Este viernes pasada las 22 el pianista Carlos Florentin se presentará en el Café El Mariscal, en Corrientes. El músico tocará la primera parte solo, y luego sumará a Dario Lezcano en trompeta y a Fernando Gualini en guitarra.
Paulo Ferreyra
[email protected]
Florentín está radicado en Curuzú Cuatiá, Corrientes, desde 2005. En varias ocasiones ha organizado y participado de encuentros jazzísticos tanto en su pueblo como en otras ciudades correntinas y de provincias vecinas. Tocó junto a referentes importantes del jazz de la región y el país, como Peppo Bianucci, Ricardo Cavalli, Fernando Gualini, Darío Lezcano, Pepo García, Martín Gagliardi, Guillermo González, entre tantos otros. La lista es, sin presumir, muy larga. Con los tiempos apretados charlamos con Carlos vía whatsapp y así explicó cómo será la presentación de este viernes.
— ¿Cómo estás preparando tu presentación este viernes en El Mariscal?
—En esta oportunidad, en el Café El Mariscal, voy a dividir la presentación en dos partes. En la primera estaré tocando un set de solo piano y elegí composiciones de distintos músicos y de épocas diferentes, standard de jazz, bebop, Barry Harris, Bill Evans, entre otros. En la segunda parte tendré a dos invitados como Darío Lezcano en trompeta y Fernando Gualini en guitarra. Con ellos iremos tocando primero en dúo y luego concluiremos el concierto tocando en trío.
— Desde tu primera incursión en el festival de jazz de Corrientes te han puesto como el pianista indiscutido del jazz en la provincia, ¿sentís esa presión o esa responsabilidad?
—Quizás sea algo desmedido ese calificativo. Lo que sí te puedo decir es que desde hace muchos años me dedico solamente a tocar jazz. Dedico buena parte del tiempo a estudiarlo para ser cada día mejor en lo que hago. Voy tratando de que el discurso musical tome ese rumbo, del lenguaje del jazz. Esto quizás me pone en determinado lugar pero hay otros pianistas que también alternan con otros estilos y sobre todo hay jóvenes que están pujando por esta música. Uno de ellos es Sergio Gutiérrez, un joven y talentoso pianista también de Curuzú Cuatiá con el que estamos haciendo un trabajo de Dúo Piano Jazz.
En cuanto a la responsabilidad, no la siento así, la responsabilidad de uno como músico y artista existe desde el momento que se elige el camino. Uno busca ser consecuente con uno mismo.
— ¿Cómo vivís esta relación de tocar en un lugar donde la gente no solo va a escucharte sino que habrá otros que van a comer o beber al lugar?
—Sí, uno se adapta, a veces se toca en teatros y otras en un bar, un café, pero la música está y eso es lo bueno. No tengo problema con eso, me gusta lo solemne, lo tranquilo y la acústica de un teatro. Pero también disfruto de tocar en un lugar donde la gente escucha y además puede comer y beber algo. Me gusta la cercanía del público con los músicos y si se puede tocar en formato acústico mucho mejor.
Paulo Ferreyra
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Florentín está radicado en Curuzú Cuatiá, Corrientes, desde 2005. En varias ocasiones ha organizado y participado de encuentros jazzísticos tanto en su pueblo como en otras ciudades correntinas y de provincias vecinas. Tocó junto a referentes importantes del jazz de la región y el país, como Peppo Bianucci, Ricardo Cavalli, Fernando Gualini, Darío Lezcano, Pepo García, Martín Gagliardi, Guillermo González, entre tantos otros. La lista es, sin presumir, muy larga. Con los tiempos apretados charlamos con Carlos vía whatsapp y así explicó cómo será la presentación de este viernes.
— ¿Cómo estás preparando tu presentación este viernes en El Mariscal?
—En esta oportunidad, en el Café El Mariscal, voy a dividir la presentación en dos partes. En la primera estaré tocando un set de solo piano y elegí composiciones de distintos músicos y de épocas diferentes, standard de jazz, bebop, Barry Harris, Bill Evans, entre otros. En la segunda parte tendré a dos invitados como Darío Lezcano en trompeta y Fernando Gualini en guitarra. Con ellos iremos tocando primero en dúo y luego concluiremos el concierto tocando en trío.
— Desde tu primera incursión en el festival de jazz de Corrientes te han puesto como el pianista indiscutido del jazz en la provincia, ¿sentís esa presión o esa responsabilidad?
—Quizás sea algo desmedido ese calificativo. Lo que sí te puedo decir es que desde hace muchos años me dedico solamente a tocar jazz. Dedico buena parte del tiempo a estudiarlo para ser cada día mejor en lo que hago. Voy tratando de que el discurso musical tome ese rumbo, del lenguaje del jazz. Esto quizás me pone en determinado lugar pero hay otros pianistas que también alternan con otros estilos y sobre todo hay jóvenes que están pujando por esta música. Uno de ellos es Sergio Gutiérrez, un joven y talentoso pianista también de Curuzú Cuatiá con el que estamos haciendo un trabajo de Dúo Piano Jazz.
En cuanto a la responsabilidad, no la siento así, la responsabilidad de uno como músico y artista existe desde el momento que se elige el camino. Uno busca ser consecuente con uno mismo.
— ¿Cómo vivís esta relación de tocar en un lugar donde la gente no solo va a escucharte sino que habrá otros que van a comer o beber al lugar?
—Sí, uno se adapta, a veces se toca en teatros y otras en un bar, un café, pero la música está y eso es lo bueno. No tengo problema con eso, me gusta lo solemne, lo tranquilo y la acústica de un teatro. Pero también disfruto de tocar en un lugar donde la gente escucha y además puede comer y beber algo. Me gusta la cercanía del público con los músicos y si se puede tocar en formato acústico mucho mejor.