martes, 16 de agosto de 2016

¿Vas a pasar la película del monstruo verde?

El Instituto de Cultura de la Provincia de Corrientes desembarcó días atrás en el Barrio San Roque Oeste con múltiples actividades en torno al día del Niño. Hubo títeres y además el Cine Móvil, con el equipamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales proyectó cortos regionales y una película nacional. Los niños aguardaban con impaciencia la llegada del Cine Móvil, salieron al encuentro de Federico Molina y Manuel Ibarra, referentes del área de Cine del Instituto de Cultura de Corrientes. ¿Vas a pasar el monstruo verde?, me increpa un niño – se refiere al sapo pepe – me traducen. No, le respondo. La respuesta no cayó en bueno puerto.

Texto - paulo fereryra
Fotos – manuel ibarra


Cerca de la media tarde del sábado último el Cine Móvil llegó al barrio San Roque Oeste de la Ciudad de Corrientes. La tarde relucía al amparo de un sol abrazador y cobijado por la sonrisa de los niños. Las proyecciones comienzan con cortos de chamame, suena en los parlantes La Cau y los niños miran intrigados, una niña muy joven con un bebe en brazos se mece mientras el chamame estira su fuelle.

La actividad del Cine Móvil tuvo lugar ahora en Comedor Comunitario San Roque situado en el Barrio San Roque Oeste de la ciudad de Corrientes. Hubo antes de la proyección de cine un Taller de construcción de títeres.


¿Vas a pasar el monstruo verde? Increpa un niño de un poco más de dos años. Tras estas palabras hay cruces de miradas hasta que alguien pregunta por “el sapo pepe”. – no, no vamos a pasar el sapo pepe. Los chicos más grandes hacen ronda alrededor de una gran jarra traspirada con jugo para terere.

“Cómo están los chicos”, pregunta Federico Molina, referente del Cine Móvil dependiente del Instituto de Cultura de Corrientes. Interactúa con soltura con los chico, se anima y dan aplausos ante el anuncio de que la película central es metegol. Los niños hacen silencio rápido y solo se escucha el sonido de la película.

Hay nenes muy pequeños con juguetes en sus manos que se vuelven tiernos, dulces, angélicos, sinceros. Los ventiladores siguen siendo parte del sonido hasta que se diluyen. Los niños están con sus ojos abiertos bien grandes. El terere sigue entre manos. Un niño me sonríe, le sonrío, nos hacemos señas por la camiseta, sus colores de azul y amarillo relucen en el salón en penumbras. Sonreímos.


“Un amigo de verdad no pone tu vida en peligro”, reza un afiche en color amarillo y letras negras. Hay varios en el salón con frases llamativas.

Durante la proyección de la película sirvieron factura y chocolate. Sobre el final hubo sorteos y mientas el sol se recostaba en el horizonte la película llegaba a su fin. Los chicos y los referentes del barrio auguraron por una próxima visita del cine.

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