paulo ferreyra
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Foto Adrián Gómez
Silvia Teijeira nació en Federal, Entre Ríos. Actualmente vive en la ciudad de Paraná de la misma provincia, es pianista y compositora. Ha editado los discos "Latiendo", "Rulos de Zamba" y el más reciente material se titula "Bien Florido. Puro Litoral", en este material incluye chamame, rasguido doble y valseado. En esta apretada y ajustada charla nos cuenta sobre qué significa y cómo vive esta invitación a participar del 7º Festival de Invierno de Chamame.
En principio que significó para Usted está invitación a traer su música al Festival de Invierno Chamame.
Me siento muy contenta y honrada por haber sido invitada a participar del 7º Festival de Invierno. Sinceramente deseaba enormemente tocar en el festival. Por lo que significa, por lo que se genera y también porque me gusta especialmente tocar en festivales.
Además siento una alegría doble porque también fui invitada a brindar un taller bajo el título ”Del chamamé al piano y del piano al chamamé”. Este taller será en el 3 Encuentro de Nuevos Creadores que se realiza en San Cosme, en el Camping de la Laguna Totora. Me honra enormemente que además de la música que puedo brindar los organizadores piensen que puede ser enriquecedor que interactúe con los asistentes al encuentro. Voy a brindar en palabras los caminos que he ido y que voy transitando para tocar chamamé en el piano.
Cómo llega el chamamé a su música y a su vida, ¿se separan estás o la vida y la música van juntas?
El chamamé llegó a mi vida porque soy de Federal Entre Ríos y me crié allí, donde la presencia era y es muy significativa.
Allá lo escuchaba a diario y a toda hora porque la gente tocaba en su casa, además de las fiestas y bailes. También allá sentí esa identificación con el chamame que además de ser una música es una forma de sentir, de pararse históricamente como argentinos, de mirar la vida, de relacionarse, de sentirnos y expresarnos como pueblo. El chamamé nos expresa y dice de nosotros, a la vez que nos identifica y nos permite decir lo que somos.
El chamamé es el modo de sentir, de vivir, de mirar y construir nuestras costumbres, de vivir la historia de nosotros con todo lo complejo que eso significa.
En mi vivencia personal la vida y la música van juntas.
Por último, la escucho y siento que da mucho, mucho, mucho. Anoto, entrega el alma en cada interpretación. Ahora pregunto, ¿qué le sucede y qué entrega en cada interpretación?
Gracias por recibir de ese modo la música que hago. Sí, doy mucho cuando toco, y también cuando preparo las versiones al pensar cómo armarlas en el piano.
Solo que nunca pensé qué entrego en cada interpretación, pero ahora, para responderte me puse a ver eso y cómo podía expresarlo.
Sean temas propios o de otros músicos que elija tocar, de hecho, siempre tengo una relación emocional, visceral, espiritual e intelectual con cada tema. Si son ajenos, es que me conmueven enormemente, por su letra, por la música en sí que me genera determinadas emociones, estados, pensamientos. Si son míos siempre es vivencial lo que los genera.
Desde ahí me nutro de esa música y busco cómo armar una versión que me guste. Luego de eso trabajo la interpretación para que vaya aflorando desde el piano, que también tiene su identidad, su particularidades y se hacen presentes en la concepción e interpretación. Todo eso buscando poder expresarlo con libertad. Aunque me doy cuenta que no sabría poner en palabras lo que me preguntás. Es algo totalmente emocional, aunque contiene muchos y variados componentes, no solo emoción pura. Lo que sé es que amo la música. Y la forma de sentirla, elaborarla y brindarla es equivalente a mi modo de vivir y vincularme.
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