Continúa abierta la muestra Intensiones Cromáticas del artista Alejandro Rodríguez, instalada en el Museo de Bellas Artes de Corrientes hasta el 1 de julio. “Quiero olvidarme de todo. Quiero respetar las pulsiones salvajes que hay en mí. En algunos trabajos he logrado estar totalmente desprendido de todo y en otros no”, explica. Entre sus fuentes de inspiración, además del paisaje correntino, revolotearon los nombres de Martín Alvarenga, Gabriel Ceballos y Francisco Madariaga.
Paulo Ferreyra
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“Casi no tengo tiempo. Trabajo en cuatro escuelas hace 33 años, y en estos momentos tengo 53 horas por semana, antes tenía 80. Todo lo que hago acá con la pintura lo hago con la docencia. Además tengo dos hijos estudiando en Corrientes. Los cuadros de grandes tamaños me permiten entrar en la obra, estar adentro, me muevo dentro de cada cuadro”, explica.
Mientras charlamos en el Museo de Bellas Artes nos acercamos al cuadro con los grandes limones. Ahí congela su sonrisa y se deja retratar rápidamente. Luego explica: “Estos son limones meteorológicos de mi casa. Me gusta el color, me gustan sus propiedades, sus distintas formas, estos limones me hacen llorar. Vivo en una casa donde funcionó el primer servicio meteorológico de la ciudad, Paso de los Libres, antes de que se traslade el aeropuerto local. Me pareció una buena excusa para jugar con los amarillos, explotarlos al máximo, jugué y me salió una cosa lúgubre pero luminosa. Los limones son sanadores. El color cura, el arte sana y ordena”, subraya.
Intensiones
Hubo un revuelvo alto. La nota en los medios sobre la muestra de Alejandro Rodríguez se anunció como Intenciones cromáticas cuando en realidad era Intensiones Cromáticas. Alejandro es alto, tez blanca, el pelo tirando a ceniza y en su rostro la sonrisa sale al encuentro, urgente, amable, cordial. Nos cruzamos primero en un pasillo, me dijo que no había problema con el error, “a mí también me costó distinguir y definir intenciones de intensiones”. Pasada la presentación de la muestra nos juntamos en el Museo y charlamos, el artista reveló la cocina de estos cuadros.
—Cómo llegas a definir y conceptualizar la muestra como “intensiones cromáticas”.
—Quería algo que sintetice y resuma lo que era más significativo en este momento. Algo relevante en términos visuales. Lo que más identifica el trabajo en esta etapa de mi vida. Soy muy consciente de que apelé a la intensidad del color, a la pureza. Entonces sé que la intensidad tiene que tener un plural, intensidades, intensiones, intenciones también. Desde ese lugar comencé a buscar la palabra. Intensiones es más usada en la lógica, filosófica, entonces nosotros estamos muy acostumbrados a las intenciones que se citan a lo religioso.
Ojo, —continúa— yo también tengo una intención. Pero mi intención es por la pureza cromática, algo más relacionado al color y no a una actitud. Busqué mucho la palabra. Me costaría explicar todo el recorrido que hice para llegar a esa expresión que representa mi momento en la pintura. Intensiones cromáticas.
—En la muestra hay cuadro desde el 2015 a la fecha. ¿Por qué la base negra?
—Hay algunos cuadros con fechas de 2015, 2016, 2017 y 2018. En 2015 comencé con esta idea de hacer un procedimiento inverso a lo que estamos acostumbrados en la plástica. Nosotros estamos acostumbrados a la tela en blanco, algunos hacen una base de color. Si revisamos la historia los clásicos trabajaban con base grises, los barrocos con base tierra y en el arte contemporáneo se usa mucha base de color plano de fondo.
Desde mí lugar me pareció interesante partir de la inmensa oscuridad de la tela negra. Quiero que la luz que pueda rescatar plásticamente sea a través del color. Traté de no apelar al blanco, aunque en algún momento hubo necesidad y claro que no usé negro. Hay muchos colores puros, muchas gamas, contraste de complementarios.
El negro tiene de bueno que te va comiendo la pureza y vos tenés que empezar a conquistarla. Pero eso te permite usar una gama de valores interesante dentro de un solo color, logrando así una riqueza singular. Me parece que con el blanco también se logra pero en este caso me interesa la superposición y me interesa ser volcánico en el trabajo.
En algunas telas de grandes formatos empezaba volcando medio pote de medio kilo sobre una paleta de albañil, sobre una espátula de albañil, con eso iba haciendo grandes áreas que ya me iban dando grandes ideas de luz. Un deleite impresionante. Después cuando uno entra a detallar ya hay una amplia referencia de valores y uno empieza a decir dónde alzar, dónde bajar, dónde dejar… Todo eso es un deleite y lo disfruto mucho.
—Cómo es tu relación el artista con la imagen; hoy estamos rodeados constantemente de imágenes.
—Creo que me asquea un poco la invasión de híper realismo que hay en todos los medios, en todas las redes, en todas las escuelas de enseñanza contemporánea. Vivimos un momento de crisis de la imagen, hay una saturación de la imagen y el híper realismo fascina. Pero veo que queda reducida a una excelencia técnica y no trasmite nada, no me dice nada. Entonces me resisto de eso y jugando ahora a que la forma respete los cánones morfológicos propios pero a la vez con el color se rompe. En ese sentido llevarlo, como en el cuadro Pirincho, llevarlo a una dimensión como si fuera una extracción de una película de dibujos animados, un momento profundo con los colores magenta, amarillo, azul, rojo, naranja, tímbrico total, así como sale del pomo.
Pulsiones salvajes
Charlamos con Alejandro Rodríguez en la Sala José Negro del Museo de Bellas Artes. Nos movemos de a ratos. Llegan algunos de sus exalumnos, amigos, amigas; los saludos se ensanchan mientras un niño corretea por el amplio salón. Alejandro vuelve a sus palabras con una memoria fiel, casi como si hubiera hecho punto seguido y arremete con sus conceptos.
Las palabras salen de su boca como un graznido de pájaros, quizás los mismos que lo acompañan desde que rompe el alba en los alrededores de su casa. “En una nota dije que tenía esa pulsión propia del niño muy bien incorporada a través de mi trabajo docente. Llevo 15 años en escuela primaria y 27 en un taller de una escuela especial. Entonces tengo muy metido en mí esa cosa de la pureza, la maravilla que se pone ante los ojos por los niños”, explica.
“Entonces —desliza como un murmullo y reflexiona en voz alta—, quiero olvidarme de todo. Quiero respetar las pulsiones salvajes que hay en mí. En algunos trabajos he logrado estar totalmente desprendido de todo y en otros no. He citado a tres poetas en la inauguración que son quienes me devuelven la mirada de mi contexto, sobre ser correntino, sobre aquellos aspectos que son universales y compartidos, la mirada surrealista de Madariaga, las descripciones de los personajes y las situaciones en la que me pone Ceballos. También me alumbra Martín Alvarenga con sus textos”.
"Vengo asfixiado de guardarme cosas"
—De dónde viene esta pulsión o explosión del color.
—Sucede que ahora me doy permiso de pintar con el color puro. Pinto desprejuiciadamente. También aparece la cuestión de poner el ojo en lo que me regala cada autor a través de sus pensamientos, de su mirada, de su visión. Hoy reviso y observo los puntos de encuentros que hay con lo que a mí me pasa.
Un punto en común en Ceballos, Alvarenga y Madariaga encuentro en la luz. Me gusta hablar de los contrastes complementarios, me gusta mucho jugar con las falsas parejas. Uno sabe que ciertas cosas con el color son resistidas, yo lo hago porque quiero, por más que a veces uno tienda a apelar a determinadas soluciones siempre encuentro la manera de que funcione bien. Aquí hay trabajos que tiene más fortalezas que otros. Pero me gusta que a pesar de la libertad de cada trabajo yo siento, no me lo dicen, yo siento que hay una unidad de criterio en todo este tiempo. Te hablo desde 2015 hasta el presente.
—En esta muestra están lo que pensaste para ella o quedaron algunos afuera.
—En esta muestra están los trabajos que yo pensé para la muestra. No quedaron trabajos afuera, tengo muchas ideas que las tengo en bocetos, algunas casi como un trabajo. A veces pasa eso que un boceto ya es el trabajo, pero sobre otros soporte, sobre madera. Aquí me pasé de número con las telas. Sucede que vengo asfixiado de guardarme cosas.
Esta muestra es una manera de oxigenar mi alma. Sino esto seguiría guardado y pulsando y pulsando. Llegará un momento que exploté.
—Hace ya unos días que se inauguró la muestra. Venís cada tanto a recorrer este espacio, ¿qué sentís mientras vas viendo tu obra colgada en la pared del Museo?
—Recorriendo la muestra no puedo creer que haya tanta energía, tanta pasión, tanta fuerza, tanta aparente indiferencia. Cuando pinto, lo último que hago es pensar en una muestra. Vivo en una cultura donde hay una indiferencia por la cultura, quizás por la crisis también. Vuelvo a lo de antes, estamos saturados de imágenes. Hablé con varias personas y coincidimos en que uno se acostumbra a lo virtual, uno muestra todas las imágenes de esta muestra por las redes sociales. Entonces la gente te saluda y te felicita. Pero las personas que tienen la posibilidad de llegar al Museo de Bellas Artes no lo hacen, porque ya están satisfechos con la imagen virtual. Eso contrarresta mucho, es para meditarlo, es para pensarlo y es para reflexionar.
Creo que es necesario visitar el Museo. Porque lo importante es la presencia ante la tela, ahí está la energía y no en la imagen virtual. A mí me gustaría que mis alumnos de Paso de los Libres vengan a este lugar, que me sientan, que sientan su profesor en su expresión plástica verdadera, que todo eso que ellos escuchan decir lo vean aquí. Que se lleven ese abrazo energético del pintor. Aquí viven los pájaros, los campos, el vuelo poético, algunos trabajos surreales. Los poetas alumbran el camino y en el proceso creativo.
El 11 de junio el escritor hubiera cumplido 95 años. Para recordarlo, la familia organizó un acto en el lugar donde asistía todos los días. La Mesa de los Dinosaurios, en el café El Mariscal, tiene cada vez menos integrantes. Un poco con humor y también con una gran cuota de ironía, los decanos del periodismo correntino reconocen que “Los Dinosaurios” están en extinción.
Por Mariela Mioni
El domingo pasado falleció uno de los creadores de ese mítico espacio de hombres, literatos y profesionales, Carlos Gelmi. El 25 de enero de este año quien dejó de existir fue otro miembro fundador, el escritor Girala Yampey. Pero la partida de este último fue sólo física ya que sus colegas, que aún se juntan en esa mesa de El Mariscal, lo aseguraron. “Él aún está entre nosotros. Está aquí, ocupa su mismo lugar de siempre, él está aquí porque sus libros también lo están y son una parte de él”, repite siempre el periodista Darwy Berti.
Con esta idea y con el convencimiento en que Girala Yampey amaba ese lugar, esa mesa y por el hecho de encontrarse a diario con sus colegas y amigos, fue en los últimos años un compromiso que le daba muchas satisfacciones; por esa razón sus tres hijos decidieron hacer la importante donación de los libros del padre a la Biblioteca de Autores Correntinos Juan José Folguerá, que funciona en ese mismo lugar.
Para hacerlo aún más presente, donaron una fotografía de Girala, que fue instalada en el sector donde se juntan los Dinosaurios, justo encima del lugar de la mesa donde él solía sentarse. Esta fue la forma que encontró la familia, los Dinosaurios y la biblioteca Folguerá para homenajearlo.
El acto se concretó el lunes 11 de junio pasado, fecha que coincidió con su natalicio. De hecho, Girala Yampey hubiera cumplido ese día 95 años. Por la misma razón, el encuentro, que contó con la presencia de dos hijos del escritor y sus nietos, resultó sumamente emotivo; en particular se debió a que quienes desearon compartir unas palabras en recuerdo de Girala lo hicieron con tanto cariño, que la mayoría no pudo evitar emocionarse, algunos inclusive hasta las lágrimas.
La primera en hacer uso de la palabra fue Graciela Yampey, hija del escritor, quien, muy conmovida, sólo tuvo palabras de agradecimiento hacia él y hacia los presentes. Quien también estuvo muy afectado fue el escritor, periodista y ex funcionario de Cultura, Marcelo Fernández, quien se refirió muy brevemente respecto a su amigo. Lo hizo en nombre propio y también en representación de los Dinosaurios. Luego fue el turno de Fernando Abelenda, quien prologó uno de sus libros, que aprovechó para destacar la figura de Yampey como escritor.
A continuación la escritora Elena Zelada de Fiorio relató con detalles cómo Girala fue el impulsor y fundador del taller literario Koeyú, que actualmente se dicta en Extensión Universitaria de la Unne. Rosa Beatriz Jacobo de Stancoff, como presidenta de la Sociedad Libanesa de Corrientes, también destacó la capacidad de gestión y de continuo trabajo que tenía Yampey. Por último, Alcides Romero, gerente y dueño de El Mariscal y presidente de la biblioteca Juan José Folguerá, agradeció la donación de más de 500 libros, propiedad de Girala Yampey en vida, que fueron donados por la familia.
La escritora Nelly Obregón aprovechó para relatar una coincidencia que ocurrió el 25 de enero de este año, cuando falleció el escritor. Ese día, al igual que unos días antes y otros después, hubo una invasión de mariposas blancas por toda la ciudad de Corrientes. Un hecho que fue destacado en su momento por Elena Zelada de Fiorio y por Fernando Abelenda, como una anécdota. Relato que permitió imaginar a los presentes que Yampey, siendo un gran conocedor y estudioso de la fauna y la flora de todo el NEA, estaba también presente ese día -el de su partida- a través de esas mariposas que vinieron a buscarlo y acompañarlo al Cielo; casi como una analogía con las valquirias, esos seres de la mitología nórdica que acompañaban a los héroes hasta el Valhalla.
Entre los presentes también se mencionó la capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías, que tenía Yampey, y cómo a su edad se permitía usar y comunicarse a través de las redes sociales y del correo electrónico con sus familiares, amigos, colegas, y responder consultas de mucha gente. “Para todos siempre tuvo una paciencia infinita, como así también su destacada capacidad de síntesis”, dijeron.
Para el cierre del acto, Graciela y Ricardo Yampey fueron convocados para descubrir el la imagen de Girala, que permanece desde ese día, siempre presente en el salón de El Mariscal. Sin duda, fue un homenaje muy emocionante, pero también muy merecido, no sólo por la trayectoria como escritor que tuvo Girala Yampey, sino y sobre todo, por su humildad, por el cariño que siempre forjó con la gente y por estar siempre dispuesto a compartir todo, sobre todo el conocimiento.
Mariela Mioni
En la tarde del jueves en el Museo de Bellas Artes “doctor Juan Ramón Vidal”, dependiente del Instituto de Cultura de Corrientes, abrió sus puertas para el concierto de los alumnos del área de Capacitación Vocal del Instituto Superior de Música “Profesor Carmelo H de Biasi”. El mismo tuvo lugar dentro del Ciclo “Música en el Museo” y contó con un importante marco de público.
Por paulo ferreyra
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En una noche que comenzaba hacerse fresca, puntualmente a las 20 el licenciado Luis Bogado dio el puntapié inicial de la velada. Desde horas muy tempranas los alumnos de Capacitación Vocal del Instituto Superior de Música "Profesor Carmelo H. De Biasi" bajo la dirección del profesor Lisandro Palomo. El repertorio incluyó temas como Manca Sollecita, Au Clair de la lune, Geld, Zamba para no morir, Río de camalotes, Samba Lele, entre otros.
El marco de público desbordó el patio del Museo de Bellas Artes. El público escuchó todo con absoluto silencio un concierto que pasó por solitas y coros importantes donde pasaron casi 30 alumnos.
De este concierto participaron más de 30 alumnos, participaron Ana Celina Alfonso, Carlos Hernán Alfonso, Federico Cardozo, Mariángeles Fernández Piñar, Giuliana González, Marrcelo Alejandro Rus, William Tabares, Sofía Acosta, Agostina Aguayo, Camila Alarcón, Jazmín Di Carlo, Ana Paula Esquenazi, Arturo Gómez, Rodrigo González, Luz Maidana, Ayelén Rodríguez, Guadalupe Romero Almada, Gastón Romero Miño, Karen Suarez, Andrea Aguirre Malagueño, Mónica Ayala, Máximo Cardozo, Milagros Frías, Facundo Galván, María Del Carmen Gómez, Karen Ibarra, Lara Leiva, Lautaro Leiva, Jasmín Maidán, Teresita Olivera, Carlos Siviero, Zaira Romero Alegre, Jazmín Rodríguez, Ana Pabla Torales, Anahí Zaracho, Paula Cabrera, José Luis Demetri, Abigail Maciel, María Sol Torres, María Joaquina Acosta, Noemí Coronel, Sabrina Valdez Faccini, Sandra Goytia, Brenda Zalazar.
El profesor Lisandro Palomo estuvo como director y pianista acompañante. También estuvieron la tecnicatura superior en canto Leandro Martín González, Joaquín Bernardy, Fiama Cortessi, Brenda Díaz, Ivan Fernández. Los músicos invitados fueron Luciana Pérez, Alberto Velozo, Fabricio Alvarez Raffin y Ana Laura Ayala.
Les escribo mientras duermen. Ver dormir a la persona que queremos debería estar entre las maravillas del mundo. Ahí echados en el lecho y entregados. Su respiración lenta, sus pestañas luciendo de día o de noche, acariciando el rostro. El pelo ensortijado. Aprecio tu pelo, Fran. Aprecio tu pelo, Ana. Con el dorso de mi mano recorro sus mejillas; parece que sonríen. Me pregunto qué sueñan, qué ven sus ojos en sueños. Aquí velo por ellos, en este instante que estoy despierto mientras ustedes descansan, mientras ustedes viajan entre sábanas.
Es difícil escribirles y no tirarme a su lado. Trataré de no hablar en voz alta y dejarlos dormir. Fran pasó del chamame al rock. Ana siguió más o menos el mismo recorrido. Les gusta la música. En ocasiones, celebramos los gustos musicales repartiendo elecciones de canciones de uno en uno. Miramos películas y cortos cinematográficos. Pintamos, no se dan una idea de todo lo que pintamos. Pintamos de día, de noche, en la cama, en la mesa, al sol, a la luz fluorescente sin tiempo. Pintamos. Ana tiene afición por las pegatinas, le fascinan esos libros. Repartimos pegatinas por diferentes espacios, los libros se tiñen de colores con las pegatinas. Sonreímos.
Cuando los despido, cada lunes o cada martes, me entrego. Ese abrazo, ese beso largo que estampo en sus mejillas es cuando me guardo un pedazo de ustedes. Ese pedacito lo guardo para que me acompañe hasta nuestro próximo encuentro. Será hasta la semana próxima. Por suerte, el tiempo en ocasiones se acorta hasta un instante cuando sus voces irrumpen en el celular y me devuelven una sonrisa.
Se mueven. Temo despertarlos con estos recuerdos, con estas sensaciones que llevo conmigo. Es difícil escribirles mientras duermen. Como padre, en oportunidades, he cerrado más puertas de las que abrí. Diciendo que no en alguna ocasión, alzando la voz en otra, encolerizado por momentos. Me fui. Vuelvo a sus ojos. Vuelvo a sus sonrisas. Vuelvo a sus gestos. Vuelvo a sus voces. Vuelvo a ustedes.
En este día recuerdo, revivo mi impresión, Ana y Fran me hacen muy feliz. Se me estruja el corazón. Ojalá también yo haya hecho feliz a mi padre. Gracias a Fran y Ana, gracias a Nuri por este día. Estallo en sus formas y sigo cada luz que provenga de ustedes. Gracias por este día.
Paulo Ferreyra
La primera presentación de Lilit se hará el viernes 22 de junio en el Espacio Cultural Biblioteca Mariño, Santa Fe 847, Corrientes. En esta oportunidad la propuesta incluye performances, debates, series, muestra de fotografías y dibujos con temática de género.
Paulo Ferreyra
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Lilit es un proyecto artístico conformado por un grupo de mujeres, que nace por la necesidad de deconstruir discursos y estereotipos sociales que afectan de forma directa a mujeres de todas las edades de nuestra zona. Las diferentes expresiones artísticas servirán de hilo conductor para el debate y la resignificación de valores éticos sociales que hasta el día de hoy sojuzgan y estigmatizan a todas.
LiLit es la reducción de Liberación Litoraleña. “El nombre nació como un juego de palabras. El año pasado, en el Encuentro Nacional de Mujeres, teníamos una canción para identificarnos que decía algo así como “liberación litoraleña, nació en la marcha y tiene leña” (risas). Esto fue literalmente como lo digo, veníamos caminando por el bulevar principal de la ciudad de Resistencia el último día del Encuentro todas juntas y cantando esa canción que nos habíamos inventado para, de alguna manera, identificarnos. Ahí, en ese contexto dijimos: ‘Algo tenemos que hacer en Corrientes’. Bueno. Así empezó todo”, cuenta hoy Paulina González Villán, artista visual correntina integrante del grupo Lilit.
La presentación del viernes 22 comenzará a las 20: 30. con una performance a cargo de las integrantes. A continuación se exhibirán dos capítulos de la serie Sombras en la noche del director paraguayo Carlos Tarabal. Posteriormente, iniciarán un debate precedido de una introducción a cargo de la poeta correntina Sonia Tiranti.
Todo concluirá con un ritual bajo la luna por el grupo de percusión UBUNTU y las Lilit, quienes homenajearán a la figura del Pombero, personaje seleccionado en esta oportunidad para resignificar.
Recordemos que la leyenda del Pombero ha sido utilizada a lo largo de la historia tanto como figura defensora de mujeres en estado de vulnerabilidad de género como para excusar los abusos más diversos en contra de las mismas.
Esta cuestión de la “deconstrucine” también aparece como un juego de palabras. “Nos habíamos propuesto desde el principio ser un grupo de artistas feministas con Lilit e hicimos un primer encuentro de cine / debate en El Mariscal. Fue muy importante porque fueron compañeras trans y lesbianas que se enteraron. En esa oportunidad se generó un debate muy interesante, era evidente la necesidad de espacios de diálogo de cuestiones relacionadas con el género en la ciudad”, explica.
En esta charla vía internet con Paulina González cerramos sobre sobre la importancia del lenguaje, hoy se habla de todos, todas y todes. Al respecto, Paulina manifestó que “también es necesario deconstruirlo y apropiarse del lenguaje inclusivo. El lenguaje también habla del respeto a la diversidad. Como todo lo nuevo puede ser soslayado al principio pero después es aceptado. Esto ha pasado con todas las identidades”, subrayó.
La presentación de LiLit será el próximo viernes 22. La entrada general será de un bono contribución de 30 pesos para el Espacio Cultural Biblioteca Mariño. Habrá oferta de comida vegana y música ambiental. El ciclo se hará una vez al mes en el mismo lugar con diferentes propuestas.
El Instituto de Cultura de la Provincia y el Museo de Bellas Artes “Dr. Juan R. Vidal” inauguraron días atrás la muestra "Barrileteada por una Corea”. En esta ocasión se pueden apreciar cerca de 50 barriletes. La idea y realización es de Ari Cho Yong con la curaduría de Luis Niveiro. “Esta es la segunda vez que realizo esta muestra. Cada lugar da su propia sorpresa. En este caso el color de fondo de la sala José Negro realmente es misteriosa, envuelve, resalta la potencia visual de los barriletes”, expresó Ari en la inauguración.
Paulo Ferreyra
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Luis Bogado, en la apertura expresó: “para el Instituto de Cultura y para el Museo de Bellas Artes de Corrientes es un honor poder exhibir esta muestra de barriletes. Los mismos fueron intervenidos por distintos artistas y llegan de la mano de Ari. Esta exposición cuenta con la curaduría de Luis Niveiro. Los barriletes estarán en la Sala José Negro hasta el 8 de julio”.
Por su parte Luis Niveiro, comentó que fue en Tucumán donde se hizo la primera muestra de estos barriletes. “El programa iba a incluir más provincias y más artistas. Así fuimos sumando artistas de Chaco y Corrientes. Se sumaron cerca de 40 artistas de la Mesopotamia, también artistas de Santa Fe, Entre Ríos, Chaco y Corrientes. Fuimos sumando otros artistas de Chile, Paraguay. Después de Corrientes esta muestra se mudará a Rosario, después a Resistencia y luego viajará a La Plata”.
“Me gustó mucho la idea del curador Luis Niveiro de colgarlo verticalmente. Pareciera que los barriletes están flotando en el espacio. Me parece genial. A mí no se me hubiera ocurrido. Los barriletes aquí están puestos desafiando la gravedad. Esto rompió un poco una idea primaria de estar colgado de la pared, aquí utilizamos todo, el piso y el techo aprovechando más el espacio”, deslizó en tono amable Ari Cho Yong.
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Ari Cho Yong |
La inauguración tuvo lugar hace unos días. De la misma participaron autoridades del Instituto de Cultura y público en general. Había muchos jóvenes en la apertura. Sobre este tema Ari argumenta que precisamente eligió los barriletes por esa conexión con los jóvenes y los niños.
“Elegí como medio este soporte de este proyecto de “Barrileteada por una Corea” justamente para remitir a los niños y a la juventud a Los barriletes tradicionales coreanos. Cuando me acerco a los artistas explicando este proyecto todos de inmediato me decían que de chico remontaban barriletes. Uno vuelve a la infancia con los barriletes. Para mí la infancia lo relaciono como sinceridad sin límite y muchos sueños, estas cosas nos unen. Justamente este es el deseo de la reunificación de las dos Corea, una reunificación pacífica de las dos Corea. Nuestros ancestros remontaban en un momento del año los barriletes. En la remontada del barrilete, en el vuelo del barrilete pedían deseos y era también para ahuyentar males. En el vuelo se cortaba el barrilete para que el mismo se vaya. Tenía esa carga significativa”, subraya.
El arte es una poderosa
“El arte como pluma. El arte es un arma muy fuerte. Porque el arte mueve el espíritu, el sentimiento de una persona. Algo he logrado. Un granito de arena. El objeto final no sería exponerlo en Corea. La idea principal es concientizar y difundir este tema. Concientizar la necesidad de un pueblo dividido hace más de 60 años. Queremos una reunificación pacífica. Difundir la situación en la que vive el pueblo de Corea del Norte, un pueblo sufrido sin libertad, bajo el gobierno de familias dictatoriales. Este pueblo está mal, incluso la palabra mal aún no expresa cabalmente todo lo que sufre este pueblo. De algún modo esta concientización y difusión aporta algo. Como artista, de origen coreano, prefiero hacer algo antes que nada”, resaltó Ari Cho Yong.
Barrileteada por una Corea
En la inauguración, el arista visual Ari leyó un texto que puede leerse también en las paredes del Museo. “Hermanos sean unidos. Esa es la ley primera. Esta frase la había memorizado hace 40 años. Me pareció sorprendente encontrarme en argentina esta frase. Esta frase definía con precisión la situación de la península coreana. Un pueblo de cinco mil años de historia, pero ahora peleados y divididos. Por lo tanto ahora carcomido por las fuerzas extranjeras. Esta Frase es el leit motiv de este proyecto “La barrileteada por una Coreas”. Seguramente alguno me preguntará qué efecto puedo lograr con estos barriletes tan frágiles e inocentes. Para decir la verdad fui el primero en hacerme esta pregunta. Por un momento me sentí un Quijote oriental haciendo esta convocatoria. Sin embargo estoy convencido de que este proyecto tiene fuerza suficiente para difundir la trágica situación que padece el pueblo de Corea del norte bajo el poder del dictador Kin yon, concientizar sobre la necesidad imperiosa de una reunificación pacífica de las dos Coreas. El conflicto no ya un problema local, sino global. Le agradezco a los artistas que no dudaron en participar de este proyecto, agradezco al Lic. Luis bogado quien nos invitó a este excelente espacio del Museo de Bellas Artes de Corrientes. Finalmente mi agradecimiento al incansable artista correntino y amigo Luis Niveiro, quien gentilmente realizó la curaduría de esta muestra. Todos ustedes lograron que esta noche sea posible”, concluyó.
Días atrás Pablo Poblado presentó su disco Tony Yesterday. La cita fue en la sala de El Patio Cultural de la Biblioteca Mariño, Corrientes. El repertorio tuvo pletórico de canciones propias que el público acompañó con aplausos y un silencio sentido. El músico además presentó el videoclip Escuelita 32, cuyo tema compuso en honor al establecimiento de Charata que sufriera un incendio y que motivó a la creación de la canción. Los Telepáticos, la banda que acompañó a Pablo mostró toda su potencia y talento musical.
por Paulo Ferreyra
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El músico, autor y compositor Pablo Poblado sube al escenario pasadas las 22.30. Ensaya algunas canciones solo con la guitarra. “Vamos convocando a la gente para que se acerque”, se excusa ante el pequeño, apretado y silencioso auditorio. Las cuerdas de acero rompen el ambiente y su voz comienza a palparse en la noche.
El músico puso a punto una cámara y un celular para registrar el concierto. Pablo se mueve de un lugar a otro. “Ya empieza, gente”, desliza mientras busca la clave de un celular. Finalmente, a las 23 sube toda la banda y el show arremete arrollador. La banda estaba conformada por Esteban Peón en batería, Diego Cubilla en teclados y Ema Araujo en guitarras.
“Qué delicia son tus caricias”
“Tengo mi primer disco. El disco titulado Yony Yerterday contiene ocho canciones, todas muy distintas: boleros, rancheras, vals, baladas, pop, gypsy jazz, rock”, cuenta Pablo. Sin embargo, no cuenta que están atravesadas por el amor. El amor desde su escuela hasta las múltiples formas de amar lo cotidiano.
“Esta es la banda telepática. Es un placer tocar con ellos. Estoy muy agradecido, no ganamos un peso pero estamos acá. Algún día vamos a ganar algo”, deslizó en un momento mientras tomaba la lista de temas en sus manos.
"Tengo el sabor de tu piel almibarado"
En medio de la presentación hizo un tema de Seba Ibarra. En el público hay un silencio que lo escucha todo con atención. La puerta de la sala está abierta y el sonido se expande. También se contrae con las voces y la música que vienen del patio. Después alguien se percata y vuelve a cerrar la puerta.
El sonido en la sala está ajustado a la perfección, se escucha muy bien desde las voces hasta los instrumentos. Algunos transmiten el concierto en vivo a través de las redes sociales. “Bravo, bravo, bravo”, se suceden las voces tras el final de cada tema.
“Durante el concierto hubo un pantalla con imágenes de algunos videos de Pablo Poblado. Se dibujan distintas escenas. Se proyecta también ahí su sombra que se mece durante cada canción.
"En la vida soy un boxeador.
Nadie me enseñó a vivir"
Alguien se acerca a Pablo y se ofrece para pasar la gorra en la sala. También para dejarle una flor al alma. Pasan la gorra mientras él insiste en agradecer la presencia de todos. “Gracias. Gracias por acercarse esta noche y terminar así este domingo. Gracias por venir. Gracias. Gracias”, repite mientras su voz se va apagando para dar paso a los nuevos acordes. Pablo Poblado está henchido de amor y algo de eso llega al espectador. Los aplausos de pié despiden una velada potente.
"Tomo tu mano ahora
que se salir de los pantanos"
En el marco del Festival de Poesía realizado recientemente en Corrientes Franco Rivero presentó su más reciente libro: disminuya velocidad. La cita fue en el Centro Cultural Universitario y las palabras estuvieron a cargo de Fabián Yausaz. En esta ocasión en ñeepora.com.ar vertimos parte de la alusión de Fabián que sirven de marco ante un nuevo “librazo” de poesía de Franco. Si gustan: pasen.
paulo ferreyra
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Era un sábado por la noche, estaba fresco, en la esquina del Centro Cultural Universitario había un marco importante de público. La voz de Fabián irrumpe clara, potente, poética. Franco a su lado escucha con atención, de a ratos alza la vista y lo mira, se miran, sonríen y esa armonía es transferida al público. Poetas, presentador y público en general nos hallamos poéticamente envueltos en la noche.
“A fines del 2016, principios del 2017, Franco se muda a Ituzaingó”, así arranca su alusión Fabián Yausaz. “En ese verano empieza a escribir, poemas que tiene que ver con el agua, con el Paraná, con Ituzaingó. Para mi cumpleaños, mayo del 2017, me regala un libro que tenía dos títulos, disminuya velocidad y jakare. Ese mismo libro lo estaba presentando al certamen del Fondo Nacional de las Artes. El año pasado finalmente obtiene el primer premio en poesía en el Fondo Nacional de las Artes.
Hay un par de diferencias entre aquel libro que me mandó allá en el 2017 y este que estamos presentando ahora. Franco, desde que gana el premio hasta que edita este libro decide acortar el libro. El libro que ganó tenía unas 100 páginas, el editado tiene alrededor de 50. Sobre el libro premiado Franco sacó muchísimos poemas, recortó y agregó otros.
El proceso del libro que estamos presentando hoy es un proceso interno que empieza en el 2013. Sobre un libro premiado sigue un trabajo de selección, de lectura, de corrección, de revisión. Para mí es una alegría y un honor estar presentando este libro. Para mí es un librazo.
Otra diferencia entre el libro que gana el concurso y este es la siguiente: el libro que ganó estaba dividido entre los poemas del agua y los poemas de la sequedad. Estaba dibujado un viaje de la sequedad al agua. En esta versión que ahora llega los poemas están entreverados. Creo que el libro que edita pierde en veracidad biográfica, en dar testimonio del proceso biográfico de Franco pero gana en verdad poética.
El paisaje interno del corazón
Cuando lean el libro se van a encontrar con que Franco sigue a rajatabla lo que los que escribimos poesía después de Eliot no tuvimos otra que aprender: Cando uno habla de paisaje no es porque los lugares sean lindos o feos sino se escribe sobre el paisaje para escribir acerca de uno mismo. El paisaje externo se toca con ese otro paisaje del corazón.
Entonces, uno encontrará en este libro - "disminuya velocidad" - entreverados poemas que tienen que ver con la sequedad y con el agua. Mezclados como como si uno estuviera mirando la belleza del río Paraná y de repente viera pasar el cadáver de un caballo. Así uno siente las emociones:
yo que traje al rio
mates y este amor
me voy con el cadáver
no con la corriente.
Una similitud es que ambos poemarios mantienen el primer y el último poema. El primer poema “pety” parte del aroma del tabaco, el olor del tabaco se va a las alas del murciégalo, de las alas se viaja a la infancia y de la infancia se viaja a las manos del chongo que uno desea. Uno se pregunta, ¿cuál es la relación entre las manos de un chongo y el olor del tabaco?, Esa relación es la que teje Franco en “pety”.
El último poema “Parana roga” da cuenta de la construcción de una casa. Este viaje, al menos como lo leí yo, empieza en la palabra poética y termina en la construcción de un lugar propio.
Franco muchas veces dijo: “la poesía me salvó". Voy a contar ahora una arbitrariedad o una adversidad biográfica que tuvo que vivir Franco. Cuando él estaba terminando su casa confiaba en que la poesía lo iba a salvar, de hecho este premio le sirvió para ir paleando su casa, esta casa construida a partir de la poesía.
Esto sólo ya parece una verdad poética
Mientras las palabras de Fabián se suceden como un torrente hay silencio en la sala. Solo un celular irrumpe en un momento y Fabián alza la vista para pedir que apaguemos los celulares. Estamos sumidos en el silencio, sumidos en el universo que nos presenta de la obra poética de Franco. Por momentos alguien se levanta y toma una fotografía. Un grabador reza apoyado al parlante.
Tejiendo palabras
Franco se toma muy en serio la etimología de la palabra texto. Texto significa tejido. Franco teje su poesía en relación con la voz de otros. Si uno va a su casa se encuentra con una pila enorme de libros de poetas que a muchos no los conoce y a los cuales les hace una devolución de dos o tres carillas. La gente que estuvo en el taller seguramente se habrá encontrado con esas devoluciones. El entiende así la poesía, no porque sea generoso, que lo es, sino porque tiene una posición estética y ética respecto de la palabra poética.
Recuperando la ternura
Este es su cuarto libro. Este es el primer libro donde enuncia explícitamente el tema de la putez. Es decir desde el primer poema una voz lírica masculina, anhela, extraña, se calienta y quiere cojer con otro hombre. Esto estaba enunciado de forma muy velada en el poemario vos ahora voz, un libro de poemas de amor o de desamor, mejor dicho.
En este libro – disminuya velocidad - el amor entre hombres es tematizado explícitamente. En una forma bellísima que es recuperando la ternura.
Guaraní
La otra novedad es que incorpora el guaraní a sus textos. Quizás un rasgo más de hallarse en su lugar fue recuperar el guaraní, esa lengua con la que se había desencontrado.
En el proceso de este libro serví de lazo entre Franco y Lalo Ortiz. Lalo es sanluiseño, maestro, apicultor, buscador de tesoros, sodero, su curriculum es frondoso.
Lalo es un gran amante del guaraní y un defensor acérrimo de la lengua. Hay una anécdota que pinta muy bien a Lalo, cuando él va vendiendo soda en el campo y se encuentra con una vieja que dice una palabra que él no conocía, la busca en todos los diccionarios que tiene y si no aparece le pregunta a 10, 20 o 30 hablantes si la conocen. Si esos hablantes confirman que la palabra existe la anota en un cuaderno. Va anotando todo y tiene como 300 palabras que se hablan en el interior de Corrientes. Son 300 Palabras que no están registradas en ningún diccionario y que la gente todavía usa en la provincia.
Cuando aparecen estos poemas de Franco le dije que la persona indicada para ayudarlo con el guaraní escrito era Lalo. Ellos hicieron un gran trabajo y el resultado está en este maravilloso libro.
El cierre fue con la lectura tierna, inconfundible, animada por la voz de Franco Rivero. Leyó sus poemas. Las hojas en sus manos se movían como un pájaro que lentamente iba abriendo sus alas. El pájaro se abrió en la noche. La palabra poética abrigó una noche que se pretendía fría.
Entre los múltiples ejes y ponencias realizadas durante el II Congreso de Patrimonio Cultural y Natural, desarrollado durante los días 30 y 31 de mayo, hasta el viernes 1 de junio pasado, tuvo lugar una conferencia sobre los “Estudios de Impacto ambiental”. La misma fue desarrollada por la licenciada Gabriela Guraieb, que destacó la importancia de este encuentro y adelantó que en la UBA ya está en carpeta una especialización en “estudios de impacto ambiental”.
Paulo Ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar
“Este Congreso me pareció fantástico. Hubiera querido en oportunidades desdoblarme para estar en varios lugares. Hubo ponencias y conferencias importantes sobre museos, cascos históricos, estudio de impacto, muchos temas para atender. Además es la primera vez que vengo a Corrientes y me quedé sorprendida de la profusa arquitectura tradicional que guardan. Debe ser una de las pocas ciudades en el país que tiene tanta diversidad de arquitectura de distintas épocas. Deben sentirse orgullosos por lo que tienen. Estoy profundamente agradecida al Instituto de Cultura por haberme invitado”, destacó la licenciada Gabriela Guraieb, licenciada en Ciencias Antropológicas y doctora en Arqueología de la Universidad de Buenos Aires, quien desde hace más de 20 años viene participando y liderando numerosos proyectos de investigación y ha integrado estudios de mitigación de impacto sobre bienes arqueológicos.
Guraieb tuvo a su cargo la conferencia principal del Eje III sobre “Estudios de impacto ambiental. Protegiendo el patrimonio cultural”, coordinado por María Núñez Camelino y Sebastián Matera. La disertación se caracterizó por tener un tono coloquial e interacción con el público. Sobre las distintas legislaciones que hay tanto desde el ámbito nacional como provincial advirtió que deben interactuar de manera fructífera. “La legislación nacional sirve de marco, sirve de paraguas legislativo, se generó por la delegación que hacen las provincias a la Nación de ciertas facultadas que permiten que se generen estas leyes marcos. Después las provincias tienen que legislar de acuerdo a sus singularidades”, resaltó.
“Cuando un arqueólogo trabaja en la provincia lo primero que hace es conocer la legislación provincial, saber que hay ciertas cosas que la Nación aporta en materia de legislación que tienen que ser atendidas, una de ellas es el tema del registro de las colecciones, ya sea de coleccionistas privados, de investigaciones y de los acervos de los museos. Es importante que todos en el país sepamos con qué contamos en el aspecto arqueológico, histórico, artístico, tener una idea de quienes somos también pasa por el registro de las cosas”, advirtió.
“Saber con qué contamos también es importante para evitar el tráfico de bienes culturales cualquiera sea su naturaleza, arqueológico, religioso, culturales, artísticos. Hay un mar de traficantes que se dedican a sacarnos las cosas de los museos. Es una forma de cuidar lo que somos y nuestras cosas, lo que nos da identidad”, destacó Guraieb.