El Centro Estación Cultural dependiente del Instituto de Cultura de Corrientes fue epicentro de una actividad de muralismo. La iniciativa surge en el marco del Primer Campus Cultural impulsado desde la Dirección Nacional de Formación Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación. “Nos pidieron que pensáramos en palabras para pintar, pensamos en el barrio, el servicio y la ayuda que brinda La Estación Cultural en el barrio. Así fue que entre muchos pensamos la palabra soñar”, explicaron los graffiteros Daniel Stroomer y Emanuele Nicoletti Serra.
Por Paulo Ferreyra
Daniel es de origen holandés y Emanuele es italiano, ambos artistas urbanos han elegido radicarse en Argentina y desde el martes al jueves pasado realizaron un mural en el Centro Estación Cultural. “Es la primera vez que estoy en Corrientes, es muy lindo conocer la ciudad y su gente. Comenzamos a trabajar el martes, compartimos mate, comimos chipa y conocimos gente nueva. El lugar es muy bueno porque soy grafitero y la superficie del Centro Cultural, la chapa nueva es muy linda para pintar, estoy feliz y divertido”, manifestó Daniel visiblemente exultante.
En esta ocasión pintaron la palabra Soñar en La Estación, “nos pidieron que pensáramos en palabras para pintar, pensamos en el barrio, el servicio y la ayuda que brinda el centro cultural al barrio. Así fue que entre muchos pensamos la palabra soñar, porque de alguna manera aquí se brinda la posibilidad de soñar, algo que es importante en la vida. Soñar pensando en ese mañana que vamos construyendo las cosas hoy”, explicó Emanuele.
Además juntos realizaron un "Taller participativo de graffiti", el pasado miércoles en la Biblioteca Popular “Encuentros para volar” del barrio Patono.
Los grafiteros llegaron y se pusieron en contacto directo con el trabajo. Los primeros días fueron cálidos y el sol los acompañó. “Estamos escribiendo la palabra soñar de forma abstracta. Este es un graffitti muy vivo con colores fuertes porque el barrio impulsa a esta dinámica. Vamos a dar un poco de color a todo. La intervención en el barrio Patono fue muy buena. Nos pidieron si podíamos pintar la pared frente a la calle. Pintamos con la gente del barrio y pintamos una palabra que tiene relación con la biblioteca: volar. La palabras siempre se resignifican y aquí para nosotros pintar soñar y volar son sinónimos de libertad”, argumenta Daniel.
“La idea es hacerle conocer a los chicos del barrio lo que hacemos nosotros. Este arte está relacionado directamente con la calle y la situación social que la rodea. La idea es hacerle conocer estas herramientas de expresión para poder expresarse y crear cosas. Tanto el muralismo como el grafiti es un arte para el que no se necesita recursos muy caros para aprender y cuando el trabajo se vuelve profesional podes tener una salida laboral importante. Con un pincel y una brocha podes decir lo que querés en el espacio público. El arte urbano y popular es bueno”, agrega Emanuele.
“El arte urbano llega a todos lados. Llega a todos sin distinción. El muralismo es una arte que se expande en todo el mundo. Desde Bansky hasta el grafitero de la esquina, haste el gratifi político que acá hay un montón. Lo importante sigue siendo el mensaje", completa Daniel.
“Ahora se convierte en un arte moderno el grafitti y el muralismo. Tiene muchos mensajes. Nosotros vamos a poner presión en los colores, cosas alegres y divertidas. Creo que ese es mi mensaje o eso trabajo desde mi arte. Colores vibrantes, vivos, positivos”, concluye.
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