Se inauguró días atrás en la Sala “Justo Díaz de Vivar” del Museo de Bellas Artes de Corrientes, la muestra En los jardines. Invocaciones, del artista Fabián Roldán, y permanecerá abierta para todo público hasta el 4 de noviembre.
paulo ferreyra
“Creo que la identidad o el lenguaje dentro del arte es un proceso. Más allá de algunos logros uno siempre sigue buscando”, explicó Fabián tras la apertura de las puertas de la sala.
Esta actividad fue organizada por el Instituto de Cultura de la Provincia a través del Museo de Bellas Artes Juan Ramón Vidal. “Agradecemos a quienes nos acompañan”, exclamó el director del Museo Luis Bogado. “Esta muestra la veníamos gestando desde el año pasado, es la primera individual del artista aunque en este mismo lugar expuso sus obras en otras muestras colectivas”, explicó. A su turno, Roldán comenzó por agradecer a los presentes, a Jesica en especial y a todos quienes los acompañaron en este marco tan importante.
“Me han invitado varias veces para que exponga mis obras pero le venía esquivando a esa presión, no es fácil montar una muestra individual. Siento presión y por momentos siento que estoy desinflado. Venía rechazando la oportunidad y sin embargo ahora había que dar el paso. El desafío llegó, me pone más vivo y me empuja de alguna manera a seguir creando. Es mi primera muestra individual aunque ya hice muchas muestras colectivas”, deslizó Fabián.
“Estos objetos los fui pensando desde hace un tiempo. Poco a poco fui bocetando en lápiz, ya que me gusta mucho el dibujo. Después llegó el momento cuando me sinceré conmigo y acepté que me gusta lo tridimensional, entonces fue un desafío pasar del dibujo a la tridimensión”, explica Roldán.
“Mis dibujos son planos, no tienen volumen y entonces representan un desafío llevarlo a otra dimensión. Sin embargo, empecé a sorprenderme cuando trabajé con el objeto, con el material y cómo se iba transformando en mis manos. Trabajé con la arcilla porque era una cosa que ya conocía. El desafío fue pensar de tal forma que esa idea del dibujo pueda llegar a buen puerto con el objeto. Creo que logré así concretar esta muestra. Estoy conforme, y la gente también me tiró buena energía. Esto también es un respaldo”, subrayó.
Sobre el tema de la muestra, En los jardines. Invocaciones, el artista advierte que pudo exorcizarse. “La religiosidad de Corrientes me llega muy de cerca. Aunque uno quiera configurarse de otra forma ya lo tiene incorporado. Trato de llevar mis pulsiones por otro camino pero no sé si lo he logrado en el resultado final. Esto es como internet o una licuadora donde vas largando cosas y así se configura el arte. Creo que a todos les pasa más o menos algo parecido en el momento de crear. Vengo de la gráfica, me gusta mucho ese mundo, pero estoy en una frontera donde voy y vengo, pero también me quedo en ese lugar del medio jugando con los horizontes”, explica.
“Búsqueda permanente”
Esta actividad fue organizada por el Instituto de Cultura de la Provincia a través del Museo de Bellas Artes Juan Ramón Vidal. “Agradecemos a quienes nos acompañan”, exclamó el director del Museo Luis Bogado. “Esta muestra la veníamos gestando desde el año pasado, es la primera individual del artista aunque en este mismo lugar expuso sus obras en otras muestras colectivas”, explicó. A su turno, Roldán comenzó por agradecer a los presentes, a Jesica en especial y a todos quienes los acompañaron en este marco tan importante.
“Me han invitado varias veces para que exponga mis obras pero le venía esquivando a esa presión, no es fácil montar una muestra individual. Siento presión y por momentos siento que estoy desinflado. Venía rechazando la oportunidad y sin embargo ahora había que dar el paso. El desafío llegó, me pone más vivo y me empuja de alguna manera a seguir creando. Es mi primera muestra individual aunque ya hice muchas muestras colectivas”, deslizó Fabián.
“Estos objetos los fui pensando desde hace un tiempo. Poco a poco fui bocetando en lápiz, ya que me gusta mucho el dibujo. Después llegó el momento cuando me sinceré conmigo y acepté que me gusta lo tridimensional, entonces fue un desafío pasar del dibujo a la tridimensión”, explica Roldán.
“Mis dibujos son planos, no tienen volumen y entonces representan un desafío llevarlo a otra dimensión. Sin embargo, empecé a sorprenderme cuando trabajé con el objeto, con el material y cómo se iba transformando en mis manos. Trabajé con la arcilla porque era una cosa que ya conocía. El desafío fue pensar de tal forma que esa idea del dibujo pueda llegar a buen puerto con el objeto. Creo que logré así concretar esta muestra. Estoy conforme, y la gente también me tiró buena energía. Esto también es un respaldo”, subrayó.
Sobre el tema de la muestra, En los jardines. Invocaciones, el artista advierte que pudo exorcizarse. “La religiosidad de Corrientes me llega muy de cerca. Aunque uno quiera configurarse de otra forma ya lo tiene incorporado. Trato de llevar mis pulsiones por otro camino pero no sé si lo he logrado en el resultado final. Esto es como internet o una licuadora donde vas largando cosas y así se configura el arte. Creo que a todos les pasa más o menos algo parecido en el momento de crear. Vengo de la gráfica, me gusta mucho ese mundo, pero estoy en una frontera donde voy y vengo, pero también me quedo en ese lugar del medio jugando con los horizontes”, explica.
“Búsqueda permanente”
“Creo que la identidad o el lenguaje dentro del arte es un proceso. Hasta aquí hay un camino recorrido y estoy conforme con el presente. Sin embargo, uno siempre sigue buscando. Ahora en este momento estoy conforme, pero quizás mañana me levante y piense distinto. La búsqueda en el arte se da todo el tiempo”, advierte Fabián mientras corre su vista hacia sus obras.
“Admiro a muchos artistas y trato de nutrirme de muchas cosas todo el tiempo. Me nutro en la forma en cómo producen. No es fácil producir. Me imagino que para quien escribe debe suceder algo similar. Un día estás con todas las luces y podés escribir lo que sea, otro día en cambio no surge nada. A mí me sucede lo mismo con el dibujo y con el objeto. No me desesperan esos cambios porque la búsqueda es constante”, confiesa con un respirar profundo.
“Consideraciones generosas”
“Admiro a muchos artistas y trato de nutrirme de muchas cosas todo el tiempo. Me nutro en la forma en cómo producen. No es fácil producir. Me imagino que para quien escribe debe suceder algo similar. Un día estás con todas las luces y podés escribir lo que sea, otro día en cambio no surge nada. A mí me sucede lo mismo con el dibujo y con el objeto. No me desesperan esos cambios porque la búsqueda es constante”, confiesa con un respirar profundo.
“Consideraciones generosas”
Esta es la primera muestra individual de Fabián, pero ya hizo muestras colectivas. Muchas personas tienen obras suyas y ponen de manifiesto que es un gran artista. Él esquiva el sayo, “hay consideraciones generosas hacia mi arte”, desliza y piensa. “Estoy agradecido a las personas que ya tienen obras mías en sus casas pero eso no me hace especial o no me ubica en algún lugar determinado del arte. Agradezco las consideraciones pero mi construcción es permanente”, concluye.
“Tal vez en algún momento sólo haga planteros”
“Tal vez en algún momento sólo haga planteros”
En la muestra pueden observarse planteros, un libro con un dibujo, un caballo, distintos personajes. Las obras llevan títulos atractivos como Cuidador de árboles, El otoño terminó, Domingo a la tarde, Confió en ti, Perro, Pasaba a saludarte, Sonrisa, Suelo Volar, Cuidas de mí, entre otros y la serie Planteros. Ahí se va anclando su mirada y su visión del arte.
“Con lo que más me identifico son los planteros que casi siempre aparecen en mi obra; me gustan y vienen conmigo desde hace un tiempo. Cuando hablo de jardines me gusta coquetear con las plantas, en mi familia siempre hubo planteros. El que tuvo un hogar con patio sabe lo que son las plantas y lo que significan. En lo particular me gustan, he vivido una infancia que estuvo buena y tenía ahí los perros, las plantas, las estaciones con sus verdes y sus colores”, explica.
Junto a Fabián recorremos la muestra. Tras la inauguración y después de los saludos de los amigos se fueron uno a uno como la noche escurriéndose. Nos detenemos en algunos planteros. Alguien lo espera fuera mientras él intenta asir algunas palabras más.
“Vuelvo a mi niñez en todo tiempo. Los planteros son mundos e inyecciones del presente que inflan vida. Las plantas son lindas, verlas cuando uno las riega, el contacto con ellas, creo que son simbólicas y bellas. Me represento mucho ahí, en las hojas y en los personajes metidos entre las plantas. Tal vez llegue un momento en el que solo haga plantas. Si te fijás, mis planteros no tienen flores, son plantas, la vida pasa por ahí. Mi vida pasa por ahí”, repite, y sus ojos al fin se encienden como soles.
“Con lo que más me identifico son los planteros que casi siempre aparecen en mi obra; me gustan y vienen conmigo desde hace un tiempo. Cuando hablo de jardines me gusta coquetear con las plantas, en mi familia siempre hubo planteros. El que tuvo un hogar con patio sabe lo que son las plantas y lo que significan. En lo particular me gustan, he vivido una infancia que estuvo buena y tenía ahí los perros, las plantas, las estaciones con sus verdes y sus colores”, explica.
Junto a Fabián recorremos la muestra. Tras la inauguración y después de los saludos de los amigos se fueron uno a uno como la noche escurriéndose. Nos detenemos en algunos planteros. Alguien lo espera fuera mientras él intenta asir algunas palabras más.
“Vuelvo a mi niñez en todo tiempo. Los planteros son mundos e inyecciones del presente que inflan vida. Las plantas son lindas, verlas cuando uno las riega, el contacto con ellas, creo que son simbólicas y bellas. Me represento mucho ahí, en las hojas y en los personajes metidos entre las plantas. Tal vez llegue un momento en el que solo haga plantas. Si te fijás, mis planteros no tienen flores, son plantas, la vida pasa por ahí. Mi vida pasa por ahí”, repite, y sus ojos al fin se encienden como soles.