Este fin de semana llega Duratierra a la región. El viernes estarán en Resistencia y el domingo en Corrientes. La banda lleva más de veinte años juntos y hace un año editaron el disco A los amores - el folklórico Vol. 1. “Nos da mucha alegría poder llegar ahora estas provincias. Esta gira por el litoral nos tiene con ansiedad y con deseos, sobre todo para ver con quienes nos encontramos y qué sucede”, así expresó Micaela Vita en esta charla.
Por Paulo Ferreyra
“La única posible y fructífera misión del intelectual es
estar con el pueblo, en el pueblo, principalmente en los momentos decisivos”,
así escribió alguna vez el historiador, periodista e intelectual Osvaldo Bayer.
A los amores sí
que sí, que sí.
A los temores no
que no, que no.
A los ardores sí
paso derecho al pecho.
Así comienza la canción A
los amores, segundo tema del disco que lleva este título. Duratierra con
sus composiciones y sus creaciones también son los intelectuales de nuestro tiempo.
Han creado un disco cargado de significado como hacía tiempo no escuchábamos en
el folclore nacional. En los próximos días llegan a la región esta banda
conformada por Micaela Vita, Juan Saraco, Valen Bonetto y Nico Arroyo. Para
adelantar sobre esta gira, sobre el presente y sus canciones, hablamos días
atrás con Micaela, donde con paciencia y cuidando cada expresión, respondió distintas
preguntas.
— ¿Cómo es mirar al mundo desde esta perspectiva que propone Duratierra?
— Es precioso. Es muy reconfortante estar en este lugar
porque es un regalo que vuelve a nosotros todo el tiempo. Es precioso percibir
y transitar con la gente todo lo que le va pasando cuando llega a la trinchera
de Duratierra. La gente encuentra aquí un espacio de pertenencia y otras
personas que miran al mundo de forma similar, con las mismas intenciones de
hacer las cosas mejor, con las mismas preocupaciones y las mismas denuncias en
el cuerpo.
— El espacio del amor
lejos del odio.
— Justamente es precioso porque es el lugar del amor. Es el
espacio de esta mirada desde la ternura que hemos aprendido y que vamos
edificando.
Con Duratierra hemos construido un espacio cultural muy
fuerte de pertenencia ideológica. Es un espacio cuidado. Acá la gente se acerca
porque necesita de ese abrazo. Hoy en día donde todo está tan hostil y donde
los discursos de odio están más expandidos y llevados a acciones terroríficas,
dramáticas y preocupantes, esto que hacemos es una contrapropuesta a ese mundo
y es otra forma de construir.
Es muy gratificante y es muy emocionante también percibir que esta forma de mirar a través de la música que tiene esta banda se transforma en familia para mucha gente.
— Este acercamiento
con el público se dio a lo largo de diferentes discos, ¿Trinchera fue el disco
que les abrió más puertas?
— La transformación de la banda se dio a partir del disco Cría. A partir de este disco nos pasó
que íbamos al concierto y nos encontrábamos con la gente que cantaba nuestras
canciones. A partir de nuestras redes nos empezaban a llegar versiones de la
gente tocando nuestros temas. Eso antes no nos había pasado. Eso fue algo que
transformó la identidad de la banda. La consolidó en algún punto porque hacia
ese lugar estábamos yendo y en ese lugar nos estábamos encontrando.
Empezó hacer un faro y una brújula hacia dónde ir. Buscamos
esa emoción y esa conexión con la gente. A partir de Cría con la canción Marzo, Saravá, empezó a pasar la salida
de aquello que nos transformaba en la sala de ensayo llegaba al corazón de
mucha gente. Empezamos a palpar que nuestras letras y las canciones eran un
lugar donde la gente elegía para sus días, un espacio para pensar, sentir y
para expandir sus vivencias.
De la trinchera de Duratierra
En el 2020 la banda lanzó el disco Trinchera. Una palabra
que no estaba en boca de todos como en estos momentos. Ahora la palabra y el
concepto se expandieron, se la está usando un montón. En aquel tiempo incluso
los seguidos tenían remeras con una frase de esta canción, “Y juntarse a doler / como gesto de rebeldía”.
El público que ya seguía las canciones de Duratierra tomó
aquella canción para decir, soy parte de la trinchera. Después se transformó o
se amplificó a la turba, “hoy en día nos pasa que nos topamos con gente en la
calle que nos dice - soy de la turba. Hay algo ahí que se volvió una forma de
nombrar a quienes nos reunimos alrededor de estas canciones”, agrega Micaela.
La banda estará el viernes 11 de abril en el Cecual, Resistencia, y el domingo 13 en el Espacio Mariño de Corrientes. Llegarán para presentar su más reciente disco, A los amores. Este es una material de profunda raíz folclórica.
Lo que los había reunido a Duratierra en sus comienzos fue
el folclore. Después comenzaron a explorar y se permitieron moverse por
fronteras más borrosas. Ahí también latía toda la música que somos y que
también es parte de nuestro acervo cultural donde el paisaje sonoro entró a
dialogar con la música folclórica.
Ahora con A los
amores volvieron a la raíz más profunda, han creado un disco cargado de significado
como hacía tiempo no escuchábamos en el folclore nacional. Lo grabaron con la
vieja tecnología a cinta abierta. Se grabó con tomas en vivo y fue para ellos –
según han comentado - una experiencia maravillosa.
La voz de Micaela llega pausada, reflexiva y conceptual,
“Los discos te enseñan y te piden cosas que quizás no las tenés, sino que las
tenés que ir a buscar. Este disco – A los amores – nos hizo crecer un montón a
nivel artístico. Es algo que estábamos queriendo que suceda. Estos veinte años
hicieron que lleguemos al disco de una buena manera y hemos cumplido un sueño
como muchos otros”.
“Estas canciones parece que vinieron hechas con el mundo”
— ¿Cómo hacen para
sostenerse como grupo durante más de veinte años? ¿Cuál es la clave para perdurar
en esta forma?
— El amor es lo que nos sostiene. Es un amor con trabajo y
con una intención de construcción. El amor tiene muchas formas y todas son
maravillosas, este tiene como eje a la música. Es un amor que se siente en la
mesa alrededor de la música y es una familia que se junta alrededor de esta
mesa.
Hay varias claves. Una de ellas es que nos hemos ido
acompañando a través de estos veinte años en los movimientos de la vida de cada
quien, hemos ido respetando los procesos, los tiempos, hemos hecho terapia
grupal que es una parte importante que hizo a esta revitalización de la banda
con esta nueva formación de sexteto.
Hubo mucho de este proceso de acompañarse y de respetarse.
Entendemos que llevamos adelante un proyecto colectivo y que al mismo tiempo es
el eje de cada uno de nosotros. Esto no se puede construir de forma ficticia. Tener
una banda es una decisión que requiere mucho trabajo y mucho compromiso. Somos
una banda autogestiva y si bien hemos crecido bastante en estos años - eso hizo
que mucha gente como Diego knoblovits, nuestro productor, se sume al proyecto.
Todo el equipo que conforma Duratierra se va leudando, nosotros siete somos la
fuerza activa, trabajamos mucho hace mucho tiempo y eso es tomar un compromiso
y una decisión.
— En ese contexto se
percibe ahí un cuidado con las palabras que nombran, ¿cuánta importancia le dan
al trabajo con la palabra?
— Muchísima. En el trabajo de las canciones, en su mayoría
están compuestas por Juan Saraco, que es el guitarrista de la banda. Hay otras
canciones que son compartidas conmigo, otras solo mías y otras compartidas con Valen
Bonetto, en este disco esta la primera canción que hizo Tomás Pagano, el
bajista de la banda.
El darle valor a la palabra también fue un aprendizaje. Las
letras en mi apreciación han ido yendo cada vez más profundas. Esa profundidad te da el hacer. Componer
es un oficio como muchos otros oficios que requieren de mucho hacer para poder
ir llegando de a poco a lugares donde a una les identifica.
Estas canciones que forman parte de A los amores a nivel compositivo son de un lugar muy alto de
llegada, en la palabra, en la melodía y en la construcción. Siempre digo que
este disco tiene canciones que parece que vinieron hechas con el mundo. No es fácil
llegar a canciones o hacer canciones así que entren a la gente de este modo. Mi
observación de verlo a Juan Saraco hacerlo es trabajar, trabajar y trabajar -
buscar nuevas inspiraciones y viejas inspiraciones. Seguir trabajando, como un
oficio para llegar a un lugar que nos de orgullo y que nos representa.
— En unos días más
llegarán al litoral para traer justamente estas canciones, ¿cómo se sienten?
— Nos había quedo pendiente varias provincias del país con este trabajo de A los Amores, así que nos da mucha alegría poder llegar ahora estas provincias. Esta gira por el litoral nos tiene con ansiedad, con deseos, sobre todo para ver con quienes nos encontramos y qué sucede en el intercambio con los músicos locales. Queremos ver que nos pasa, hay que ir para ver qué pasa y poner el cuerpo. Tenemos mucha ilusión con esta gira.
El amor es una fuerza transformadora
Hay un punto donde el artista lleva sus canciones para
mostrarlas. Pero también hay otro punto del camino del artista donde son las
canciones las que lo llevan al artista a un lugar. En este último se encuentra
Duratierra. Ahora son sus canciones – la demanda del público por escucharlas –
quien comienza abrir nuevos escenarios. “Eso es preciosos”, describe Micaela.
Es un signo de que la tarea está siendo llevada a buen puerto, cuando la banda,
la música de la banda es lo que quieren escuchar. Es una de las tantas buenas
señales de que Duratierra está yendo por el buen camino, es una conmoción muy
grande para ellos cuando de repente aparece gente de lugares alejados de su
cotidiano quienes les dicen que escuchan su música y que esa música los
acompaña en diferentes momentos de sus vidas.
Duratierra llegará para cantar las canciones de A los
amores. Podía detenerme en algunas de las canciones del disco pero, ya que estábamos
hablando con Micaela le pregunté directamente qué es el amor para ella. Su voz
llega clara y potente de vida, “el amor es la fuerza de transformación más
grande que siento en mi vida. Es lo que va guiando los días, las elecciones, lo
que me hace querer ser mejor en lo que hago. El amor a la música. El amor a los
compañeros de proyectos. El amor a las crianzas. El amor a la tierra. El amor a
la patria. El amor al país. Todo eso va conformando y guiando un poco el hacer
y las decisiones que tomo en la vida. El amor es la pulsión más grande de vida
que tenemos”.
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