Días atrás el Centro Cultural Alternativo de Resistencia se colmó de poesía y música. Los protagonistas fueron Lucho Guedes, Seba Ibarra, Mario Caparra y Tony Zalazar. "La esencia de la poética de Lucho Guedes radica en manifestar los sentimientos encontrados que surgen en nuestras relaciones personales y cotidianas. Además con el condimento de siempre intentar salvar el corazón", manifestó en la velada Tony Zalazar.
paulo ferreyra
[email protected]
Hay unos pequeños grupos en ronda. En el ambiente se escucha música y el murmullo de algunas conversaciones encendidas. Algunas banquetas ahora hacen de mesa que se pueblan de cerveza, sopa paraguaya, en algunos casos libros recién comprados.
En el modesto escenario Tony Zalazar ensaya la lectura de poesía, en su rostro se dibujan algunos gestos, eleva sus cejas e ilumina sus ojos. Mientas tanto va separando unos recortes de papel cargados - después sabríamos - cargados de poesía.
Toda la escena transcurre bajo el ambay. Ambay es el patio cecualero, es el árbol, es el pulmón y el testigo de las noches culturales del CECUAL. Tras la presentación de "Corcho" ya están dispuesto a regar la noche de poesía y música Lucho Guedes, Seba Ibarra, Tony Zalazar y Mario Caparra.
"Me encanta venir a Resistencia", desliza en voz baja Lucho Guedes. "Me encanta venir acá porque en primer lugar paro en la casa de Seba Ibarra, él es un gran amigo, estoy muy cómodo en su casa y la paso muy bien. Además venir al CECUAL es hermoso porque es distinto a todo", concluye antes de volver a la guitarra.
La noche fue coqueteando todo el tiempo entre la poesía y la música poética. Harto difícil sería describir cada momento, quizás alcance con decir que fueron mucho momentos de gran emotividad y con la emoción ceñida en los ojos. Sin embargo también hubo distención y sonrisas, en uno de esos hiatos Lucho Guedes contó sobre su gran aporte a la cultura argentina. "Hoy he inventado una bebida nueva. Ustedes pueden hacerlo también en sus casas. Hoy hemos inventado el tereré de fernet", comentó y se llevó algunas sonrisas tímidas. "No hace mal", afirma Seba Ibarra.
Por momento un sábado a la noche sólo gobiernan la poesía y la música. La voz y las cuerdas de la guitarra - esas cuerdas que esquivan la afinación justa y que parecen desvelar a Guedes. Hasta los vehículos y los colectivos que pasan frente al CECUAL parecen apagarse ante tanto calor cultural.
paulo ferreyra
[email protected]
Hay unos pequeños grupos en ronda. En el ambiente se escucha música y el murmullo de algunas conversaciones encendidas. Algunas banquetas ahora hacen de mesa que se pueblan de cerveza, sopa paraguaya, en algunos casos libros recién comprados.
En el modesto escenario Tony Zalazar ensaya la lectura de poesía, en su rostro se dibujan algunos gestos, eleva sus cejas e ilumina sus ojos. Mientas tanto va separando unos recortes de papel cargados - después sabríamos - cargados de poesía.
Toda la escena transcurre bajo el ambay. Ambay es el patio cecualero, es el árbol, es el pulmón y el testigo de las noches culturales del CECUAL. Tras la presentación de "Corcho" ya están dispuesto a regar la noche de poesía y música Lucho Guedes, Seba Ibarra, Tony Zalazar y Mario Caparra.
"Me encanta venir a Resistencia", desliza en voz baja Lucho Guedes. "Me encanta venir acá porque en primer lugar paro en la casa de Seba Ibarra, él es un gran amigo, estoy muy cómodo en su casa y la paso muy bien. Además venir al CECUAL es hermoso porque es distinto a todo", concluye antes de volver a la guitarra.
La noche fue coqueteando todo el tiempo entre la poesía y la música poética. Harto difícil sería describir cada momento, quizás alcance con decir que fueron mucho momentos de gran emotividad y con la emoción ceñida en los ojos. Sin embargo también hubo distención y sonrisas, en uno de esos hiatos Lucho Guedes contó sobre su gran aporte a la cultura argentina. "Hoy he inventado una bebida nueva. Ustedes pueden hacerlo también en sus casas. Hoy hemos inventado el tereré de fernet", comentó y se llevó algunas sonrisas tímidas. "No hace mal", afirma Seba Ibarra.
Por momento un sábado a la noche sólo gobiernan la poesía y la música. La voz y las cuerdas de la guitarra - esas cuerdas que esquivan la afinación justa y que parecen desvelar a Guedes. Hasta los vehículos y los colectivos que pasan frente al CECUAL parecen apagarse ante tanto calor cultural.