paulo ferreyra
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Era un sábado por la noche, estaba fresco, en la esquina del Centro Cultural Universitario había un marco importante de público. La voz de Fabián irrumpe clara, potente, poética. Franco a su lado escucha con atención, de a ratos alza la vista y lo mira, se miran, sonríen y esa armonía es transferida al público. Poetas, presentador y público en general nos hallamos poéticamente envueltos en la noche.
“A fines del 2016, principios del 2017, Franco se muda a Ituzaingó”, así arranca su alusión Fabián Yausaz. “En ese verano empieza a escribir, poemas que tiene que ver con el agua, con el Paraná, con Ituzaingó. Para mi cumpleaños, mayo del 2017, me regala un libro que tenía dos títulos, disminuya velocidad y jakare. Ese mismo libro lo estaba presentando al certamen del Fondo Nacional de las Artes. El año pasado finalmente obtiene el primer premio en poesía en el Fondo Nacional de las Artes.
Hay un par de diferencias entre aquel libro que me mandó allá en el 2017 y este que estamos presentando ahora. Franco, desde que gana el premio hasta que edita este libro decide acortar el libro. El libro que ganó tenía unas 100 páginas, el editado tiene alrededor de 50. Sobre el libro premiado Franco sacó muchísimos poemas, recortó y agregó otros.
El proceso del libro que estamos presentando hoy es un proceso interno que empieza en el 2013. Sobre un libro premiado sigue un trabajo de selección, de lectura, de corrección, de revisión. Para mí es una alegría y un honor estar presentando este libro. Para mí es un librazo.
Otra diferencia entre el libro que gana el concurso y este es la siguiente: el libro que ganó estaba dividido entre los poemas del agua y los poemas de la sequedad. Estaba dibujado un viaje de la sequedad al agua. En esta versión que ahora llega los poemas están entreverados. Creo que el libro que edita pierde en veracidad biográfica, en dar testimonio del proceso biográfico de Franco pero gana en verdad poética.
Era un sábado por la noche, estaba fresco, en la esquina del Centro Cultural Universitario había un marco importante de público. La voz de Fabián irrumpe clara, potente, poética. Franco a su lado escucha con atención, de a ratos alza la vista y lo mira, se miran, sonríen y esa armonía es transferida al público. Poetas, presentador y público en general nos hallamos poéticamente envueltos en la noche.
“A fines del 2016, principios del 2017, Franco se muda a Ituzaingó”, así arranca su alusión Fabián Yausaz. “En ese verano empieza a escribir, poemas que tiene que ver con el agua, con el Paraná, con Ituzaingó. Para mi cumpleaños, mayo del 2017, me regala un libro que tenía dos títulos, disminuya velocidad y jakare. Ese mismo libro lo estaba presentando al certamen del Fondo Nacional de las Artes. El año pasado finalmente obtiene el primer premio en poesía en el Fondo Nacional de las Artes.
Hay un par de diferencias entre aquel libro que me mandó allá en el 2017 y este que estamos presentando ahora. Franco, desde que gana el premio hasta que edita este libro decide acortar el libro. El libro que ganó tenía unas 100 páginas, el editado tiene alrededor de 50. Sobre el libro premiado Franco sacó muchísimos poemas, recortó y agregó otros.
El proceso del libro que estamos presentando hoy es un proceso interno que empieza en el 2013. Sobre un libro premiado sigue un trabajo de selección, de lectura, de corrección, de revisión. Para mí es una alegría y un honor estar presentando este libro. Para mí es un librazo.
Otra diferencia entre el libro que gana el concurso y este es la siguiente: el libro que ganó estaba dividido entre los poemas del agua y los poemas de la sequedad. Estaba dibujado un viaje de la sequedad al agua. En esta versión que ahora llega los poemas están entreverados. Creo que el libro que edita pierde en veracidad biográfica, en dar testimonio del proceso biográfico de Franco pero gana en verdad poética.
El paisaje interno del corazón
Cuando lean el libro se van a encontrar con que Franco sigue a rajatabla lo que los que escribimos poesía después de Eliot no tuvimos otra que aprender: Cando uno habla de paisaje no es porque los lugares sean lindos o feos sino se escribe sobre el paisaje para escribir acerca de uno mismo. El paisaje externo se toca con ese otro paisaje del corazón.
Entonces, uno encontrará en este libro - "disminuya velocidad" - entreverados poemas que tienen que ver con la sequedad y con el agua. Mezclados como como si uno estuviera mirando la belleza del río Paraná y de repente viera pasar el cadáver de un caballo. Así uno siente las emociones:
yo que traje al rio
mates y este amor
me voy con el cadáver
no con la corriente.
Una similitud es que ambos poemarios mantienen el primer y el último poema. El primer poema “pety” parte del aroma del tabaco, el olor del tabaco se va a las alas del murciégalo, de las alas se viaja a la infancia y de la infancia se viaja a las manos del chongo que uno desea. Uno se pregunta, ¿cuál es la relación entre las manos de un chongo y el olor del tabaco?, Esa relación es la que teje Franco en “pety”.
El último poema “Parana roga” da cuenta de la construcción de una casa. Este viaje, al menos como lo leí yo, empieza en la palabra poética y termina en la construcción de un lugar propio.
Franco muchas veces dijo: “la poesía me salvó". Voy a contar ahora una arbitrariedad o una adversidad biográfica que tuvo que vivir Franco. Cuando él estaba terminando su casa confiaba en que la poesía lo iba a salvar, de hecho este premio le sirvió para ir paleando su casa, esta casa construida a partir de la poesía.
Esto sólo ya parece una verdad poética
Mientras las palabras de Fabián se suceden como un torrente hay silencio en la sala. Solo un celular irrumpe en un momento y Fabián alza la vista para pedir que apaguemos los celulares. Estamos sumidos en el silencio, sumidos en el universo que nos presenta de la obra poética de Franco. Por momentos alguien se levanta y toma una fotografía. Un grabador reza apoyado al parlante.
Tejiendo palabras
Franco se toma muy en serio la etimología de la palabra texto. Texto significa tejido. Franco teje su poesía en relación con la voz de otros. Si uno va a su casa se encuentra con una pila enorme de libros de poetas que a muchos no los conoce y a los cuales les hace una devolución de dos o tres carillas. La gente que estuvo en el taller seguramente se habrá encontrado con esas devoluciones. El entiende así la poesía, no porque sea generoso, que lo es, sino porque tiene una posición estética y ética respecto de la palabra poética.
Recuperando la ternura
Este es su cuarto libro. Este es el primer libro donde enuncia explícitamente el tema de la putez. Es decir desde el primer poema una voz lírica masculina, anhela, extraña, se calienta y quiere cojer con otro hombre. Esto estaba enunciado de forma muy velada en el poemario vos ahora voz, un libro de poemas de amor o de desamor, mejor dicho.
En este libro – disminuya velocidad - el amor entre hombres es tematizado explícitamente. En una forma bellísima que es recuperando la ternura.
Guaraní
La otra novedad es que incorpora el guaraní a sus textos. Quizás un rasgo más de hallarse en su lugar fue recuperar el guaraní, esa lengua con la que se había desencontrado.
En el proceso de este libro serví de lazo entre Franco y Lalo Ortiz. Lalo es sanluiseño, maestro, apicultor, buscador de tesoros, sodero, su curriculum es frondoso.
Lalo es un gran amante del guaraní y un defensor acérrimo de la lengua. Hay una anécdota que pinta muy bien a Lalo, cuando él va vendiendo soda en el campo y se encuentra con una vieja que dice una palabra que él no conocía, la busca en todos los diccionarios que tiene y si no aparece le pregunta a 10, 20 o 30 hablantes si la conocen. Si esos hablantes confirman que la palabra existe la anota en un cuaderno. Va anotando todo y tiene como 300 palabras que se hablan en el interior de Corrientes. Son 300 Palabras que no están registradas en ningún diccionario y que la gente todavía usa en la provincia.
Cuando aparecen estos poemas de Franco le dije que la persona indicada para ayudarlo con el guaraní escrito era Lalo. Ellos hicieron un gran trabajo y el resultado está en este maravilloso libro.
El cierre fue con la lectura tierna, inconfundible, animada por la voz de Franco Rivero. Leyó sus poemas. Las hojas en sus manos se movían como un pájaro que lentamente iba abriendo sus alas. El pájaro se abrió en la noche. La palabra poética abrigó una noche que se pretendía fría.
Mientras las palabras de Fabián se suceden como un torrente hay silencio en la sala. Solo un celular irrumpe en un momento y Fabián alza la vista para pedir que apaguemos los celulares. Estamos sumidos en el silencio, sumidos en el universo que nos presenta de la obra poética de Franco. Por momentos alguien se levanta y toma una fotografía. Un grabador reza apoyado al parlante.
Tejiendo palabras
Franco se toma muy en serio la etimología de la palabra texto. Texto significa tejido. Franco teje su poesía en relación con la voz de otros. Si uno va a su casa se encuentra con una pila enorme de libros de poetas que a muchos no los conoce y a los cuales les hace una devolución de dos o tres carillas. La gente que estuvo en el taller seguramente se habrá encontrado con esas devoluciones. El entiende así la poesía, no porque sea generoso, que lo es, sino porque tiene una posición estética y ética respecto de la palabra poética.
Recuperando la ternura
Este es su cuarto libro. Este es el primer libro donde enuncia explícitamente el tema de la putez. Es decir desde el primer poema una voz lírica masculina, anhela, extraña, se calienta y quiere cojer con otro hombre. Esto estaba enunciado de forma muy velada en el poemario vos ahora voz, un libro de poemas de amor o de desamor, mejor dicho.
En este libro – disminuya velocidad - el amor entre hombres es tematizado explícitamente. En una forma bellísima que es recuperando la ternura.
Guaraní
La otra novedad es que incorpora el guaraní a sus textos. Quizás un rasgo más de hallarse en su lugar fue recuperar el guaraní, esa lengua con la que se había desencontrado.
En el proceso de este libro serví de lazo entre Franco y Lalo Ortiz. Lalo es sanluiseño, maestro, apicultor, buscador de tesoros, sodero, su curriculum es frondoso.
Lalo es un gran amante del guaraní y un defensor acérrimo de la lengua. Hay una anécdota que pinta muy bien a Lalo, cuando él va vendiendo soda en el campo y se encuentra con una vieja que dice una palabra que él no conocía, la busca en todos los diccionarios que tiene y si no aparece le pregunta a 10, 20 o 30 hablantes si la conocen. Si esos hablantes confirman que la palabra existe la anota en un cuaderno. Va anotando todo y tiene como 300 palabras que se hablan en el interior de Corrientes. Son 300 Palabras que no están registradas en ningún diccionario y que la gente todavía usa en la provincia.
Cuando aparecen estos poemas de Franco le dije que la persona indicada para ayudarlo con el guaraní escrito era Lalo. Ellos hicieron un gran trabajo y el resultado está en este maravilloso libro.
El cierre fue con la lectura tierna, inconfundible, animada por la voz de Franco Rivero. Leyó sus poemas. Las hojas en sus manos se movían como un pájaro que lentamente iba abriendo sus alas. El pájaro se abrió en la noche. La palabra poética abrigó una noche que se pretendía fría.
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