sorprendieron al público con formaciones y repertorios diferentes a lo que habitualmente se los conoce. Como en otros festivales el clásico “bravo”, se sustituyó en muchos fragmentos por el silencioso y admirado “qué belleza”, “qué lindo”, expresiones que generaron la propuestas de los músicos de este 7 Edición del Festival de Invierno.
Éxito y magia del Festival
Uno de los curadores del Festival de Invierno, Osvaldo Burgos director del área del Instituto de Cultura manifestó que el éxito del festival se puede medir en dos frentes. “Por un lado el tributo a Salvador Miqueri fue un éxito en cuanto a concurrencia y en cuanto a propuesta de tributo, Salvador Miqueri es la raíz más genuina del chamame. Por otro lado el perfil del festival de algún modo intenta destacar los matices, los colores, las vanguardias, las sutilezas y el tributo generó o equilibró la propuesta tradicional con las otras propuestas artísticas. El otro éxito del festival pudo palparse en cuanto a la diversidad de colores que se expusieron. En el festival hubo solistas de pianos, el viernes estuvo Cacho Espíndola y el domingo los Hermanos Barrios con grandes propuestas artísticas”, destacó.
“En esta 7 Edición del Festival de Invierno hubo magia. Es un tipo de magia que no está en los grandes festivales donde ocurren otro tipo de magia”, desliza Osvaldo Burgos y hace un silencio. La noche se escurre después de intensas actividades en el Festival de Invierno y en el Encuentro de Nuevos Creadores en San Cosme. “La magia a la que vos te referís está relacionada a la condición acústica del teatro. Cuando nosotros escuchamos chamame en el teatro podemos apreciar las sutilezas de la música. El chamame básicamente tiene nailon, fuelles, hay cantantes que vierten fraseos que son muy expresivos, eso se logró potenciar en este festival íntimo”, destacó.
“Creo que podemos acostumbrarnos aprecia la riqueza de la música en cuanto a las sutilezas, hay que acostumbrarse a eso. Los músicos que actúan en los festivales con mucha amplificación ni ellos mismos se aprecian por el nivel sonoro. Muchas veces cuando un grupo ensaya lo hace con poco sonido, en el estudio o en el living de tu casa. Esa cuestión intima del living no siempre se puede trasladar a los lugares masivos. Eso es mágico, cuando estas escuchando la respiración del fuelle es mágico, porque no sucede y cuando sucede es mágico”.
“Hay que pensar la música para poder adecuarla a los distintos escenarios. Tanto el espectador como el músico que interpretan palpa el sonido y convive con el sonido de otra manera, eso hay que trabajarlo, los técnicos, los sonidistas también deben adecuarse al espacio”.
“Estamos conforme con el resultado. Que la música se reconozca por sus matices y sus colores es muy importante. Nos estamos abriendo a disfrutar no solo de la fuerza del chamame sino a todo los sentidos”. Por último en diálogo con Osvaldo Burgos dialogamos sobre las expresiones que despertó este festival, además de las clásicas “bravo”, “otra”, también se escucharon aquí otras expresiones como “qué belleza”, “qué lindo”. “Eso no se produce en los festivales grandes. En este Festival de Invierno los finales de cada tema fueron sutiles, en este festival intimo creo que hay mayor honestidad y eso tiene que ver con que los músicos se muestran como son”, concluyó Osvaldo Burgos.
En la 26 Fiesta Nacional del Chamame se abrió el espacio para los pianos del Chamame. Este año en el Festival de Inverno se volcó esta iniciativa dando un espacio a la sonoridad de este instrumento. Hubieron grandes momentos y aunque esa palabra de sutileza se repita como un juguete mecánico es porque intenta describir esos momentos agudos, delicados e ingeniosos que tuvo el Festival. No hay nada que este endeble periodista pueda escribir sobre la fuerza y virtuosidad de Aluisio Rockembach, simplemente cabe destacar que en el Festival de Invierno puso su tonos, su fuerza y la respiración del fuelle al contacto con el público.
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