"Navegamos sin más pretensiones que ver los ríos libres"

Jorge Mazzochi, Sebastián Arena y Hernán Gigena partieron días atrás en kayak desde El Pintado a Buenos Aires.

“La hoja es el equivalente a la vida”

Entrevista con Franco Rivero

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Licha Bernal expone en el museo de Bellas Artes de Corrientes


Hoy a las 20 quedará inaugurada la muestra "Huellas", de la artista plástica Licha Bernal. La apertura está prevista en la sala "Justa Díaz de Vivar" del Museo de Bellas Artes de Corrientes, San Juan 634.   En sus obras la autora retorna a sus fuentes: el grabado. Con técnica mixta y materiales no convencionales, explora renovados caminos que se enlazan con su obra previa.


“El delicado y punzante dibujo de temas eróticos y femeninos deja paso a otros modos de recorrer los surcos, de saborear las huellas. La indagación de la interioridad, la sensualidad, el descubrimiento del cuerpo y sus placeres, se combinan con la riqueza vegetal del monte, trasladándonos a una dimensión misteriosa”, describe la invitación. 

La curaduría es de Alejandra Muñoz, que en un breve texto presenta el conjunto: “Huellas da cuenta de una colección de signos que empiezan a emerger en la obra de Licha Bernal. Formas ya conocidas, como las espinas de palo borracho y la figura femenina, se entrelazan con nuevos temas: plumas, hojas, ojos, vegetación selvática, retratos. Estos elementos que podrían parecer tan disímiles, logran unidad y organicidad a través de la delicadeza del trazo, de la sutileza de las formas.

El bien conocido preciosismo de su dibujo se combina aquí con la vuelta al grabado, técnica que domina de tal modo que, sin temor, despliega sobre materiales no convencionales.

Flores y hojas que penden del cielo, que se derraman hacia nosotrxs; espinas talladas que en un ejercicio de tremenda ambigüedad combinan el peligro de sus puntas filosas con la tentación de rozar las líneas; ojos que no por coloridos dejan de interrogarnos desde la pared; delicadísimos gofrados de puro blanco, retratos femeninos que nos inquietan y seducen.

En esta expansión simbólica de la obra de la artista chaqueña adivinamos un renacer, un río subterráneo de placer que se filtra por los surcos del grabado, el brote desmesurado de los estímulos. Descubrir adónde nos conducen estas huellas es un precioso desafío”.