Hace pocas semanas atrás Mauro Bonamino Grupo se presentó en el Primer Festival Internacional de Chamamé de Campo Grande, un proyecto impulsado por el productor Wilson Taveira Junior en la ciudad capital del estado de Mato Grosso do Sul. “Volvimos con una inyección muy grande. Tanto en Europa como en Brasil están ávidos por la música folclórica latinomericana”, explicó Bonamino en una charla con ñeepora.com.ar
Por Paulo Ferreyra
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El grupo que ya se consolida en formato de cuarteto está conformado por Mauro Bonamino en acordeón, Samuel Rodríguez en guitarra, Marta Toledo en voz y Federico Mayuli en contrabajo.
“Hace unos años entablamos una amistad con Wilson Taveira Junior. Él es productor de Campo Grande Brasil. Se dedica a llevar adelante distintos proyectos culturales vinculadas al arte en sus diferentes ramas. El contribuye desde ese lugar en la sociedad”, cuenta Bonamino.
Se conocieron hace tres o cuatro años en una edición del Mercado del Chamamé. Taveira siempre trabajó por el chamamé. “Para nosotros es buena la posibilidad de llegar a Brasil con la música que hacemos por el respeto que tienen ellos por el chamamé”, subraya.
“Nos motiva mucho llegar con nuestra música a Brasil porque la gente sabe mucho sobre este género. Todo lo que realizan o todo lo que crean en torno de esta música lo hacen en un lugar de profundo respeto. Muchas veces tienen más presente o consideran algunos puntos que a los productores de la Argentina se les escapan”, explica.
“Llegar a Campo Grande fue llegar a un lugar que considera mucho más el hecho artístico antes que el entretenimiento. Esa sería la síntesis de lugar que ocupa el chamamé en Brasil. Allá no es un entretenimiento sino un hecho artístico”, subraya e insiste. “El chamamé en Brasil no es mero entretenimiento”.
“Como grupo la experiencia de haber formado parte del festival nos reveló una gran sorpresa, no sólo por tratarse de un evento que tiene al género chamamecero como protagonista, sino encontrarse con una ciudad y una región que vive el chamamé intensamente, con programas radiales y espacios físicos dedicados a esta música”.
Emparentados
La música de Campo Grande se emparenta mucho con lo que sucede en el litoral argentino. “Ahora no es curioso que ellos tengan firmados convenios con Puerto Tirol, Chaco y Posadas, Misiones, no así con Corrientes que sería la capital mundial del chamamé. Ellos llevan lazos profundos en pos de favorecer a la música, a nuestra música”, explica Mauro Bonamino en comunicación telefónica.
“Cuando llegamos a Brasil nos fuimos a comer a la casa del papá de Taveira. Tiene un patio enorme; es como una pista de baile chamamacera. Había otros músicos de la región, músicos de Brasil como Yangos, Marcelo Rojas, entre otros. Estábamos todos en el patio sin música fuerte, debajo de unos árboles comiendo en torno a mesas largas. Todos estábamos charlando con todos y alrededor de un ambiente profundamente comunitario. Hubo debates importantes en torno del chamamé. El viaje y la presentación significaron un impulso muy fuerte para el grupo”, destacó.
“En junio entramos a grabar”
“El cuarteto está en pleno proceso creativo. Dada determinadas situaciones del ambiente estamos puliendo distintos aspectos de nuestra vida artística. Cuando volvimos del viaje de Europa, el año pasado, descubrimos que están receptivos a la música latinoamericana. Hay artistas de muchos géneros que están llevando su música allá. Hay mucha recepción de la música folclórica latinoamericana lo que nos motiva a trabajar muchos aspectos que van más allá de lo musical”.
“El cuento de que el chamamé llegó a todo el mundo es mentira. Está todo por hacer. Este año no vamos hacer una gira por Europa sino que vamos a grabar el disco. El cuarteto está más nucleado en Corrientes, esto nos permite trabajar y definir el disco que hace tiempo queríamos hacer. El mes próximo vamos a grabar. Somos autogestores. Eso también hace más difícil a veces las cosas, o alarga los tiempos”, concluye.
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