"Aquí se puede ver madera, textil, plástico, lana, bordado, ensamble textil, calado, diferentes técnicas aplicada a una sola obra de arte", cuenta bajo una sonrisa silenciosa Gustavo Mendoza. El Instituto de Cultura de la Provincia de Corrientes junto al Museo Provincial de Bellas Artes “Doctor Juan Ramón Vidal” inauguraron días atrás la Muestra Manglar del artista Gustavo Mendoza. La muestra está abierta en la Sala "José Negro" y es un desafío a los visitantes ya que interpela, moviliza, sumerge al espectador a la obra y cambia el eje de atención.
paulo ferreyra
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El cielo está encapotado. Hace calor y el aire resulta pesado. La noche está cerrada. Casi imperceptiblemente comienzan a caer finas gotas que hacen dibujos en el piso del Museo de Bellas Artes. En este ámbito es inevitable pensar si Seurat o Signac se inspiraron en esos puntos dibujados por una lluvia para comenzar a crear su arte en Francia. Los dibujos se intensifican y en un instante se funden en el piso, ya no quedan más que recuerdos.
El miércoles último el arquitecto Gabriel Romero, presidente del Instituto de Cultura junto a Luis Bogado y Elizabeth Andreau inauguraron la Muestra Manglar de Gustavo Mendoza. "Después de diez años vuelve este gran artista a exponer en el Museo de Bellas Artes. Esta es una apuesta diferente porque es una gran instalación que abarca toda la sala principal del Museo", expresaron en la apertura.
A continuación de las palabras de protocolo el público ingresó rápidamente a la Sala José Negro. Enseguida se encendieron charlas dispersas sobre la calidad de la muestra de Gustavo Mendoza. Hay varios jóvenes que toman fotos y comentan con avidez, energía, sutileza, calor. El artista concede algunas entrevistas, sonríe, se muestra feliz, su rostro cobra energía ante una nueva consulta sobre su arte. Durante la inauguración camina en la sala espaciosa con los ojos vivos.
"Esta muestra surge por una inquietud del Museo. Siempre me interesó el objeto y la tridimensionalidad. Ahora me pareció interesante abordar el espacio del Museo. Entonces pensé en montar una muestra de grandes dimensiones que ocupara todo el espacio y que el público se sintiera un poco inmerso en la obra. El concepto surge desde la naturaleza que vengo trabajando hace un tiempo, también está el entorno que confrontamos y esa tensión que se produce entre lo natural y lo artificioso", comenta Gustavo Mendoza.
El artista y su obra se llevan todas las fotos, en su obra y sus palabras están puestas la mirada y la atención. "Hace tiempo que vengo trabajando el objeto y el material textil. La intensión fue usar diferentes materiales que identifica mi obra. Aquí se puede ver madera, textil, plástico, lana, bordado, ensamble textil, calado, diferentes técnicas aplicadas a una sola obra", resalta.
Lo primero que uno observa al ingresar a la Sala es un carpincho. "La figura del carpincho la tomo de una manera simbólica, esto no es un muestrario regional ya que me interesa la potencia simbólica que tiene el carpincho en la región", cuenta Gustavo Mendoza. "Así se aborda en esta muestra la religiosidad popular y después lo confronto con otras situaciones. Me interesa la morfología y la estética del animal pero al mismo tiempo me gusta llevarlo a otro ámbito fuera de la naturaleza. Cerrar el año exponiendo en el Museo de Bellas Artes de Corrientes es cerrar el año de la mejor manera posible", concluye.
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