viernes, 30 de agosto de 2024

Lanzaron canciones para abonar la vida


Tajy

Se realizó en Corrientes la primera edición del Festival Lapacho. Hubo un espacio de formación y por la noche subieron al escenario Coqui Ortiz (Chaco), Dúo Bote (Misiones-Formosa), Maru Figueroa (Entre Ríos), Ale Marasso (Corrientes) junto a Tajy (Corrientes). Una pequeña porción de lo que pasó en este festival quedó plasmado en estas líneas.




Por Paulo Ferreyra - Edición Facundo Binda

Fotografía Ivanna Carballo




Había sol cubriendo parte de la tarde en el Patio. Maru Figueroa abrió la tarde hablando de su tarea. Ella lleva el lenguaje de diferentes artistas a la guitarra. Luego fue el turno de Coqui Ortiz, quien comentó algunas anécdotas de cómo los referentes musicales de la ciudad de Resistencia iban tejiendo su música con las nuevas generaciones. El tiempo transcurría y maduraba la sombra en los árboles, las mesas, las sillas y los edificios derredores.



Mientras algunas personas tomaban mate o bebían algo fresco, Coqui seguía reflexionando sobre sus historia enlazando la importancia del Festival Lapacho. “A veces me encuentro repitiendo cosas que dije hace 35 años pero creo que no están mal. No hay que renunciar a lo que te conmueve”, suelta la frase y el público hace silencio. “No hay que renunciar a lo que te conmueve”, repetirá también más tarde mientras rasguea su guitarra y junto a Juan Mora dibujan las canciones del litoral. 

 

Rosas


Pasadas las 21 abrieron las puertas de la sala. Había en la entrada lapachos rosas. El escenario también contaba con ramas del mismo árbol. Hay música de ambiente. El público va ocupando los primeros lugares. El bullicio de quienes llegan solos, en familia, en pareja o con amigos crece. Una persona a mi lado - en las últimas filas - se toma un tiempo para prepararse el mate. Será una noche larga y habrá que vivirla así, de a sorbos pequeños, suaves, profundos. 



A medida que la sala va colmándose de público, se despierta un clima festivo. Las sonrisas se multiplican. La escenografía del entorno se vuelve un jardín dulce de tonos claros, bañados desde el piso hasta las luces que juegan entre el verde, amarillo y azul. 


El trío Tajy - conformado por Belen Arriola, Jose Victor Piñeiro y Alejandro “Tato” Ramirez -, que lleva ya más de diez años de trayectoria, tuvo la idea de crear este festival. Su objetivo era generar un espacio que ponga en valor a aquellos artistas que, por su formación o trayectoria en la escena regional, han dedicado tiempo a propuestas y composiciones de obras relevantes para el desarrollo e impulso creativo de la música.


“Quizás ahora que el festival terminó - me cuenta Víctor Piñeiro después del festival - sean grandes las palabras de sueño cumplido. Pero en gran parte el festival fue lo que imaginamos”, subraya. Claro, la alegría lo desbordaba y seguramente el Trío Tajy atesorará esa noche por mucho tiempo. Hubo un vínculo entre los músicos y el público que fue mágico. La sala estaba colmada. Detrás de escena los músicos repasaban las cosas que habían pasado y se daban cuenta de que habían pasado más de tres horas de pura música. “Pasar de un tik tok de 15 segundos a estar en silencio más de tres horas escuchando música, quiere decir que pasó algo profundo. Este Festival nos dio también la perspectiva de que lo podemos seguir haciendo y que estos espacios son necesarios”, destacaron los organizadores. 

Maru Figueroa



Maru Figueroa: “El mundo es más amable con estas acciones”



Es una de las jóvenes guitarristas más talentosas que tiene la música de la región. Maru tiene una sensibilidad única que la transmite y contagia en cada canción. Comentó que desde que se subió al colectivo en Paraná, Entre Ríos, para venir a Corrientes la emotividad le fue ganando todo el cuerpo.  Pensar en el encuentro con los amigos, abrazar la generosidad de Tajy y de compartir espacios con otros artistas del Litoral. “A lo largo de tantos años ellos son muy mimados por el público, y ese afecto que reciben lo comparten con sus pares. Ese gesto de convidarnos su público es de una generosidad enorme. Además acotaron su espacio en el escenario para que todos podamos desarrollar nuestro repertorio”, destacó.


Si bien a Maru le tocó abrir el festival, no tuvo que romper ningún hielo. La avidez del público por escuchar música se percibía en el ambiente. Ella hizo un repertorio cargado de melodías lentas y retrospectivas, donde el silencio se codeaba con sus dedos y las caricias del público que le llegaron con varios aplausos al término de cada canción. Mientras las altas pulsaciones del escenario recién abandonado aún le duraban, charlamos un rato. 


— ¿Por qué pensás que es importante un festival como este?


— En principio este festival hace algo que es generar trabajo en un momento económico que es muy difícil. Para quienes somos de afuera, salir de nuestro lugar es costoso en términos materiales. Sale mucha plata moverse. Después llegar acá y encontrarse con un lugar donde todo está pensado y diagramado con mucho amor nos colma de emoción. 


— Te tocó abrir el festival ¿respetaste tu repertorio o lo fuiste modificando a medida que sucedían las canciones?


— Respeté el repertorio que había preparado. Siempre pienso mucho el repertorio que voy a tocar en cada lugar que me toca estar. Cada concierto es distinto porque cada contexto es distinto. Una cosa que me gusta hacer es dejarme afectar por el encuentro. Además la charla que tuvimos a la tarde fue un momento fundamental para soltarme. Tengo un repertorio grande y puedo ir por distintos lugares, cuando voy a un lugar donde no me conocen me gusta mostrar esta porción de Entre Ríos que viene conmigo. 


— Hubo mucho silencio y mucha escucha.


— Me sentí muy a gusto. El silencio fue tremendo. Son pocas las veces en las que un guitarrista puede tocar “de aire”. Cuando pones un micrófono cerca sucede otra cosa y la gente ingresa a otro estado de escucha, sobre todo yo misma porque es lo más cercano a lo que me sucede cuando estoy ensayando. Entonces es más fácil conectar conmigo y con el repertorio.  Pienso además que el mundo es más amable con estas acciones. Hoy estamos viviendo un tiempo difícil. Es complejo organizar actividades pero al mismo tiempo sentimos que es necesario no renunciar hacer estas cosas. Aún estoy con la emoción a flor de piel. Que todos hayamos tenido un día como hoy donde por una buena porción de tiempo no pensamos en el costo del boleto de colectivo, en el precio del alquiler, en las hostilidades de la gente en las redes sociales, en el precio de la carne o en lo que sea, este ha sido ya un regalo muy grande. 





Dúo Bote

Abel Tesoriere: “Nuestra música está atravesada por el paisaje”



Abel integra el Dúo Bote. En tono bajo, casi como si fuera un susurro, deja escapar sus emociones. Sonríe. Sus sentimientos se amplificaron desde los días previos al festival cuando llegó a Corrientes. El deseo latente de compartir música con sus pares, hacer algo palpable que se venía dando a través de las redes sociales, fue un impulso muy grande. "Ha sido una mezcla hermosa de contentura y emoción", describió al tiempo que también agradeció la convocatoria y los momentos compartidos.


— ¿Cómo seleccionaron el repertorio? 


— Con Flor tenemos dos discos. Nuestro repertorio es mucho más amplio pero para esta ocasión hicimos un popurrí para repasar nuestra trayectoria. Con Dúo Bote recopilamos canciones del Litoral que muchas veces han quedado en un segundo plano. Canciones que son muy bonitas pero que hoy están olvidadas, no están en las redes o en las plataformas digitales. Buscamos estas canciones o evocamos las voces de nuestras infancias. Hay un hilo transversal en nuestra elección que tiene que ver con la emoción, elegimos canciones que nos emocionen. 


— Ahí en ese río de canciones ondeaban cada tanto la tristeza, el desamor, la nostalgia.


— Totalmente, el monte, la selva, la música del agua tiene todo eso. Pienso ahora un poco en el paisaje de Flor, que es mega majestuoso en Misiones. Pero Formosa también tiene su selva, más pequeña y diversa. En el oeste, la provincia es más desértica. En medio de la provincia está el bañado que hace que pareciera estar en otro planeta; algo inspirador. Nuestra música está atravesada por el paisaje, la cultura, la comida, los oficios, el amor y el desamor. 

Florencia Bobadilla Oliva




Florencia Bobadilla Oliva: “Esto que sucedió acá fue un quiebre de la realidad”



“Recibir esta invitación fue muy grata. Recibir esta invitación al Primer Festival Lapacho es aún más grata porque implica una sapienza a per se de que va a funcionar. Te llaman para armar los primeros lazos del tejido, eso es hermoso”, así comenzó la charla con Flor. Su voz, la cadencia y al mismo tiempo la potencia de sus interpretaciones cautivaron al público. Se mostró muy feliz por la convocatoria de Tajy; “ha sido un regalazo”, sintetizó. Los músicos se venían escuchando, halagando y siguiendo en redes sociales. “Pero necesitábamos el encuentro”, puntualizó. “Nuestro país es increíble pero al mismo tiempo es difícil federalizar las cuestiones artísticas. Ojalá que se sigan replicando acciones como esta. Dependerá de la gente que vino y que sigan haciendo traccionar  estos espacios. Nosotros nos sentimos increíbles acá. Veníamos sin expectativas porque un poco vivimos así. Venimos a encontrarnos. Había de por medio mucho like pero nos faltaba el encuentro”. 


— Hubo en este festival apertura a la escucha, al silencio, ¿lo suscribís?


— Nosotros vimos a la gente dispuesta y disponible a escuchar, eso es hermoso. Ahí recordamos que la música es un lenguaje que es común a todas y todos. La única forma de escuchar es parar. Darle lugar al deseo y parar. Habitar un lugar de escucha. Un lugar de incertidumbre también, porque hacía frío y podías quedarte en tu casa a mirar una serie. Sin embargo la gente vino a ver qué pasaba. Eso para nosotros es un regalo. Desde el momento uno, cuando comenzaron las charlas a las 17 y comenzó a llegar gente, nos dimos cuenta que iba a suceder algo diferente. Hasta el final se vivió algo hermoso. La gente sostuvo la atención durante tanto tiempo, y eso sucedió acá en Corrientes. Escuchar una canción entera, escuchar el silencio después de algunas palabras o escuchar una historia, esas cosas fueron hermosas. Nosotros teníamos ganas de compartir muchas canciones y vivimos un momento hermoso. La gente fue muy generosa absorbiendo lo que sucedía en el escenario. 



— Los veía en el escenario reírse, mirarse y hablar con algunos gestos de agua entre la calma y la correntada, ¿siempre es así el Dúo?




— El Dúo Bote es así. Trabajamos juntos hace más de doce años. Tuvimos que hacer en el medio algunos parates para desentendernos y entendernos nuevamente, para reconocernos. Estamos muy conectados y felices. Estamos además muy conscientes de lo que hacemos. Hacemos algo que nos conmueve. Nuestra tarea primera es conmovernos nosotros y después que suceda lo que tenga que suceder con eso. Para nosotros ha sido una felicidad estar acá y ojalá haya muchas ediciones de este festival. Esta vez fue un día pero ojalá la próxima sean tres y así sigan creciendo. Esto que sucedió acá fue un quiebre de la realidad y un punto a la fe.

Coqui Ortiz






Coqui Ortiz:  “La vida que nos sostiene es el arte”



¿Quién dice que hay que generar espacios para encontrarse? ¿Quién se va a encontrar en esos espacios? ¿Hay público para compartir la música que pasa por fuera de los grandes escenarios de la música? Son preguntas que de alguna manera sí se fueron respondiendo a lo largo del festival que comenzó a las 17 y terminó pasada la media noche. Coqui Ortiz se presentó junto al pianista Juan Mora.


En la charla con Coqui Ortiz, deslizó: “hay que diferenciar que estos espacios son necesarios. Al mismo tiempo tengo que decir que aquí hay mucho esfuerzo y está a la vista que no son cosas que tengan rédito económico. En principio no se hace bajo el concepto de una empresa, ojalá sea una empresa y ojalá la gente pueda ganar plata haciendo estas cosas pero no es lo que sucede. La música que tocamos acá no tiene mayor circulación. No suele ser tenida en cuenta ni por los grandes festivales ni por las políticas culturales. El mismo músico entonces en algún momento comienza a transformarse en un gestor y en un tejedor de puentes para que otros se expresen. Esto es lo que hizo Tajy y esto me parece una actitud maravillosa y es la que me invita a seguir adelante. 


— Tocaste ahí un aspecto ahí que tiene relación con lo económico, acá no vas a ver aumentada tu cuenta bancaria. Entonces, ¿dónde está la riqueza o qué te llevás como valor de estos encuentros?


— Para responderte voy a remitirme a quienes tengo como foro también en la vida. A las personas que hacen teatro, a los poetas, quienes muchas veces tienen que pagar sus propios libros porque nadie los quiere editar. Nos ha pasado a nosotros los músicos con nuestros propios discos. La gente de teatro que ensaya y ensaya para una obra, después la presenta y espera que la gente pague la entrada para ver su propuesta teatral. Acá hay un gran amor por lo que uno hace. Si se da la posibilidad de que con eso se pueda llevar algo a la mesa de su casa está bárbaro. Pero como dice el poeta Roberto Yacomuzzi, yo me gano la vida con canciones aunque el pan lo consiga de otro modo. La vida que nos sostiene es el arte.


— Juan, ¿cómo viviste este Festival?


— Para mí ha sido una emoción muy grande participar de este festival. Aquí en estos espacios concretos, pequeños, todo se construye en estos tiempos difíciles, aún cuando lo que tiene más repercusión o lo que importa para algunos sean los megas eventos. En realidad es en estos espacios que construyen desde la cercanía, del contacto de la palabra y del compartir con el otro, desde donde revivimos historias. Compartimos relatos para mantenerlos vivos. Nosotros al escuchar lo que han hecho nuestros antecesores podemos aprender de ellos y hacer nuestra propia música. Es importante estar acá - como dijo Coqui en un momento -, es importante para nosotros la confluencia de estilos; somos del Litoral donde escuchamos chamamé y rasguido doble, pero además tenemos canciones con un lenguaje más amplio y con ello armamos un mapa musical sin fronteras.

Juan Mora tocó junto a Coqui Ortiz.
En el cierre se sumaron todos los artistas al escenario

  





Trascendencia



Hubo mucha gente que colaboró para este festival, y a muchos se les agradeció al final, como Emilia Quintana en iluminación, Maru Richieri en diseño gráfico, Inés Silvero como coproductora, Ramiro Berentz y Leo Tabu en sonido, Marcela Pujol en escenografía e Ivanna Carballo en fotografía. Todo el festival fue autogestionado. No tuvieron aportes económicos para solventar el festival. Sí, comentaron, recibieron apoyo de mucha gente que desinteresadamente se acercó a colaborar, como La Felipa que acercó el cátering para los artistas. Varios periodistas, entre ellos Carlos Lezcano. Los organizadores también pusieron de relevancia el Espacio Mariño hoy como un faro para la cultura de Corrientes.


Belén Arriola - Tajy

Al respecto Víctor Piñeiro expresó que “hacer esto nos acercó a gente que queremos y que quiere lo mismo que nosotros. Lo que queremos es juntarnos y estar alrededor de la música. La música y el chamamé generan un entramado social. A veces la virtualidad hace que se pierdan los contactos reales, sin embargo este festival recuperó la sensación de estar y compartir un sonido con el otro”. En la misma sintonía Coqui Ortiz agregó, “La gente se maneja por vínculos y por emociones. Nos emocionan nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros amigos, el arte. Sentimos emociones cuando algo sucede, la obra de arte provoca eso y la canción es un vehículo para generar estas cosas. A veces la música nos hace pensar, nos hace soñar, nos trae un recuerdo que ya no está o simplemente nos abraza el pecho. Por un rato las cosas están un poco mejor y eso nos sirve de compañía para la vida cotidiana. Todo lo que abonamos a esta cantera sentimos que estamos haciendo algo trascendente”.

Víctor Piñeiro

Alejandro Tato Ramírez



jueves, 29 de agosto de 2024

Diego Martínez: “Pink Floyd alcanzó el estatus de clásico universal”

 


Este viernes llega a Resistencia Prisma Pink Floyd Experience. La cita es las 21.30 en el Auditorio Casa del Médico, avenida Ávalos 450, Resistencia.

 

Por Paulo Ferreyra


En su casa había varios instrumentos. Un día Diego Martínez encuentra que su hijo de doce años comienza a practicar el bajo. El niño tenía su pieza y en ese lugar ensayaba. Su padre hacía lo mismo en otro lugar. Cada vez el niño tocaba mejor hasta que un día le dice al padre que iba a ser una banda para tocar los temas de Pink Floyd. El padre le dice si puede tocar con él a lo que este le responde que no, que lo iba hacer con sus compañeros. La historia sigue pero lo cierto es que finalmente padre e hijo armaron la banda para hacer un concierto. De aquella anécdota ya pasaron más de diez años.

 

En el marco de su gira nacional y recién llegada de una gira por los Estados Unidos, Prisma visitará por primera vez la provincia del Chaco. Interpretará el icónico álbum Pulse que incluye canciones de The Wall, Dark Side of the Moon, Division Bell y Wish You Were Here, entre otros, con un despliegue escénico de nivel internacional.


 

La banda está radicada en Buenos Aires. Mientras preparaban las maletas para hacer una gira por el litoral, nos comunicamos por teléfono con el guitarrista Diego Martínez. Durante la charla explica que Prisma es una banda que hace un homenaje a la música de Pink Floyd. Tratan de interpretar los temas lo más fielmente posible. Llevan en los espectáculos la impronta de los show de Floyd. “Nosotros hablamos de una experiencia porque es algo más que música, aquí no solo hay sonidos sino también hay imágenes audiovisuales y muchas luces. Todo acompaña a cada tema que interpretamos”, explicó.

 

Si bien el origen de la banda fueron padre e hijo hoy este último alzó vuelo con otro proyecto. Muchos músicos se sumaron al proyecto y por ello ya lleva más de diez años interpretando esta música. Para Diego mientras duró la simbiosis de hijo y padre en el escenario sucedían cosas mágicas.

 

— ¿Cómo fueron los primeros shows?

 

— La banda lleva más de diez años desde su conformación. El primer show fue armado un poco por casualidad. No teníamos la intención de hacer una banda eterna sino simplemente armamos para un show homenaje. Ese show tuvo tanto éxito que dijimos hagamos otro. Volvió a suceder lo mismo y ahí entendimos que había algo. Hay un gusto compartido. El gusto nuestro por hacer esta música y el gusto de la gente de escuchar la música de Floyd en vivo. Nuestra continuidad está dada porque Pink Floyd alcanzó el estatus de clásico universal.


 

— Llegarán a Resistencia para mostrar temas del álbum Pulse, ¿cuál fue el motivo para escoger este disco?

 

— Puedo decir que hay varios motivos. Hace más de diez años que estamos de gira. Hemos hecho distintos tipos de espectáculos. Este año se conmemoraba el 30 aniversario del lanzamiento del disco Pulse. Entonces optamos por hacer este show en nuestra gira 2024. Además es una excelente oportunidad para las ciudades argentinas donde nos acercamos por primera vez. El disco en sí mismo contiene muchos éxitos de Floyd, los más queridos y escuchados están acá en este disco. Además el disco doble Pulse contiene temas del disco The Dark Side of the Moon, la obra más importante de la banda. Así que esta primera aproximación es un espectáculo muy recomendable tanto para el fanático como para el que no es tan fanático.

 

— Si tuvieras que nombrar un elemento de dónde radica la vigencia de Floy cuál sería.

 

— Creo que hay un olimpo de bandas de rock que alcanzaron el estatus de clásicas. Puedo nombrar a Rollins Stones, Queen, Led Zeppelin, entre otras. Tienen una particularidad de que le gusta por igual a un marroquí, a un ruso, a un chaqueño o a un canadiense. Entonces, cuando alcanzas el estatus de clásico universal la vigencia está asegurada.

 

— ¿Tiene techo el hecho de interpretar esta música?

 

— El techo está dado por el placer. Para nosotros interpretar la música de Floyd nos da tanto placer que no vislumbramos que esto se termine. Además la propuesta está armada desde lo lúdico, desde lo divertido y desde el placer, entonces no querés que las cosas se terminen.  Por otra parte si es por el arte y la discografía no vamos alcanzar hacer todo lo que han hecho. Hay música de Floyd y Prisma por mucho tiempo más.


sábado, 24 de agosto de 2024

Leer es andar en libertad


Hoy sábado 24 de agosto es el día del lector y la lectora. Escritoras, escritores, lectores, gestores y gestoras culturales expusieron aquí su punto de vista para pensar sobre la importancia de la lectura. Entrevisté a María Laura Riba, Gabriel Ceballos, Lucas Brito Sánchez, Karen Gómez Curima, María Andrea Maia Eirin, Matías Carmagnola, Eugenia Almeida, Flavia Pittella, Estefanía Ceballos y Alfredo De Jorge. En el cumpleaños 125 de Jorge Luis Borges todas las ilustraciones corresponden a @memesborgeanos


Por Paulo Ferreyra - Edición - Patricia Galván



Lucas Brito Sánchez: “Leer es hacer ejercicios”


El periodista y escritor es de los lectores que se dejan guiar por los amigos y amigas que leen con placer, rencor y amor. Tres emociones necesarias que hay que ejercer leyendo. Ante la pregunta concreta de qué es leer respondió en formato telegrama: 

— Leer es hacer ejercicios. Cansar otros músculos.

Como lector incansable, no tiene más de un libro en la mano, está leyendo Anne Carson, unos poemas de George Oppen y está terminando la obra reunida de Mario Montalbetti. Comentó que no sigue recomendaciones de lectura en redes. “Me volví un viejo choto y conservador. Sigo el método de siempre: si hay un libro que me interesa busco reseñas en internet. Luego voy a librerías y hojeo el libro. Leo alguna parte antes de comprar. Me gusta mucho tocar, oler y pasar los dedos por el papel. Por ahora es gratis hojear libros”.

 


Gabriel Ceballos: “Leer es una función vital tanto como respirar”


El nació y sigue viviendo en la localidad correntina de Alvear. Ha publicado libros de poesía, cuentos y novelas. Ha recibido distintas distinciones tanto en Argentina como en el exterior. Su más reciente publicación fue Un caudillo inolvidable. Él estudió derecho y cuenta que uno de sus primeros guías en la lectura fue Nelson Pessoa, “él ya se había recibido de abogado, regresaba a Corrientes después de hacer la colimba y compartíamos vivienda. La otra persona que me orientó mucho, especialmente en la lectura de los clásicos grecolatinos”. Como una extensión de lo que llevan las lecturas y los libros, Ceballos agregó que aquella relación derivó en amistad y ambos terminaron convertidos en mis compadres. Nelson es padrino de bautismo de Estefanía y Olga fue madrina de Felipe.

Gabriel está leyendo en estos momentos cuentos del escritor brasileño Rubén Fonseca. Sigue las recomendaciones de nuevas lecturas que hace Carlos Morán, quien tiene un blog de noticias y reseñas de libros. En todas las charlas aquí pregunté si recomendarían algún libro en particular, él comentó lo hace en su cuenta de facebook donde en ocasiones sube algún párrafo que le pareció destacable de un libro, “Cuando un libro me gustó mucho siento como una obligación de recomendarlo”.

— ¿Qué es para vos leer?

— Leer es una función vital tanto como respirar. Si paso dos o tres días  sin leer (me refiero a leer literatura) me siento en falso. Para mí lo primordial es la lectura, no la escritura.

 

 María Laura Riba. “Es la maravilla”


Ella es poeta, escritora, divulgadora de literatura y también periodista. Como casi todos los lectores coinciden en que sus comienzos fueron caóticos. “Aunque había libros en mi casa, no provengo de una familia lectora, de modo que leer fue una acción no pensada. No tenía quien me recomendaran libros. Eso continúa, mis lecturas son desordenadas, sólo que ahora estoy más atenta a los títulos y autores que se mencionan y/o me recomiendan”.


Cuenta María que está leyendo “Camino al Este: crónicas de amor y desamor”, de Javier Sinay. Que no tiene “influencers” a quienes seguir para tomar contacto con nuevas recomendaciones de libros. “Tengo un atraso de lectura muy fuerte. Soy consciente de lo mucho que me falta por leer, así que debo elegir, en medio del quehacer cotidiano, entre las redes o ir directamente a un libro y leerlo. No quiero decir que no entre a las redes o las satanice, sólo digo que entro en tiempos muy limitados y a veces, varias veces, me ausento totalmente”.

En la vida no hay un futuro individual separado del futuro de todos. Por ello, quizás como buena poeta y siempre buscando la síntesis más precisa en este gran entramado sobre la lectura, María Laura Riba responde que leer “es la maravilla”.



Karen Gómez Curima: “Leer es entrar en un universo y dejarse conmover”

Ella es escritora, psicóloga y doula. Publicó hace poco tiempo el libro Una chica sin gracia. La lectura siempre estuvo presente en su familia. Sus padres son docentes. Desde los cuatro años ya leía. De nuevo porque parece increíble. Desde los cuatro años Karen ya leía. “Era como la gracia o el entorno, alguien abría el diario, me mostraba una página y yo lo leía”, rememora y sonríe con una pizca entre dulce timidez. La lectura y la escritura siempre estuvieron en su entorno de una forma respirable. En estos momentos está leyendo el libro Las pequeñas virtudes de Natalia Ginzburg, “me encanta este libro y es precioso”, subraya.

Para acercarse a los libros Karen tiene algunos referentes, Diego Jenio quien es un periodista pero a la vez es un gran lector, María Laura Riba, también periodista y escritora, Fabián Yauzas, escritor y profesor, María Andrea Maia Eirin, profesora y gran lectora quien le ha recomendado libros muy precisos y hermosos. “Me gusta seguir las recomendaciones de lecturas de la gente que conozco y tengo cerca”, agrega.

— ¿Qué es leer?

— Leer para mi está relacionado con el universo que me conmueve. Me pasa que puedo conectar algo profundo. Si no me conecto con el libro ya no leo. Me sumerjo de lleno, cuando tenía más tiempo podía pasar la noche entera leyendo atrapada por un libro. Para mi leer es entrar en un universo y dejarse conmover por ese universo.


Estefanía Ceballos: “No me imagino la vida sin libros”


La poeta ha publicado libros como Desde La guarida, El hueso de la noche y ha participado de las antologías Paisajes de la infancia, Confines de la patria y Poetas Argentinas del 81/00.  Durante esta charla comentó que sus guía en la lectura de narrativa comenzó y sigue siendo su padre, el escritor Gabriel Ceballos. La otra persona que ofició de guía durante muchos años -específicamente en poesía- fue la poeta Laura Yasán. 

Ahora como si extendiera la mano fuera del teléfono resume que está leyendo la novela Sumisión del francés Michel Houellebecq. En poesía su lectura sigue siendo desordenada y caótica. “Leo poemas sueltos por internet, releo libros, retomo lecturas que dejé por la mitad (y vuelvo a dejarlas). Si me encuentro con algo nuevo que me gusta mucho trato de buscar los libros de ese autor y comprarlos de alguna manera. De todas formas, hace rato no me pasa esto último”, afirmó.


— ¿Qué es leer?

— En principio leo porque es natural hacerlo. Al menos en mi caso es así. Crecí rodeada de libros. Aunque no fui ni soy una gran lectora, no me imagino la vida sin libros. Leer me resulta la cosa más natural del mundo. Sí puedo pensar en algunas respuestas en torno a la pregunta "¿para qué leo?", seguramente las respuestas sean similares a las de todo el mundo: leo para olvidar, para habitar otros mundos, para conocer, para alimentar la creación, para entender, para desaprender, entre una larga lista.  



 

Matías Carmagnola: “Leer es tener una conexión con otros mundos”


Participó del taller de escritura Queserraye cuando lo coordinaba Maia Eirin, hoy es el coordinador. Escribe narrativa y hace poco días leyó sus textos en la II Feria del Libro de la Unne. Sus inicios como lector comenzaron en su casa. En la adolescencia intercambiaba libros con sus amigas y esta práctica todavía sigue. Ha pasado por talleres donde también absorbió interés por diferentes escritoras y escritores.

— ¿Qué es leer?

— Es difícil sintetizar en pocas palabras. Leer es tener una conexión con otros mundos. Leer me conecta con otros universos, otras maneras de lenguaje, otras culturas, otras historias, otras maneras de decir las cosas y otras interpretaciones de la realidad. Para mí leer me remite a viajar, es una experiencia parecida porque cuando pude viajar tuve la sensación de estar inmerso en otros códigos donde salgo de mi vida de la rutina.


Flavia Pitella: “Leer es algo que permite pensar en la posibilidad de otros mundos o de otras épocas”

Su primera referencia lectora es su madre. “Mi mamá era una inmigrante italiana que no había terminado la primaria. Ella amaba leer y ver cine. Con mi papá iban al cine todos los martes, como novios, hasta que no pudieron ir más. Mamá leía compulsivamente. En casa no había dinero para tener una biblioteca, así que ella tenía una bolsita de nailon –que no era común cuando yo era chiquita– con la que se iba a La Plata, nosotros vivíamos en City Bell. Ella iba a una compra venta de libros que había en Diagonal 80. En casa siempre había cinco o seis libros que iban cambiando”, comenta, y la emoción le gana a Flavia en el tono y la inflexión de su voz. 


— En los últimos años, te convertiste en una influencer de libros, ¿cómo vivís esta etapa?

— Vivo esta etapa de difundir libros con una alegría enorme. Compartir el mundo con la gente que no conozco o con gente que conozco a través de los libros es precioso. Tengo de repente una relación literaria con gente que me pasa la foto de un libro que está leyendo y es hermoso. Saber que hay personas que me dicen que tal libro no le gustó, y de repente otra diciendo que tal escritor es el autor de su vida es una relación profunda con la lectura. En un mundo que se está poniendo cada vez más oscuro, la vida se vuelve luminosa con esta relación. 


— ¿Qué es leer para vos?

— Hoy una mujer me escribió por Instagram. Inmediatamente pensé que me iba a servir ese mensaje para esta charla que íbamos a tener juntos. La señora me dice que el nieto tiene 21 años, estudia ingeniería y quiere leer para enriquecerse intelectualmente. Entonces le contesté que no sé qué es leer para enriquecerse intelectualmente. A mí me gustan las historias bien contadas. Regalale Juego de Tronos. Regalale algo que lo enganche para largo plazo. Algo con lo que se divierta y se distraiga. Leer es algo que permita pensar en la posibilidad de otros mundos o de otras épocas. Leer es una pasión. Tengo un rato libre y lo que tengo ganas de hacer es leer, porque me entretiene, porque me distrae, porque me conmueve, porque mueve parte íntimas mías y porque me hace llorar, reír, darle otro tono y otra vuelta de tuerca a la lectura; subrayar una frase y compartirla.



María Andrae Maia Eirin: “Leer me acompaña, me tranquiliza, me da respuestas, me posibilita”


Trabajó en el Plan Nacional de Lectura desde sus comienzos. Podríamos decir que así se radicó en la provincia de Corrientes. Fue jurado junto a Liliana Bodoc, y otras dos referentes nacionales en 2014 para Los Destacados de ALIJA (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina). Es docente, profesora en Letras de la UNLP, escribe y coordina talleres de escritura. Actualmente es directora del Centro Cultural Universitario de la Unne (CCU) en Corrientes. Cuenta que su papá y su mamá le leían libros, no le recomendaban, simplemente le leían, con el tiempo ella "les robaba" las lecturas de sus mesitas de luz. Al igual que otra de las entrevistadas en esta nota Maia también ya leía a los 4 años.

En estos momentos está leyendo Las cárceles que elegimos de Doris Lessing. Cuando se sumerge en la lectura, cambia el aire del entorno y los personajes viven. Leer y escribir es, sin duda, un camino de libertad. Ha escrito poesía y narrativa, solo una pequeña porción de su narrativa puede encontrarse en el libro Orillas del juego.


— ¿Qué es para vos leer?

— Leer es deseo y necesidad. Leer me acompaña, me tranquiliza, me da respuestas, me posibilita. Por un lado leo literatura, voy detrás del goce estético, mi libido está muy vinculada con la lectura. Por otro leo para aprender, también es un ejercicio de racionalidad


— Desde tu lugar como directora del CCU, ¿están haciendo algo por la circulación del libro y la lectura?

— Estamos haciendo muchas cosas. Ofrecemos dos talleres de escritura creativa: el Queserraye, coordinado por Matias Carmagnola y el Koeyu, coordinado por Evelin Bochle, de los que participan aproximadamente cuarenta personas. Organizamos bianualmente el Premio UNNE para las Letras. El año pasado armamos una estructura de premios que tuvo como resultado final la edición de 6 libros inéditos de autores (no antologías) chaqueños y correntinos: tres de poesía y tres de narrativa. La semana pasada terminamos el dictado virtual de "Libros en Cápsulas", una capacitación sobre trabajo editorial que dictó Patricia Piccolini, docente invitada de la UBA. Los talleres comparten sus producciones: participan con rondas de lecturas en las Ferias del Libro de Resistencia y de Corrientes. Entre muchas, muchas otras actividades que se generan desde el CCU de forma permanente. 



Eugenia Almeida. “Entramos a los libros como a las personas, de forma profunda y sin saber qué harán de nosotros”


La escritora cordobesa ha publicado libros tanto dentro como fuera del país: El colectivo, La pieza del fondo. También el libro de poesía La boca de la tormenta y La tensión del umbral. En 2019 publicó el libro de ensayos Inundación. El lenguaje secreto del que estamos hechos. Es escritora, poeta, periodista, coordina talleres de lectura y clínicas individuales de escritura. 

En coincidencia con Flavia Pittella también tiene el recuerdo de su madre como una gran lectora. Todavía tiene la imagen de cuando su mamá volvía después de trabajar muy tarde, al terminar de cenar se sentaba con un libro y Eugenia veía las emociones que le producía. “Empecé así a descubrir que no es lo mismo que te lean a entrar a la lectura de un libro. Ahí se despertó en mí un deseo de probar eso que a ella le generaba tantas emociones. Después, he tenido mucha suerte con los bibliotecarios escolares y de bibliotecas públicas que me acercaron muchos libros. Personas que cuando yo tenía ya el gusto por la lectura me sugerían cosas, me abrían caminos. 

— ¿Qué es leer?


— Es difícil responder. Leer es tanto… Es el espacio de refugio, para mí leer es construir resistencia, el espacio para pensar otras realidades posibles y otros mundos posibles. Leer es el espacio para vivir experiencias que no me han tocado y no me tocarán en esta vida. Es también un espacio de placer. La lectura me da placer, una especie de lugar seguro. Justo anoche estaba leyendo a Francis Ponge, el libro De parte de las cosas, ahí aparece un texto sobre los caracoles que dice textual: “Por cierto, a veces resulta una molestia llevar consigo a todas partes ese caparazón, pero no se quejan y finalmente están muy contentos con ello. Es hermoso, donde quiera que uno se encuentre, poder volver a casa y desafiar a los inoportunos. En verdad valía la pena”. La lectura para mí es eso, no importa donde esté si puedo tomar un libro y leer, con eso ya estoy en casa.


— Trabajaste en radio y ahora estás en un diario en Córdoba, ¿qué criterio usás para difundir un libro?


— Afortunadamente tengo un espacio en un diario donde trabajo con mucha libertad. Para mí es un privilegio poder escribir sobre libros. En lo laboral, sabemos que haciendo una reseña no puedo pagar el tercio de lo que sale un libro nuevo. Este es un oficio muy mal pagado. Pero por otro lado, es un oficio que permite que el entusiasmo que una siente por algunas lecturas llegue a mayor cantidad de gente. Cuando veo algo lindo quiero contarle a todo el mundo para que disfruten de esa cosa maravillosa. 


Volviendo a la pregunta concreta, no sé precisar qué voy a difundir de un libro hasta que tomo contacto con él. Es un poco como el contacto con las personas. Vas a una reunión, conocés a alguien, te querés hacer amigo o te enamorás o te deslumbra, no es que vas pensando que sucederán todas esas cosas. 

Entramos a los libros como a las personas, de forma profunda y sin saber qué harán de nosotros. Uno se entrega de forma muy profunda y qué te harán nunca se sabe. Te van a conmover, te van a incomodar, y esa incomodidad trabaja de una forma particular sobre nuestra sensibilidad, sobre nuestra capacidad de imaginar y sobre todo en momentos como este, tan espantosos. 





Alfredo de Jorge: “Un buen lector de literatura es un buen lector de la realidad”


Daniel Moyano dice que “las palabras sacan a las cosas del olvido y las ponen en el tiempo, sin ellas, desaparecerían”. A partir de 2012 por la Ley 26.754 el Congreso de la Nación se estableció el 24 de agosto como el "Día del Lector, en conmemoración y homenaje al día del natalicio del escritor argentino Jorge Luis Borges".


Por este motivo, para cerrar esta conversación sobre el día del lector y de la lectora hablé por teléfono con Alfredo de Jorge, creador de la cuenta de memes @memesborgeanos. Es profesor, licenciado en Letras, egresado de la UCA. Se desempeña como profesor en nivel secundario y cuenta que siempre enseñó textos de Borges. Al igual que las antiguas enciclopedias o superando los contenidos de Wikipedia podía pasar horas hablando de lecturas y Borges con Alfredo. Sin embargo, hicimos una apretada síntesis para volver en otro momento sobre estos temas.


Empezó como lector de historietas argentinas. Después dio un gran salto con la literatura de Quino a lo que siguieron libros de Horacio Quiroga, Edgar Allan Poe, entre otros. En la secundaria agarró a Borges o Borges lo tomó por completo.  Ahí empezó “su locura”. “Cuando agarré a Borges me tomó la locura y no salí más de ese lugar”, desliza, y ambos soltamos una sonrisa. 


— ¿Qué es leer para vos?


— Leer es algo que ocupa un lugar importante en mi vida. Estoy todo el tiempo leyendo o haciendo leer. Como profesor de colegio secundario, estoy constantemente trabajando alrededor de la lectura. Llevo la lectura y busco entusiasmar a los jóvenes. Busco enseñarles entre líneas y ver lo que no está dicho pero está sugerido. Trabajo mucho con eso y traslado estas cosas a la vida cotidiana. Un buen lector de literatura es un buen lector de la realidad. 


En un terreno más personal, y llevándolo a Borges, está esta idea de leer creativamente, de manera productiva –más allá del entretenimiento– y de volar con la lectura, estoy leyendo a Borges o a críticos que hablan sobre Borges o lo que sea. Me parece que las lecturas te van abriendo nuevos caminos hacia otras literaturas y esa es la enseñanza que nos deja Borges. 


— Si tuvieras que nombrar dos características de la escritura de Borges y por qué es importante leerlo, ¿cuáles serían?


— Estoy un poco en contra de estas cosas que aparecen a veces en las redes, 5 libros que tenés que leer antes de morir. Las 100 películas que tenés que ver. No creo que haya una obligación de leer a Borges. Se puede tener una vida plena sin leer a Borges. Las personas que vivieron antes de la invención de la escritura vivieron bien. Ahora si te gusta leer, si estás en el mundo de la literatura, del arte y la cultura, creo que Borges es ineludible. Funciona como una especie de prisma de Newton, recibe la luz y de ahí sale el arcoíris. Borges absorbe la cultura occidental y la oriental, la reformula y con eso hace su propio arcoiris. La cantidad de recursos y de ideas que se imponen en sus textos son de una riqueza y originalidad tan única y novedosa que es casi un pecado perdérselo.





Libros recomendados por lectoras y lectores en esta entrevista




  1. Cómo convertirse en nadie, de Betina González 

  2. Imposible, de Erri De Luca 

  3. El gen egoísta, de Richard Dawkins

  4. El hacedor, de Jorge Luis Borges

  5. El verano que mi madre tenía los ojos verdes, de Tatiana Tîbuleac.

  6. Un caudillo inolvidable, de José Gabriel Ceballos

  7. Los árboles caídos también son el bosque, de Alejandra Kamiya.

  8. La piel del cielo, de Elena Poniatowska

  9. La mujer habitada, de Gioconda Belli

  10. Diario de una mudanza, de Inés Garland

  11. La Torre Oscura, Stephen King